Verjas ornamentales
Otro elemento relacionado con las ventanas y que es susceptible de contribuir a la ornamentación de la casa son las verjas. Cumplen una función protectora pero cuando dejan de ser de elaboración elemental constituyen un ornamento. Una vez más podemos decir que son un reflejo del estatus y de la época en que se levantó el edificio.
Cuando desempeñan un papel fundamentalmente protector suelen ser de fabricación sencilla, de hierro fundido y de color negro. De antaño se conservan muy pocas. Aparecen incrustadas y formadas por barrotes empotrados en los sillares del recerco de la ventana y no sobresalen del muro externo. El entramado de las mismas consiste en dos barrotes verticales y dos horizontales, dos verticales y uno horizontal, etc.
Cuando cumplen una labor también ornamental presentan características diferentes.
En Allo (N) consideran precisamente que un elemento que contribuye a la ornamentación de las fachadas lo constituyen las rejas de ventanas y balcones, que a menudo son una muestra de la rejería forjada propia de la época en que fueron construidas. Destacan dos que todavía se conservan en el Mayorazgo, de finales del siglo XVI, y las de los balcones y ventanas de la casa de los Montero de Espinosa también del mismo siglo.
En San Martín de Unx (N) las ventanas se suelen decorar igualmente con barrotes de forja de mejor o peor factura.
En Abezia (A) se aprecia su carácter decorativo en una sola de las casas del pueblo, se sitúan en las ventanas de la parte baja y sobresalen de la pared. En el resto de los edificios, sin embargo, su función no es decorativa sino protectora. En las fachadas de las casas también pueden aparecer otros elementos fabricados con hierro, destacando los balcones. De nuevo, alFig. 281. Verja ornamental. Mélida (N), 1997.igual que con las rejas, presentan diferentes acabados, algunos de los cuales pretenden resaltar la importancia de la casa. A menudo verjas y balcones guardan sintonía.
En el Valle de Zuia (A) la labor de herrería aparece en todos los elementos citados antes: puertas, clavos, aldabas, bisagras, falsas bisabras, bocallaves, agarraderos, pasamanos, veletas, además de rejas y balcones. Una casa del barrio de Murgia destaca por una ventana baja enrejada muy antigua. Como edificios, la Casa de Corral es una muestra ejemplar del buen trabajo de rejería de los jardines, balcones y ventanas. Lo mismo ocurre con el Palacio de Vea Murgia y el claveteado de su puerta de acceso.
En Berganzo (A) el hierro fundido aparece en las barandillas de los balcones que lucen las fachadas de algunas de las viviendas de la localidad.
Otra función de las verjas ha sido la de delimitar el perímetro de la propiedad en la que se halla una casa notable, al menos en la parte más visible para los transeúntes, que suele coincidir con la fachada. En cerramientos antiguos las verjas suelen presentar elaboradas facturas y entre ellas y la casa se acondicionan jardines.
Así, en el Valle de Carranza (B) las casas de indianos son edificios de grandes proporciones con zonas ajardinadas y verjas como cierre de la propiedad.
En este tipo de ornamentación, al igual que con otros, se han producido transformaciones. En Hondarribia (G) las villas construidas fuera del casco urbano cuentan con una zona ajardinada alrededor. Antiguamente se rodeaban con verja de hierro y orientaban la fachada de modo que pudiera ser contemplada desde fuera, en parte por ostentación. Hoy en día por contra, se cercan con tapia alta y elementos vegetales para que desde fuera no se pueda ver el interior, buscando así mayor privacidad. Por ello, ahora no cuenta tanto el hecho, que antaño importaba, de que la fachada diera a camino o carretera.