Remedios contra el baile de San Vito
En cuanto a los remedios para este mal, en Mendiola (A) los desconocen y es que consideran que tal como aparece desaparece. No obstante recomiendan infusión de tila para tranquilizarse ya que juzgan que es “un tembleque provocado por los nervios”.
En Moreda (A) contra los nervios se aplican remedios tales como infusiones de tila, supresión del café y toma de algunos fármacos y tranquilizantes.
En Pipaón (A) como remedio casero recomiendan infusiones de tila pero si aun así no se pasa acuden al médico para que les recete fármacos tranquilizantes. En Sara (L) también tisana de tila.
En Viana (N), en cambio, dicen que se combate abrigándose y tomando café con coñac, o manzanilla y té.
Por la relación que popularmente se establece entre la debilidad causada por una alimentación deficiente y los nervios, como remedio para esta enfermedad también se ha recomendado estimular el apetito de los afectados.
En Berganzo (A) aconsejaban comer bien. En Abadiano (B) se daba a los enfermos aceite de hígado de bacalao. En Murchante (N) introducían a los afectados en agua fría, les solían dar reconstituyentes o les estimulaban el apetito. En San Martín de Unx (N) aconsejaban quietud, aire y más y mejores alimentos. También recomendaban cambiar de tierra, esto es, irse una temporada fuera.
En Ataun (G) se han recogido dos remedios para curar la “parálisis” o perlesia. Uno consistía en calentar dentro de un paño la yerba conocida como perlesi-belarra, golpearla y con el jugo que desprendía se daban friegas. El otro remedio recomendaba beber la decocción de la citada yerba.
Para tratar esta enfermedad también se ha recurrido a remedios de naturaleza creencial.
En Moreda (A) han oído hablar de que San Vitor es el patrón de la cabeza y que posee ermita dedicada en el puerto de Azaceta; los que sufrían males de cabeza eran ofrecidos al mismo para que los curase. También de Oñati (G) iban a esta ermita como remedio para los niños. En Obecuri (A) asimismo se acudía al patrón del pueblo, San Vitor.
En alguna población antaño esta enfermedad se consideraba irremediable (Lekunberri-N) o se desconocía cualquier tipo de remedio (Carranza-B; Astigarraga-G). En Bidegoian (G) no se recuerda que se hiciera nada en particular para mejorar el estado del afectado.
Hoy en día los informantes dicen que acuden al médico (Agurain-A) y toman los medicamentos que éste prescribe (Berganzo-A; Beasain, Zerain-G), por ejemplo relajantes y tranquilizantes (Muskiz-B).