Ritos al iniciar la construcción de la casa
En nuestras encuestas de campo, llevadas a cabo en los últimos años del siglo XX, apenas se han registrado actos rituales al iniciar la construcción de una casa.
En Goizueta (N) recuerdan que se llamaba al cura del pueblo para que diera su bendición al terreno donde se iban a echar los cimientos. En Orozko (B) tenía lugar una plegaria al iniciar la construcción de una casa. En Ortzaize (BN) avisaban al cura para que bendijera el inicio de la obra.
Barandiaran recogió en 1926 en Burguete (N) que al iniciar la construcción de las trece casas de planta nueva que habían sido levantadas desde principios del siglo XX habían colocado monedas de uso corriente en sus cimientos. Constató esta misma práctica por aquellos años en Deba (G).
En Murchante (N) un informante relató que cuando en 1972 se derribó su vieja casa encontraron en el muro dos medallas y dos cuarticos. Según ese mismo informante cuando se volvió a levantar la casa se enterraron en los cimientos con la primera piedra cien pesetas y un papel con los nombres del arquitecto, del albañil y la fecha del inicio de la construcción.
En Monreal (N) se recuerda que se colocaba en los cimientos un puchero que contenía dentro documentos; en Eugi (N) un puchero con monedas, y en Viana (N) ocasionalmente se colocaba una botella con alguna moneda y un ejemplar de un diario dentro.
En Mezkiritz (N) se le hacía una incisión a la primera piedra y en ella se introducía una moneda de curso legal; también un trozo del periódico del día muy bien plegado y un papel con el nombre del dueño de la casa.
En Ortzaize (BN) el cantero procuraba que fuera el dueño de la casa que se iba a construir o su esposa los que colocaran la primera piedra.
En Pipaón (A) hay quien ha colocado en los cimientos una urna de cristal con el nombre del arquitecto, la fecha del inicio de la obra, monedas, estampas y algún periódico del día.
En Kortezubi (B) se recordaba que depositaron monedas debajo de la piedra del umbral de un antiguo balneario ya desaparecido.
En Durango y en Gernika-Lumo (B) cuando se colocó la primera piedra de la Casa Social en la década de los años cincuenta del pasado siglo se procedió a su bendición por el cura con asistencia de las autoridades de la Villa. En una caja de zinc se depositaron en los cimientos monedas de curso legal y periódicos del día.
En todas nuestras encuestas se ha constatado que el rito de colocación de la primera piedra y su bendición ha estado más vinculado con el inicio de la construcción de edificios públicos o de obras de cierta entidad. En estos casos ese acto adquiere cierta relevancia por la asistencia de personalidades y autoridades. Generalmente el que ostenta mayor rango lleva a cabo la colocación de la primera piedra. Debajo de ella se pone una urna que contiene documentos que dejan constancia del acto, monedas de curso legal y algún ejemplar de la prensa de ese día[1].
En nuestras encuestas recientes se han registrado muy pocas prácticas rituales al asentar los cimientos de una nueva casa y en la mayoría de las localidades encuestadas no se recuerda rito alguno al inicio de la construcción de una casa. Así se constata en Abezia, Añana, Apodaca, Berganzo, Moreda, Ribera Alta (A); Ajuria, Bedarona, Busturia, Gautegiz-Arteaga, Gorozika, Nabarniz, Orozko (B); Astigarraga, Beasain, Elgoibar, Hondarribia, Oñati, Zerain (G); Artajona, Elorz, Izurdiaga, Luzaide/Valcarlos, Mélida, San Martín de Unx y Valtierra (N).
- ↑ Recientemente, el día 26 de mayo de 2010, ha sido colocada la primera piedra del nuevo estadio de fútbol San Mamés de Bilbao; debajo de ella fue enterrada una urna con un trozo de césped y una piedra de la pared exterior situada junto al palco, del actual campo de fútbol, una camiseta del equipo e insignias de las distintas peñas del Athletic.