El cuerpo
El conocimiento que popularmente se tiene del cuerpo humano nace, evidentemente, de su observación; pero este examen es necesariamente superficial; todo aquello que se aloja bajo la piel es de difícil acceso. Este problema se ha obviado en alguna medida por la palpación mediante la cual los componedores de huesos obtuvieron una valiosa información. Otra fuente de conocimiento, por analogía, la ha constituido la matanza de animales domésticos, sobre todo la del cerdo. Una buena parte de lo que se sabe popularmente sobre anatomía, sobre los órganos internos y su disposición, es fruto de la observación durante el vaciado y despiezado de los animales sacrificados.
Determinados rasgos del cuerpo humano se han tenido como indicadores de salud y de la predisposición hacia ciertas enfermedades; también como rasgos del carácter o del modo de ser de la persona a la que pertenecen.