Levantar la cabeza
Uno de los procedimientos más extendidos para parar este tipo de hemorragias consistía en inclinar la cabeza hacia atrás, mirando hacia arriba, de modo que la nariz quedase en el punto más alto (Agurain, Amézaga de Zuya, Berganzo, Bernedo, Mendiola, Moreda, Pipaón-A; Amorebieta-Etxano, Durango, Gorozika, Nabarniz, Orozko-B; Arrasate-G; Allo, Arraioz, Goizueta, Izal, Lezaun, Obanos, San Martín de Unx, Tiebas-N).
En Ribera Alta (A) se recomienda inclinar la cabeza hacia atrás y colocar a la vez la mano sobre la frente. En Valdegovía (A) echar la cabeza hacia atrás mientras se aprieta la nariz con los dedos.
En Aoiz (N) solían poner la cabeza hacia atrás y taponaban la nariz con un pañuelo mojado en agua fría o con algodones impregnados en algún desinfectante, por ejemplo ácido bórico. Ahora sin embargo y por influencia de los médicos, se inclina la cabeza hacia delante para que se pueda expulsar toda la sangre. Se piensa que echando la cabeza hacia atrás pueden formarse coágulos de sangre que obstruyen la nariz e incluso la garganta.
En Telleriarte (G) en primer lugar se levantaba la cabeza y se mojaba con agua fría la nuca. Manteniendo la cabeza en esa misma posición también se consideraba bueno apretar la ternilla de la nariz con los dedos o introducir en los orificios nasales unos trocitos de tela o algodón.