El vestir de los componentes del duelo hoy

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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De los datos recogidos se desprende que la modificación en los hábitos generales del vestir y el cambio -de costumbres han afectado también al luto. La utilización del color negro en la indumentaria del entierro ocupa hoy un lugar más secundario que en tiempos pasados y está reservado casi exclusivamente a los representantes más significados del duelo. A tenor de los testimonios registrados, el luto se ha mitigado pasando a tener un valor testimonial.

En Amézaga de Zuya (A), el luto no es tan riguroso como antes, aunque algunas personas lo siguen manteniendo. Igual ocurre en Gorozika (B), donde no se exige vestir de negro.

En Ezkio (G) hay quien utiliza todavía el color negro en su indumentaria pero la gente, en general, viste a su aire. En Elosua (G) se ha constatado también que la obligatoriedad de determinadas costumbres en el vestir, en los entierros, se ha suavizado.

En Allo (N), los hombres visten de luto y algunas mujeres lo llevan pero mucho menos riguroso que antes.

En Aria (N), el vestir de luto el día del funeral va desapareciendo paulatinamente. Incluso los familiares más allegados visten de alivio, blanco, gris, o combinando ambos colores con negro. Los asistentes visten de color.

En Viana (N) van más lejos y para los encuestados el luto ha perdido vigencia, si acaso a veces los hombres se ponen corbata negra. También en Apodaca y Narvaja (A) visten con ropa ordinaria, «de sport», y las exigencias del luto han desaparecido incluso para los familiares del finado.

En Moreda (A), sólo llevan algo de luto las mujeres durante el entierro. Incluso el guardar luto depende de la proximidad e importancia del difunto. Los que acuden a las honras fúnebres siguen vistiendo buena ropa, la de los días festivos u ocasiones especiales, no la de los días laborables. También en Garagarza-Arrasate (G) se ha constatado que se visten con el traje o la ropa de los días de fiesta.

En Bermeo (B), a partir de la década de los sesenta, únicamente algunos familiares cercanos y otros hombres de edad adulta acuden trajeados, el resto lo hace ataviado con prendas de «sport». Hoy día, sólo las ancianas observan el luto riguroso, las demás van de oscuro.

En Carranza (B), tanto los hombres como las mujeres visten ropa discreta, los hombres mayores de oscuro y las mujeres de edad todavía de luto.

En Lemoiz (B), los hombres van con camisa blanca, traje oscuro y zapatos negros. Las mujeres de negro y entre los jóvenes hay una mayor libertad en el vestir.

En Zerain (G), para la ceremonia religiosa la viuda y los hijos visten con ropa de día festivo de color negro o de medio luto. El luto es observado más estrictamente por los familiares de la propia casa. Los hombres, si la ceremonia tiene lugar en verano, visten pantalón oscuro, camisa blanca remangada o de manga corta, sin corbata. Los de más edad tocados con la boina. En invierno, los mayores con traje y los jóvenes con cazadora sobre camisa blanca.

En Obanos (N), los familiares siguen prefiriendo el negro, el morado o los colores discretos para sus prendas.

En San Martín de Unx (N), entre los familiares más directos del difunto, las mujeres visten de negro y los hombres llevan corbata negra. Después de las exequias fúnebres no se lleva el luto; si acaso, a veces, la viuda.

En Irulegi (BN), en los años setenta, se ha abandonado el uso de las prendas de duelo femeninas, mantaleta y kaputxina, y masculina, taufierra, vistiendo ahora ropas ordinarias.

En Izpura (BN), en estos últimos años se va a los entierros incluso con ropa de color. El luto ha desaparecido.

Portadora de ofrendas en el cortejo, ogidunak. Elosua (G). Fuente: Miren Goñi, Grupos Etniker Euskalerria.