El duelo familiar en la actualidad

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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Hoy en día el duelo familiar se sitúa en los bancos delanteros próximos al altar. Al principio se colocaban los hombres a un lado y las mujeres al otro, pero va generalizándose el que el duelo familiar sea mixto, respetándose dentro de él, el orden de parentesco con el difunto.

En la mayoría de las localidades se ha recogido que las mujeres se ponen en el lado izquierdo, el del Evangelio mientras los hombres lo hacen en el derecho o de la Epístola.

En Lemoiz (B), desaparecidas las sepulturas, las mujeres del duelo se colocan en los primeros bancos del lado izquierdo y el duelo masculino en el derecho, guardando el orden de prioridad según el parentesco con el difunto. Igual ocurre en Lezama (B), en el lado de la Epístola se sitúa el duelo masculino y en el del Evangelio, el femenino. Este último lo preside la mujer de la familia más cercana al difunto y le siguen otras mujeres según el orden de parentesco; a continuación vienen las vecinas y las parientes más lejanas.

En Zeanuri (B), hoy día (años noventa), desaparecidas ya las sepulturas de la iglesia, el duelo de familiares varones se coloca en los primeros bancos del lado de la Epístola guardando el siguiente orden: presidiendo el duelo el pariente más cercano, después los parientes más próximos, otros parientes y los vecinos y familiares más lejanos. El duelo femenino que va en los primeros bancos del lado del Evangelio guarda un orden similar: encabeza la familiar más cercana al difunto, a continuación las parientes más próximas seguidas de otras parientes y por fin las vecinas y las familiares más lejanas.

En Zerain (G), en el año 1989 sobre las sepulturas familiares se colocaron bancos y se perdió lo que quedaba de las antiguas tradiciones que para entonces habían ido ya modificándose paulatinamente. Actualmente el cortejo de duelo es único y mixto. Los hombres y las mujeres acceden al templo simultanéamente y se colocan en los bancos delanteros del lado derecho. En Durango (B), por el contrario, en los últimos años el duelo masculino y femenino conjuntamente se coloca en los dos primeros bancos del lado del Evangelio.

En el territorio de Baja Navarra es también común que los hombres del duelo se coloquen en la iglesia en el lado derecho mirando al altar y las mujeres en el izquierdo. Así se ha constatado en Oragarre (BN). En Heleta (BN), desde los años ochenta, los hombres del duelo se sitúan en la planta del templo, en el lado de la Epístola, al par del duelo femenino que hoy día ocupa el lado del Evangelio; detrás de ellas, en el lado izquierdo, se colocan las restantes mujeres.

En Arberatze-Zilhekoa (BN) los hombres del duelo ocupan los bancos del lado derecho y las mujeres los del izquierdo. Los primeros bancos de ambos lados quedan vacíos salvo que haya niños portando cirios en el cortejo, en cuyo caso son ellos quienes los ocupan. Detrás del duelo, dolia, se colocan las mujeres que acuden a las exequias y los hombres se ponen en las tribunas.

En Lekunberri (BN), los primeros bancos correspondientes a los niños de primera comunión quedan libres. En la parte izquierda, detrás de los bancos de las niñas, va el duelo femenino. La primera vecina se coloca junto al pasillo a la derecha de la mujer más vinculada al difunto. Las restantes mujeres en los funerales no ocupan lugares fijos. Los hombres del duelo se colocan delante en el lado derecho, detrás de los bancos de los niños que permanecen vacíos. Los restantes hombres suben a las galerías.

También en el territorio de Lapurdi se ha constatado que los hombres se sitúan en la parte delantera derecha, mientras las mujeres lo hacen en la izquierda. Así se ha recogido en las localidades laburdinas de Bidarte y Beskoitze donde los hombres del duelo ocupan ahora las primeras filas del lado derecho que en las funciones ordinarias de la iglesia corresponden a los niños.

Esquema de colocación del duelo en la iglesia. Beskoitze (L). Fuente: Michel Duvert, Grupos Etniker Euskalerria.

En Azkaine (L), todo el duelo se emplaza en la nave de la iglesia en la parte delantera, las mujeres en el lado del Evangelio y los hombres en el de la Epístola. El resto de asistentes se coloca como de costumbre, las mujeres en las sillas o en los bancos, detrás del duelo y los hombres en las galerías.

En Hazparne (L), a los lados del féretro se sitúa el duelo, minduria. En la primera fila de la parte izquierda se acomodan las mujeres más próximas al difunto, entre ellas generalmente la primera vecina, que, de lo contrario, se coloca justo detrás. En el lado derecho van los hombres, en la primera fila los más cercanos al difunto y con ellos el primer vecino. Los demás asistentes, los hombres en el lado derecho y las mujeres en el izquierdo.

En algunas localidades la tradición recogida ha sido la contraria, reservándose a los hombres el lado izquierdo, el del Evangelio y a las mujeres el derecho o de la Epístola.

En Aramaio (A), en el año 1954 se suprimieron las sepulturas y se colocaron bancos para todos. Los dos primeros se reservaban para la familia del difunto y a continuación se ubicaban los hombres a la izquierda y las mujeres a la derecha. Hoy día aunque hombres y mujeres comparten asiento, sigue existiendo la tendencia a ponerse ellos a un lado y ellas al otro.

En Mendiola (A), los hombres ocupan los bancos del lado izquierdo y las mujeres los del derecho. En Amorebieta Etxano (B) y Elgoibar (G) se ha recogido la misma tradición. Los bancos delanteros izquierdos corresponden al duelo masculino y los derechos al femenino. En Armendaritze (BN), los del duelo se ponen en las filas delanteras, las mujeres en la parte derecha y los hombres en la izquierda. Los niños pueden estar tanto en un lado como en el otro.

Finalmente, en varias localidades encuestadas se ha señalado que los primeros bancos están reservados al duelo sin precisar en todos los casos si sus componentes se sitúan juntos o en qué lado se ubican.

En Carranza (B), los familiares se colocan en los primeros bancos y el resto de los asistentes a continuación. En la mayoría de las parroquias aún subsiste la tradición de que las mujeres se sitúen a un lado y los hombres a otro aunque se observa recientemente una tendencia a la ruptura de este hábito.

En Berganzo, Bernedo (A) y San Martín de Unx (N) el cortejo fúnebre se coloca en los bancos delanteros. En Murchante (N), las costumbres relacionadas con el cortejo fueron cambiando y simplificándose desde mediados de los años sesenta y también sirven los primeros bancos para acomodo de los familiares del difunto. En Plentzia (B), en el barrio de Isuzkiza, los primeros bancos, denominados lutu aurkük, están reservados a los familiares del difunto tanto hombres como mujeres.

En Salvatierra (A), las sepulturas simbólicas de la iglesia se suprimieron en los años cuarenta y en su lugar se pusieron bancos. Desde entonces el duelo se coloca en los primeros bancos, ellos a un lado y ellas al otro. El público se sitúa a continuación formando también dos grandes grupos, los hombres y las mujeres detrás del duelo masculino y femenino respectivamente.

En Bermeo (B), hasta el año 1985, la mitad delantera de la nave parroquial de la iglesia de Santa María estuvo ocupada por bancos y la parte zaguera por sillas. Los hombres se colocaban en aquéllos y las mujeres en éstas. Hoy día, al haber desaparecido las sillas, los familiares de ambos sexos ocupan los primeros bancos de cada lado.

En Izpura (BN), los hombres del duelo se situaban y siguen haciéndolo en los bancos delanteros donde en las funciones religiosas ordinarias se ponen los niños. Los demás hombres se colocan en las galerías y los niños y muchachos si asisten se ponen con ellos. Las mujeres del duelo se colocan en filas de sillas junto al féretro.

En Oragarre (BN), hoy día, los hombres se colocan en la nave del templo con las mujeres. Antiguamente ellos se situaban en la primera tribuna frontal al fondo de la iglesia.