La casa de Ainhoa (L)

De Atlas Etnográfico de Vasconia
Revisión del 07:04 15 abr 2019 de Admin (discusión | contribuciones) (Texto reemplazado: «|frame|» por «|center|600px|»)
(dif) ← Revisión anterior | Revisión actual (dif) | Revisión siguiente → (dif)
Saltar a: navegación, buscar

En Ainhoa (L) un gran porche, lorio, cubre todo el ancho de la casa y protege dos puertas: una da acceso a la cuadra de las ovejas, arditegi, y la otra a la puerta de entrada a la casa, etxe sartzea, que se abre a un corto pasadizo, ezkaratze, donde nace la escalera, eskalerak, que lleva a la vivienda. En el primer piso, lehen estaia, están la cocina, sukalde, que ocupa toda la fachada y las habitaciones, ganbarak, con ventana, berina, y postigos, leioak.

El tejado se llama teilatua y el maderamen, zureria. La albañilería se hace con piedra local mezclada con tierra y cal. La cal se hacía en los barrios; la piedra era gratuita, incluso para la construcción del horno. Cuando no había madera, las paredes se revestían con argamasa, zartadura, luego se revocaban, emokadura, y finalmente se encalaban. En algunas casas anteriores a la Segunda Guerra Mundial, se revocaban las paredes con una mezcla hecha de arcilla y boñiga de vaca, y, una vez se hubiera secado, se encalaba. Cada tres o cuatro años se encalaban las casas. Cada una tenía su manantial, iturri, y el agua de la cisterna era para los animales.

En una casa de campo típica el cuerpo de la vivienda está enmarcado por dos edificios: a un lado el establo, establia, en cuya parte superior está el henil, belartegia. En tiempos pasados se accedía al piso superior por un hueco, tranpa. En el suelo había un gran agujero desde donde se arrojaba el heno al fondo del establo, a un lugar llamado otaska. Después se han hecho otros agujeros, ziloak, que permiten distribuir el heno en los pesebres, mañaterak, sobre el comedero, aska, donde las vacas están colocadas de dos en dos. Al otro lado están el gallinero, oilotegi, y la cochiquera, zerritegi, en cuya parte superior está el granero, selarua. A lo largo de la pared se encuentra, hacia la fachada, la cisterna, ziterna, alimentada por un manantial o el agua de la lluvia. El agua se envía al establo mediante una bomba, beliera (del fr. bélier). Detrás se encuentra el horno de hacer el pan, ogi labea.

Casa Durruti. Ainhoa, 1929. Fuente: Yrizar, Joaquín de. Las casas vascas. San Sebastián: Librería Internacional, 1929, planchas XIX, XLI, XLVII y LXX.