La casa y la actividad de sus moradores
Las casas también han estado adaptadas a las necesidades de sus moradores. Así, ha sido general que su estructura se adecuase a las actividades agrarias, que fueron mayoritarias en el área estudiada. Y dentro de ellas ha influido la dedicación, de modo que la casa de un ganadero ha sido diferente de la de un agricultor; y entre unos y otros también se pueden apreciar variaciones dependiendo del tipo de producción.
También han estado adaptadas a las actividades artesanales de sus dueños. Normalmente éstas se realizaban en la planta baja. En muchas localidades, bien se trate de casas aisladas o de bloques de viviendas, se ha recogido el dato de que los establecimientos comerciales o artesanales de zapateros, herreros, carpinteros, los café-casinos, etc., estaban situados a veces en la parte baja de la casa; otras, en el vestíbulo o ezkaratza, en el portal o en la cuadra, en ocasiones incluso en alguna edificación anexa o en el primer piso. Otro tanto ocurría con otros oficios como modista, sastre, peluquero, etc., ya que era suficiente que destinaran una estancia de la vivienda o de la planta baja para que pudieran realizar su labor. Los profesionales, como los médicos, abogados y similares, habilitaban para ejercer su profesión una o varias habitaciones de la planta en la que vivían. Por consiguiente la diferencia de estas casas donde se desempeñaban distintos oficios o actividades artesanales con otras, estribaba no tanto en el exterior como en la forma de distribuir el espacio interior.