Dolores de estómago
En Esparza de Salazar (N) se encuentra la ermita de San Tirso, abogado de los males de vientre y cólicos miserere; en tiempos pasados solía acudir mucha gente a esta ermita; mojaban hilos, blancos y negros, en el aceite de la lámpara y se los ceñían a las muñecas.
En Adiós (N) veneran a San Gervasio abad (3 de marzo), como “abogado contra el dolor de tripas y el mal de ijada” según reza una novena dedicada al santo[1]. En Obanos y en Lezaun (N) para aliviar los dolores de vientre se coloca la estampa de San Gervás mártir en la zona afectada; dicha estampa se llevaba de San Gervás de Arzoz, cuya fiesta se celebra el 19 de junio. Sus devotas acuden anualmente a la misa que tiene lugar en su ermita el domingo siguiente a la fiesta.
En Tiebas (N) iban a San Urbano de Gascué para pedir ayuda en los casos de dolores de tripas. Se cuenta que un mendigo pasaba la capilla de San Urbano por las casas y a cambio se le daba una limosna.
Desde Apodaca (A) se iba a San Antolín de Urbina donde le pasaban al santo un pañuelo puesto en la punta de una vara larga, lata. El día de la festividad colocaban al santo sobre unas andas para que la gente pudiese tocarle con sus pañuelos; éstos se guardaban en casa para colocarlos sobre el vientre cuando dolían las tripas. También de Mendiola (A), quienes padecían dolencias de estómago, acudían a la iglesia de San Antolín de Urbina, tanto el día del santo, 2 de septiembre, como durante el año.
A la ermita de San Antolín en Zamudio (B) acuden para la curación de dolores abdominales, tripetako minak; a la de San Bartolomé en Zegama (G) se recurre contra el lloro y el mal de tripas de los niños. Similar petición se hace a San Julián de Zañartu en Oñati (G).
En San Salvador de Oiartzun (G), popularmente Salbatore, se ungía con el aceite de la lámpara votiva la parte umbilical de los niños para que no tuvieran dolores de vientre. Irigoyen, que relata esta antigua costumbre, señala que después de la destrucción de la ermita durante la última guerra carlista, el rito se practicó durante algún tiempo en la Basílica de San Juan Bautista. También en Ntra. Sra. de las Nieves de Zegama (G), popularmente Ama Birjiña Elurretakoa, las madres frotan el estómago o el ombligo de sus pequeños con el aceite de la lámpara con el fin de curar las dolencias del vientre o los dolores de tripas[2]. Igual práctica se hacía en las ermitas de San Juan de Orio, San Vicente de Bergara y San Sebastián de Zarautz (G).
En Elduain (G), la gente atribuía virtud de curar dolores de estómago a las aguas de la fuente Kristoren iturria, que mana al pie del monte donde se halla la ermita de la Cruz[3].
A los niños con flatulencias o “aires” los pasaban por encima del altar de la ermita de San Esteban de Soraluze (G), se encendían velas y se dejaba limosna. Acudían muchas madres con sus hijos desde localidades lejanas.
A San Formerio de Pangua, patrón del Condado de Treviño, acuden los que padecen mal de estómago[4].
- ↑ José Mª IRIBARREN. De Pascuas a Ramos: galería religioso-popular-pintoresca. Pamplona: 1970, pp. 39 y 53.
- ↑ Domingo IRIGOYEN. “Ermitas e Iglesias de Guipúzcoa” in AEF, XIV (1934) pp. 61 y 78-79.
- ↑ José Miguel de BARANDIARAN. Voz iturri-fuente in Diccionario Ilustrado de Mitología Vasca. Obras Completas. Tomo I. Bilbao: La Gran Enciclopedia Vasca, 1972.
- ↑ Gerardo LÓPEZ DE GUEREÑU. “Tradiciones populares. Vírgenes y Santos abogados en algunas aldeas alavesas” in Munibe, XXIII (1971) p. 572.