Gangrena, pasmoa
En un buen número de poblaciones encuestadas se conoce por este nombre. En Muskiz (B) y Tiebas (N) por gangrena o cangrena. Se le llama también cangrena en Agurain, Amézaga de Zuya, Bernedo, Mendiola, Moreda, Pipaón (A); Allo, Lezaun y Obanos (N).
En Apodaca (A) recibe la denominación de mal negro.
En Astigarraga, Berastegi, Hondarribia, Oñat i (G); Arraioz, Eugi (N); Bedarona, Gorozika, Nab arniz y Orozko (B) se llama kangrena o gangrena; en Amorebieta (B) enkangrenea o kangrenea; en Abadiano y Gautegiz-Arteaga (B) enkangrenea y en Lekunberri (N) karmengoa.
En Bidegoian (G) gangrena o pasmo fuertea. En Elosua, Telleriarte y Zerain (G) pasmoa.
La anterior denominación de Lekunberri (N) parece reflejar una cierta indeterminación entre esta enfermedad y el carbunco. De hecho en Eugi (N) llaman karmenkoa al carbunco. Pero esta confusión también alcanza al tétanos, como se verá más adelante. Quizá la misma se haya visto favorecida por tratarse de males ligados a la sangre y de consecuencias fatales.
En Eugi (N), por ejemplo, hacen una descripción de la gangrena que recuerda a la del carbunco del ganado. Se pensaba que la gangrena carecía de remedio y que la persona que la contraía moría irremediablemente. Se consideraba que procedía del ganado y que pasaba a las personas con mucha facilidad. Provocaba una gran hinchazón de los ojos y se debía hacer rápidamente un corte debajo de la lengua del que manaba sangre muy oscura.
En Murchante (N) cuando alguien moría de gangrena o de tétanos se quemaba toda su ropa y desinfectaban su habitación. Esto recuerda el temor a manipular la piel de los animales muertos por carbunco para evitar el contagio.