La casa del Goierri (Ataun)
Las casas antiguas tienen la fachada principal mirando a oriente. Las más recientes la tienen mirando al sur, al camino vecinal y a la carretera; rara es la que tiene su principal fachada y entrada por el lado norte.
Las casas tienen generalmente planta rectangular con más fondo que fachada. La techumbre es a dos aguas, si bien hay algunas a cuatro vertientes. Están construidas generalmente con piedra arenisca de la misma localidad. Algunas tienen a su lado cobertizos complementarios para distintos usos y destinos.
Las casas de labranza antiguamente tenían planta baja y otra superior, y hoy tienen dos pisos. En éstas, más modernas, la distribución es la siguiente: abajo el vestíbulo, la cocina, sukalde, y los establos, ikullu. El vestíbulo, llamado karrera, en unos caseríos sirve para guardar aperos y en otros como taller para labores de mano. En el piso primero se ubican los dormitorios, aposentu, y el granero, mandio, para el grano con puerta independiente (el lugar para castañas se llama iñurkiñe). En el piso superior, el pajar y el henil. Con el nuevo tipo de casas que comenzaron a construirse a partir de los años treinta se empezaron a encalar por fuera y a colocar cristales en las ventanas; antes sólo se encalaban por dentro los dormitorios y una franja alrededor de las ventanas.
En las casas que sólo disponían o disponen de planta baja y otra superior, las piezas principales en la planta baja eran la entrada o vestíbulo, cocina cuyo suelo era de tierra no tenía entarimado ni enlosado, dos dormitorios y establo. En el piso de arriba: algún dormitorio, el desván, ganbara, y el sapai para granos, hierba y paja; en algunas casas la cocina se encontraba aquí. En las antiguas había también horno de cocer pan comunicado con la cocina. El fogón se hallaba formando uno de los muros de la cocina, más antiguamente se conocieron algunas casas con fogón central. Los dormitorios en el piso alto se comenzaron a construir en los años cuarenta con ocasión de casamientos.
Los tabiques de la casa desde los años cincuenta son de ladrillo, si bien antiguamente se construían con el entretejido, esie, hecho a modo de los lados de la caja del carro de bueyes. También se hacían de piedra, de tablas, etc.
Las casas de los artesanos o aittelumes constan de: vestíbulo, cocina y taller en la planta baja; dormitorios en el piso superior. Las de obreros de talleres y fábrica: pequeño pasillo, cocina, sala de estar, dos o tres dormitorios y algún cuarto para trastos.
La forma del marco de la puerta es casi siempre rectangular, es rara en arco. La puerta principal es de gruesa tabla y consta generalmente de dos o tres hojas, en este caso una de ellas partida.
A principios del siglo XX eran frecuentes los casos en que cerca de la casa se veía un cobertizo dentro del cual había un horno de cocer pan, también alguna borda cerca de la casa o adosada a ella para establo del ganado, estercolero, henil.