Ofrendas en días señalados

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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Como ya se ha mencionado anteriormente al describir las ofrendas en el periodo de luto, en Ataun (G) se ofrendaba también en las fiestas y medias fiestas que cayeran entre semana. Igual tradición se ha recogido en otras localidades donde además se hacía lo propio en otras fiestas señaladas a lo largo del año de luto. El ritual era siempre el mismo. La mujer o las mujeres que hacían la ofrenda la depositaban en un cestaño o una bandeja en el momento del ofertorio de la misa mayor después de besar la estola del sacerdote.

En Zerain (G), las casas que tenían paño negro en la sepultura, es decir, que estaban en periodo de luto, ofrendaban entre uno y cuatro panecillos, anima-olatak, los días de Ostegun Santu, Igokundea y Festa Berri, festividades de Jueves Santo, Ascensión y Corpus Christi respectivamente. También ofrecían otros días de media fiesta como la Candelaria, Kandelarie, San Isidro, San Juan y la Santa Cruz, Santikrutz.

En Oiartzun (G), durante el año de luto de los entierros de primera, la que iba de segizioa ofrendaba los lunes un huevo o diez céntimos; los lunes de Pascua pan, vela y libra y media de carne; por Pascua de Resurrección en vez de carne corriente, un cuarto de cordero; y pan, vela y fruta (manzanas, peras) por Reyes[1]. En esta última festividad también en Ulzama (N) se ofrendaban oblatas blancas muy delgadas, manzanas y huevos y en Amezketa (G) las mujeres ofrecían tres peras o manzanas por cada casa[2].

En Andoain (G), en los años veinte, eran días señalados de ofrenda, ofrenda-egunak, para todas las familias, los lunes de las dos Pascuas (Resurrección y Pentecostés) y el segundo día de Natividad, el 11 de noviembre y el 22 de julio, fiesta de la Magdalena[3].

En Getaria (G) también había festividades litúrgicas especiales para realizar la ofrenda tales como las Pascuas de Navidad, Resurrección y Pentecostés y el día 15 de agosto, festividad de la Asunción de Nuestra Señora.

En Pasajes (G), las mujeres ofrendaban pan, cera y limosnas, durante el periodo de luto todos los domingos, lunes y viernes, además de los días del funeral, novenario y cabo de ano. El día de Reyes y Candelaria ofrendaban frutos de la tierra[4]. En Altza (G), en los años veinte, se hacía ofrenda de pan, ofrenda-ogia, además de los domingos, los lunes y los viernes[5].

En algunos lugares se ha recogido la costumbre de ofrendar un día señalado del calendario que en dichas localidades celebraban como día de Animas, además del 2 de noviembre.

En Zerain (G), el día 17 de enero (Ilbeltzaren 17an), festividad de San Antón, que en esta localidad se celebraba como día de Animas, se llevaban panecillos a las sepulturas y se intercambiaban ofrendas entre las familias que observaban esta costumbre de reciprocidad, artu-emanekoak. Ofrendaban, además de las mujeres, el alcalde y los concejales del pueblo y en el rito de entrega del pan éstos pasaban a besar la estola del sacerdote antes que las mujeres.

En Obanos (N), el 14 de enero era día de Almas en la localidad y se ofrendaba en la iglesia «pan de almas» o un robo de trigo.

En Améscoa (N), a principios de este siglo aún se conservaba la costumbre de que las familias pudientes del pueblo hicieran ofrenda de pan en la misa cantada de Difuntos que se celebraba el lunes de la semana de Pasión, día de San Lázaro[6].


 
  1. AEF, III (1923) p. 81.
  2. Resurrección Mª de AZKUE. Euskalerriaren Yakintza. Tomo I. Madrid, 1935, p. 206.
  3. AEF, III (1923) p. 102.
  4. Fermín ITURRIOZ. Pasajes. Resumen histórico. San Sebastián, 1952, p. 187.
  5. AEF, III (1923) p. 96.
  6. Luciano LAPUENTE. “Estudio etnografico de Améscoa” in CEEN, III (1971) p. 147.