Orden de los parientes en las bodas

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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En Zeanuri (B) durante la ceremonia, en la iglesia, los asistentes y parientes no guardan un orden especial en su colocación. Los contrayentes se sitúan en un lugar destacado cerca del altar, rodeados por los padrinos. En cambio en la mesa del banquete de bodas hay cierta tendencia a guardar un orden. En Zerain (G) en el banquete ocupaban el lugar preferente los novios, luego sus padres, los hermanos, los tíos, abuelos, el primer vecino y los invitados.

En Amorebieta-Etxano (B) hasta la década de los cincuenta del siglo XX el cortejo de boda lo formaban muy pocas personas. El novio acompañado de la madrina llegaba al altar y esperaba allí a la novia que venía con el padrino. Detrás de ella entraban los familiares más cercanos, seguidos de otros parientes y los amigos y conocidos invitados. A la finalización de la ceremonia, los primeros en salir eran los nuevos esposos acompañados de los padrinos y luego los demás.

En Berastegi (G) los novios se colocan en el centro y los padrinos a ambos lados. En el primer banco los padres de los contrayentes, a continuación los hermanos y en los siguientes bancos, los demás familiares.

En Legazpi (G) en tiempos pasados, además de los novios, iban a la iglesia los padrinos y los padres de los novios. En la comida que celebraban en la taberna del pueblo o en un restaurante el orden de colocación era: el sacerdote en la presidencia, en medio flanqueado por los novios y a continuación los padrinos también a cada lado. Luego los abuelos, después los hermanos, cuñados y sobrinos. El orden finalizaba con los tíos, los primos y otros invitados.

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En Obanos (N) en las bodas que se celebran en la iglesia sólo han tenido y tienen lugar preferente los padres de los novios y los padrinos de bautismo que hasta bien avanzado el siglo XX (década de los 60) solían ejercer de padrinos de boda. Los abuelos y abuelas también ocupaban un lugar destacado, en los primeros bancos. Hoy día se les suele colocar en un sitio preferente de la iglesia a los padres que no actúan de padrinos, incluso al lado de los respectivos padrinos, junto a los novios. También suele haber algún niño-niña llevando las arras y/o los anillos y se les ubica en buen sitio, normalmente en el primer banco. Se pone cuidado en que los abuelos y tíos mayores pasen a la parte delantera del templo.

En esta localidad, en el banquete, la mesa presidencial solía y suele estar constituida por los novios en el centro y a sus lados los respectivos padres y abuelos. No era extraño que frente a los novios se sentara el cura que los había casado, muchas veces pariente de uno de los contrayentes.

En Apodaca (A) la comitiva familiar a la iglesia guardaba el siguiente orden: el novio acompañado de sus padres, hermanos y amigos se acercaba al pueblo de la novia, y por el camino principal se dirigían después a la iglesia. Los niños iban siempre encabezando el grupo. La novia con el padrino encabezaba otra comitiva que salía de su casa a la iglesia. Las mozas del pueblo marchaban detrás. En la iglesia se entraba en el mismo orden. Dentro del templo los novios y los padrinos se colocaban delante, la familia de la novia a un lado y los del novio al otro. Los hombres al fondo de la iglesia; los no invitados en el coro. Cuando el banquete de bodas se celebraba en casa, en la sala-comedor se sentaban los novios, padres, cura, abuelos, padrinos y hermanos; los demás en el portal. Si el tiempo era bueno, el banquete se hacía al aire libre.

En Moreda (A) antiguamente el novio, aunque fuera foráneo, siempre acudía a casa de la novia para llevarla a la iglesia. En la casa de los padres de la novia se reunían todos los invitados, familiares y amigos. De aquí a la iglesia el camino se hacía a pie de manera informal, sin seguir un orden preestablecido. Aun así la comitiva estaba encabezada por la madrina y el novio, seguidos de la novia y el padrino, a continuación los familiares y amigos.

Hoy día con carácter general se puede decir que la comitiva nupcial se organiza a la puerta de la iglesia o del ayuntamiento porque los invitados se trasladan en automóvil. A la hora de sentarse a la mesa se observa un determinado orden, particularmente en la mesa principal pues los padrinos, los padres, etc., se colocan cerca de los nuevos esposos. Los demás comensales tienen con frecuencia los puestos asignados.