Remedios farmacéuticos
En Agurain, Apodaca, Berganzo, Mendiola, Moreda, Ribera Alta (A); Durango, Nabarniz (B); Astigarraga, Bidegoian, Elosua, Oñati (G); Arraioz, Obanos y Tiebas (N) para curar los callos se han utilizado y se utilizan también callicidas, parches o sellos comprados en farmacia. En Nabarniz (B) mencionan que con anterioridad a los parches se conocía la utilización del producto farmacéutico llamado Pental. En Allo (N) se ponían “parches de callíboro” que eran a modo de unos pequeños esparadrapos que tras calentarlos se colocaban con una gasa en la parte afectada y se llevaban durante ocho días. En Berganzo y Moreda (A) se daban bálsamo oriental; en San Martín de Unx (N) se ha recogido que en los años veinte alguna familia se hacía traer de Barcelona un ungüento especial.
Se ha constatado en las encuestas que, en los últimos tiempos, para resolver los problemas de los callos y durezas, se ha generalizado la costumbre de acudir al callista o podólogo.