Enuresis

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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Los niños aprenden a controlar la micción durante la primera etapa de su vida a fuerza de ponerles a orinar frecuentemente hasta que consiguen pedirlo a sus mayores. Pero hay algunos que continúan orinándose en la cama mientras duermen durante un tiempo superior al que se considera normal.

A continuación se recogen unas cuantas precauciones para evitar que esto ocurra. Los primeros ejemplos nos muestran los intentos por educar a los niños pequeños a que aprendan a pedir que tienen ganas de orinar.

En Mendiola (A) dicen que el mejor remedio para impedir que mojen sus paños es acostumbrarlos a orinar, tanto de día como de noche, poniéndolos en su orinal aunque haya veces que no lo necesiten. Por la noche, si es necesario, se les despierta y se les levanta para crearles el hábito (Agurain, Apodaca, Mendiola-A; Beasain-G).

En Ribera Alta (A) y Gorozika (B) se les ponía a orinar frecuentemente hasta que ellos mismos se habituaban a pedirlo. En Murchante (N) se les acostumbraba y se les acostumbra a que orinen a determinadas horas.

En Ribera Alta (A) por las noches se les ponía un pañal hasta que se observaba que por la mañana permanecía seco. En ese momento se suprimía y se colocaba un orinal en la habitación. Cuando sentía ganas llamaba a su madre y le ponía a orinar en dicho orinal sin necesidad de bajar a la cuadra que era donde evacuaban los adultos.

En Valdegovía (A) se les acostumbraba a que lo hiciesen en un orinal o en el váter.

En Allo (N) de más crecidos se les insistía mucho para que pidiesen pis, recurriendo a veces a los azotes, pequeños castigos o afeándoles la acción públicamente.