Ropa, vajilla y enseres
Muebles solos o con el ajuar incluido, vajillas y otros enseres con valor en sí mismos y/o con valor sentimental se han guardado y heredado.
Se ha recogido que se guardaba y transmitía el baúl de la ropa blanca, la caldera de cobre, y el taburete, la silla y la toquilla de la abuela. La mecedora, el brasero con sus faldas, el escaño donde se sentaba el abuelo, su pipa y su petaca. El alfiletero y ciertos neceseres de las mujeres. Tapetes hechos a ganchillo o puntillas (Abezia, Valle de Zuia-A). También otros baúles con prendas (Abezia-A). Las arcas de nogal, muy talladas, solían emplearse para la ropa y en los contratos matrimoniales era corriente que se incluyeran arcas de este tipo (Valle de Zuia-A).
Se guardaban manteles bordados, ropas, vajilla, algunos muebles, arcas, baúles y algún cuadro familiar (Apodaca-A). Se transmitían la vajilla de porcelana, botellas de agua de cristal fino, algún tapiz antiguo, la imagen del Sagrado Corazón, determinados muebles y algún baúl de herencia familiar (Añana-A). Se conservaba el arca con la vajilla que no se utilizaba a diario y algunos muebles heredados (Abezia-A). El ajuar y el mobiliario se reservaban para el hijo que se quedaba en casa (Ribera Alta-A). Se guardaban las sábanas y toallas de hilo y los tapetes. Se conservaba y transmitía el Sagrado Corazón entronizado (Aoiz-N).
Había caseríos donde se conservaba ropa blanca de cama confeccionada con lino, la cubertería o el almirez, motrolloa, pero pocos caseríos han conservado los recipientes de cobre. En la época de la Guerra Civil, al ser zona de frente, tuvieron que desalojar los caseríos y desaparecieron muchos objetos o “cambiaron de dueño”. Se transmiten también el armario para guardar la ropa, eskapolota, y los arcones, kaixia, para la ropa de cama y para el grano; en algunos caseríos también la artesa, azpiria, (Amorebieta-Etxano-B). Se guardan como recuerdo familiar los objetos de arreo, mobiliario, vajilla, lencería o ropa. Igualmente determinados objetos personales como una cachaba o una boina (Lezama-B), también los bastones (Moreda-A).
Se conservan y transmiten prendas de ropa blanca como colchas de ganchillo, oazalak, toallas de antiguos arreos, piezas de valiosas vajillas y algún mueble de calidad (Zerain-G); ropa y lencería (Goizueta-N). Mobiliario y objetos del ajuar doméstico como vajilla, lencería de hilo y toallería (San Martín de Unx-N). Algunas prendas u objetos de especial significado familiar o personal como las mantelerías y sábanas bordadas, y la mantilla (Valtierra-N). Se exhiben en las vitrinas del comedor juegos de café, vajillas y objetos de porcelana que han pasado de unas generaciones a otras (Astigarraga-G). Después de la transición política de los años setenta han abundado en las casas adornos como ikurriñas, bajorrelieves del Árbol de Gernika y similares. También se conservan en vitrinas las copas, bandejas o medallas conseguidas en campeonatos por algún miembro de la familia (Amorebieta-Etxano-B).
Se ha recogido que hoy día hay mayor conciencia de que algunos objetos de los caseríos son piezas valiosas y la gente guarda muebles, objetos de cobre, y otras piezas que antes no eran demasiado estimadas (Orozko-B). Señalan también que, antiguamente, no se tenía mucho aprecio por las cosas de los mayores, y los muebles, calderos y pucheros se apilaban en los graneros. Se salvaban de esta consideración algunos elementos de utilidad como las arcas. A partir de los años setenta muchos de esos “cacharros de los abuelos” o “cacharros viejos” como se les llamaba, se sacaron de los graneros y se restauraron para darles un uso decorativo (Monreal, Murchante-N).
Algunas casas señoriales han conservado y transmitido objetos, muebles y recuerdos de gran valor y abolengo. Quienes provienen de casas humildes también están concienciados del valor de determinadas piezas que hay en la casa, tales como una cómoda antigua, una cubierta tejida por la abuela, un caldero de cobre, un arca de roble o una mantelería de hilo (Allo-N).
Se consideran recuerdos de familia y se guardan arcas y cómodas aportadas al matrimonio. También algunas piezas del ajuar doméstico como mantelerías, sábanas antiguas y las colchas especiales que se ponen en los balcones de la casa a modo de colgaduras en días señalados (Obanos-N).