Diferencia entre revisiones de «La casa del Duranguesado (Abadiño)»

Revisión del 08:51 19 dic 2018

Es una construcción de tres pisos. En la planta baja se localizan el portalón, etartea, la cuadra, korta, la cocina, ezkatza, y una habitación, gela, que se utiliza como dormitorio o comedor. En la planta principal están los dormitorios, kuartuek, y el pajar. Y bajo cubierta se encuentran el desván, kamarie, y el pajar, sabaijje, que ocupa dos alturas.

La fachada principal, habitualmente, está orientada hacia el sudeste. En esta fachada se localizan las ventanas, el resto de los muros suelen ser generalmente ciegos. Las ventanas no están enrasadas con la fachada, están situadas unos centímetros hacia el interior del edificio. Las contraventanas se colocan por dentro, por lo que no resultan visibles desde el exterior.

El tejado se cubre con tejas y lleva piedras encima para que el viento no las levante. Tiene un alero que bordea el edificio, que es de mayor dimensión en el lado de la fachada. En ocasiones se colocan unas vigas de madera en forma de cartabón con respecto a la fachada y el tejado, para sujetar el alero en la parte de la fachada. El tejado comúnmente es a dos aguas, en algunos casos, a tres aguas, estando esta tercera situada en la parte posterior del edificio. También hay casas con el tejado a cuatro aguas, aunque normalmente se trata de palacios o edificios notables.

Los materiales básicos que se utilizan en la construcción son la piedra arenisca y la madera. Las piedras talladas se emplean únicamente en las esquinas de los muros y, alrededor de puertas y ventanas. Todas las paredes son de piedra, y en algunos casos, en la fachada, también aparecen la madera y el ladrillo. Algunas casas carecen de portalón. En ocasiones, sobre la entrada, podemos ver un balcón.

A veces la fachada aparece encalada y puede contar con un escudo de piedra arenisca adosado a la fachada principal.

Las entradas a la vivienda y a la cuadra parten del portalón. En la cuadra una trampilla une los dos pisos y hace posible almacenar el heno y la paja. Con el discurrir de los años, esto se modifica y se abren huecos que dan directamente del exterior al pajar y también a la cuadra.

Alrededor de las casas aparecen construcciones, tejamanie, como el granero, que se utiliza como almacén de aperos de labranza, y suele estar frente a la vivienda o adosado a ella lateralmente. O el horno de pan, labie, que puede ubicarse junto a la casa o en la cocina.

Los caseríos generalmente son unifamiliares, aunque también los hay bifamiliares. Las casas en su mayoría se encuentran aisladas. En algunos casos un conjunto de caseríos cercanos forma un barrio.

Teniendo en cuenta la fachada hay dos tipos de caseríos: Los que tienen toda la fachada de piedra y un arco de entrada al portalón; y los que tienen los laterales de la fachada principal de piedra y en el centro una viga de madera que enmarca el portalón. Sobre esta viga aparece una estructura de ladrillo y madera. Cuando el portalón es muy amplio se coloca una columna central de madera o piedra que refuerza la viga.

Boliña baserria. Abadiño, 2005. Fuente: Rosa M.ª Ardanza, Grupos Etniker Euskalerria.