Responsos en determinados días del año
En la festividad de Todos los Santos, 1 de noviembre, y el día de Animas, 2 de noviembre, todas las familias encendían su sepultura o fuesa y hacían en ella sus ofrendas para que los loo sacerdotes rezasen por sus difuntos[1].
En algunas localidades, el rezo de responsos ante las fuesas que recordaban a los muertos de la casa y de la familia se hacía también en otros días señalados del año.
En Zerain (G), el 17 de enero, festividad de San Antón, se celebraba el día de Animas del pueblo. El sacerdote rezaba al finalizar la misa un responso en la «sepultura de la Villa», erriko sepultura, emplazada en la primera fila. Hasta 1960 este mismo rito tenía lugar todos los primeros domingos de mes.
En Andoain (G), a comienzos de siglo, los días establecidos para el rezo de responsos eran: al terminar el novenario, el día de aniversario, el 1 de enero, el 2 de febrero, el 19 y el 25 de marzo, el segundo de las Pascuas, el 24 de junio, el 15 de agosto, el 8 de setiembre, la festividad de Ntra. Sra. del Rosario (octubre), los días 1, 2 y 11 de noviembre y el 25 de diciembre[2].
En Aduna (G), además de los dos primeros días de noviembre, el domingo y lunes de las Pascuas de Resurrección y Pentecostés, el 15 de Agosto, el 25 y el 26 de diciembre y el día del santo del difunto. La costumbre de ofrecer estos responsos duraba una generación y los hijos, mientras viviesen, los «sacaban» por sus padres[3].
En Ziga-Baztan (N), en los anos veinte, la víspera del santo patrón y por las Pascuas se sacaban infmidad de responsos; los segundos días de las Pascuas lo hacían las mujeres de fuera que eran oriundas del pueblo y tenían parientes enterrados en él. Era casi general en toda Navarra el cantar después de las vísperas domingueras un responso al que contestaba el pueblo de pie[4].