Antigüedad de las esquelas

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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A juzgar por la información recopilada el empleo de las esquelas no parece excesivamente antiguo, al menos de forma generalizada.

En el caso de las insertadas en periódicos, a pesar de que ya se tiene noticia de su publicación en el siglo pasado, su uso parece haber estado limitado a personas de cierto estatus económico y social. Además este procedimiento no ha sido el más eficaz para divulgar una noticia de esta naturaleza ya que hasta la reciente difusión y popularización de la prensa diaria, sólo era adquirida y leída por un porcentaje restringido de la población.

A continuación se recogen algunos ejemplos de la transición del uso de esquelas por parte de una minoría con mayores posibilidades económicas a toda la población en general.

En Lekunberri (N) el modo de comunicar una muerte por medio de esquelas en la prensa local se extendió desde la década de los treinta aproximadamente. En los primeros años sólo eran utilizadas por las familias más pudientes. También en Mélida (N) recuerdan que antaño sólo las gentes mejor situadas ponían esquelas en la prensa.

En Monreal (N) se introdujeron hacia los años cincuenta pero, a excepción de la gente más pudiente, no había costumbre de ponerlas. Se generalizaron a partir de los setenta. En Sangüesa (N) ocurrió lo mismo también hace unos cuarenta años y hace veinte que se extendió la costumbre.

En Mendiola (A) las esquelas ya estaban presentes a mediados de siglo y eran muy semejantes a las actuales. En Lezaun (N) la costumbre de colocarlas en el periódico comenzó esporádicamente en los inicios de los cincuenta.

En Portugalete (B) la publicación de esquelas en la prensa, si bien se ha hecho «desde siempre», no era en absoluto norma habitual debido a su carestía. Fue a partir de los sesenta cuando se popularizó. En esta localidad son las agencias funerarias las que, desde hace ya bastantes años, se encargan de insertarlas en los periódicos. En Apodaca (A) se ponen esquelas desde los años sesenta. En Ribera Alta y Salvatierra (A) la costumbre de insertarlas en la prensa escrita comenzó también hace treinta años.

En Bidegoian (G), hasta los años sesenta aproximadamente, eran cosa de los más adinerados; hoy en día es norma general que se publiquen esquelas prácticamente de todos los fallecidos.

En Beasain (G) la inserción de esquelas de forma generalizada en los diarios es una costumbre reciente no más antigua de veinticinco años; antes las ponían sólo los económicamente pudientes.

En Berganzo (A) recuerdan que la primera esquela data de principios de la década de los setenta. En Laguardia (A) hasta hace veinte años no se conocieron en la prensa, con posterioridad también se pusieron por las calles. También en Berastegi (G) se estila, de veinte años a esta parte, el publicar una esquela en el periódico. En Lemoiz (B) se insertan en los de mayor difusión desde hace quince años.