Emplazamiento en el cortejo

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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Respecto al emplazamiento de los ramos y coronas en la comitiva fúnebre se ha constatado que, a partir de la fecha en que su uso se ha generalizado, normalmente van ubicados entre el féretro y el duelo familiar.

Desde la implantación del coche fúnebre y la casi desaparición del cortejo a pie, las coronas, mientras la caja permanece en el vehículo, van enganchadas en él en unos soportes que tiene con este fin. Durante el trayecto a pie son llevadas en la mano y mientras se celebra el oficio religioso en la iglesia quedan depositadas en torno al féretro y sobre él.

De ordinario las llevan las mismas personas que las han encargado u otras por delegación de aquéllas. Generalmente familiares, amigos y compañeros de trabajo de la empresa en la que el fallecido prestaba sus servicios. También miembros de las Cofradías y Asociaciones a las que hubiera pertenecido el fallecido. Mención especial merecen los casos de personalidades públicas, a cuyas honras fúnebres suelen enviar coronas y flores numerosas entidades e instituciones.

En Vasconia continental lo común es que sean los vecinos o los niños los portadores.

Hay localidades donde es más frecuente que sean muchachas que muchachos quienes se encarguen de introducir en el templo los ramos de flores y las coronas (Bermeo-B). En algunos lugares son normalmente los familiares del difunto quienes los llevan (Carranza-B), o familiares y compañeros de trabajo (Abadiano, Durango-B). También se ha constatado la presencia, como portadores junto a los familiares, de vecinos jóvenes de ambos sexos (Zerain-G).

De ordinario, estos adornos florales son encargados por grupos de personas o colectivos de familiares y compañeros de trabajo (Murchante-N) y cuando el muerto es joven, son llevadas por sus propios amigos (Sangüesa-N).

Es muy frecuente que de los ramos y coronas de flores cuelguen lazos con la dedicatoria de los oferentes (San Román de San Millán-A) o que se agregue una cinta con unas palabras de recuerdo en letras doradas con inscripciones del siguiente estilo: «Recuerdo de tu esposa e hijos»; «... de tus amigos»; «... de tus compañeros» (Durango, Portugalete-B y Obanos-N).

En Heleta (BN), los portadores de las cruces y ramos de flores deben tener la condición de ser vecinos del difunto. Caminan detrás del féretro y son hombres o mujeres, según el sexo del fallecido.