Inflamaciones de ojos, begietako puztasuna
En Agurain, Apodaca, Mendiola, Moreda, Pipaón, Ribera Alta, Valdegovía (A); Durango, Gorozika, Muskiz (B); Arrasate, Astigarraga, Beasain, Berastegi, Bidegoian, Elgoibar, Oñati, Zerain (G); Aoiz, Arraioz, Lekunberri, Murchante, Obanos, San Martín de Unx, Tiebas y Valle de Erro (N) se ha recogido que para la inflamación de los ojos es conveniente, teniéndolos cerrados, pasarse una gasa impregnada en infusión de manzanilla, kamamila en Arraioz, o en agua hervida a la que algunos agregan un poco de sal. También se considera recomendable evitar el frío.
En Orozko (B) el alivio del agua hervida con manzanilla lo extienden a los problemas de ojos en general, tal como ojos cansados, ojos rojos, lagrimeo y pistas. En Mendiola (A) utilizan en estos casos el aceite desprendido de la fritura de manzanilla casera.
En San Martín de Unx los ojos royos (rojos), los ojos pitarrosos (legañosos), las inflamaciones y los orzuelos se trataban también lavándolos con aguasal que era agua tibia saturada de cloruro sódico, o agua boricada.
En Zerain (G) para lavarse los párpados y los ojos se cocía agua con un puñado de pétalos de rosas, mejor silvestres, astalarrosa; se empapaba un paño en ella y después se colocaba sobre los párpados; se permanecía así un rato y se repetía la operación cuantas veces fuera necesario. En Arrasate (G) se ha constatado que se procedía de igual forma utilizando hojas de rosa, larrosa-orriak, y también en Mendiola y en Valdegovía (A).
En Elgoibar (G) cuando se tenían los ojos hinchados se hervían hojas de rosa secas y con el líquido resultante se frotaban los ojos. En Donoztiri (BN) la oftalmia o inflamación de los ojos, begietako mina, se curaba lavándolos con arrosa-ura, agua de rosas, y con la infusión de laharostoa, hoja de zarzamora.
En Zerain (G), para inflamaciones, irritaciones y catarro de ojos, dicen también que es bueno lavárselos frecuentemente con el agua templada de la decocción de la flor de saúco, intxusa-lorea. En Busturia (B) para la hinchazón de los ojos, begietako puztasuna, se utilizaba el agua de la cocción del llantén, zanbedarra.
En Mendiola (A), hasta los años cincuenta, para curar la conjuntivitis y lavar los ojos cuando estaban meaos se utilizaba el agua rica en hierro que brotaba de un manantial de la localidad. En Apodaca (A) los lavaban con agua fría, en Lemoiz (B) con un paño humedecido en agua fría y en Durango (B) con agua mezclada con sal. En Abadiano (B) se ablandaba una corteza de pan en leche y se ponía sobre el ojo durante la noche, sujetándola con un trapo.
En Améscoa (N) se considera bueno aplicar a los ojos hinchados manzana cocida en vino a modo de emplasto.
En Obanos (N) se ha recogido que en la década de los cincuenta, cuando se tenían muchas afecciones oculares se compraba en la farmacia un líquido amarillento con el que se lavaban los ojos, aplicándolo con una copita especial adaptada a la forma ovalada del ojo. Se llenaba la copa de ese líquido, se acercaba el ojo al borde del recipiente y haciendo el vacío se levantaba la cabeza procurando abrir el ojo dentro del líquido.
Hoy día las encuestas constatan que para las afecciones oculares está generalizado el uso de colirios.