Ritos funerarios en Obanos (Navarra)

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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II. 238. ¿QUE PRESAGIOS DE MUERTE SE CONOCEN? ¿COMO SE LLAMA LA AGONIA? ¿QUE PRACTICAS SE OBSERVAN DURANTE LA AGONIA? ¿QUE SE HACE PARA HACERLA MAS LLEVADERA?

Al oír la pregunta se muestran cautelosos, parece que no les gusta hablar de la muerte. La respuesta es: «Los moscardones o 'moscas de macho'».

Cuando aparece en casa un moscardón se dice: «Malas noticias» o también «¿Qué, nos traerá malas noticias?».

Ponerse la ropa del revés también es presagio de que algo, bueno o malo, va a ocurrir. Puede que reciban, en el día, la noticia de la muerte de un familiar.

Por el sonido de las campanas también se presagia muerte: «Cuando suenan tristes las campanas se dice 'parece que va a morir alguno'».

La agonía se llama con el mismo nombre «agonía». Se suele decir «ya ha entrau en agonía».

Los signos físicos de entrar en agonía son, sudor frío, «estar postrau», boca seca que a veces se pone como una «apostema» (postilla), «pérdida de la cabeza», generalmente como un ronquido, un sofoco, «depende de cada organismo».

Tradicionalmente se mojan los labios con agua y un algodón pero sin que beba porque si bebe «se ahoga y se acelera la muerte». Se le refresca con paños mojados y agua de colonia la frente, se le da aire. Además se avisa al párroco o al sacerdote que esté en el pueblo quien le hace la recomendación del alma según su forma de ser y vida que haya llevado, según el grado de fe que haya llevado durante la vida. Alguna informante recuerda que su madre rezaba «yo que sé cuanto!» las letanías de los Santos... a San José, abogado de la buena muerte. Si ha llegado el cura es él quien rezará según el rito católico la recomendación del alma.

También antaño, cuando había un enfermo grave en casa se encendía la vela del día de Almas, que había estado encendida en la fuesa de la iglesia.

Actualmente, la mayor parte de los vecinos mueren en los centros sanitarios de Pamplona y son los médicos y enfermeras quienes se ocupan de «aliviar» los últimos momentos. La preparación espiritual se procura hacer antes de que el enfermo entre en agonía haciéndole saber, con más o menos claridad, que está próxima la muerte.


II. 239. ¿QUIEN ES EL ENCARGADO DE AVISAR AL CURA Y AL MEDICO? ¿QUIEN DEBE ACOMPAÑAR AL VIATICO? ¿QUIEN DESCUBRE LOS PIES AL ENFERMO PARA DARLE UNCION? ¿QUE ASISTENCIA RECIBE EL PACIENTE DURANTE SU ENFERMEDAD DE PARTE DE SUS PARIENTES YVECINOS?

En estos aspectos se han introducido cambios importantes a partir de la década de los sesenta, coincidiendo con las reformas y tras el Concilio Vaticano II.

En 1922, el párroco Dn. Salvador Garisoain recogía:

«Las familias son solícitas en avisar al párroco cuando tienen algún enfermo grave, nunca se negó sepultura eclesiástica a ningún vecino difunto».

La familia o cualquier vecino, si no hay familiares, se encarga de avisar al cura y al médico.


El Viático

Tradicionalmente (hasta finales de la década de los 60), si ocurría durante el día se tocaba «a agonía» y los que podían acudían al porche de la iglesia para acompañar al Señor. Lo llevaba el sacerdote precedido del sacristán con la cruz y un monaguillo con la campanilla. Junto a él iba el familiar o vecino varón que había ido a avisar al sacerdote, llevando el farol del Viático que se guardaba en la iglesia. El pueblo que acompañaba iba detrás y los que tropezaban por la calle se arrodillaban a su paso.

Cuando se trataba de un enfermo crónico se anunciaba el Viático antes del toque del Rosario de la tarde mediante 5 campanadas espaciadas que precedían al toque del Rosario. La gente decía «Ya hay Viático». El párroco al empezar el Rosario anunciaba para quién era. Finalizado el rezo del rosario, cuatro o seis parientes del enfermo escoltaban al sacerdote que llevaba el Viático, con hachones de cera que se alquilaban con tal fin en una tienda del pueblo. Iban con todos los que habían ido al Rosario en procesión. Llegados a la casa, subían sólo el sacerdote con los parientes, el sacristán y el monaguillo. El resto del pueblo se quedaba en la entrada de la casa y en la calle rezando las letanías dirigidas por alguna mujer. Recuerdan que, al llegar al «Salus Infirmorum», se repetía tres veces, las demás sólo una. Al final se rezaba un Avemaría o una Salve por el enfermo. «Antes impresionaba mucho, era muy tétrico, sólo «el bolso de la unción», de color morado ya impresionaba».

Actualmente se suele preparar al enfermo con tiempo y se da la Unción cuando está consciente antes de que entre en agonía, como un sacramento más. Asisten los familiares y el enfermo, consciente, contesta y participa. Al sacerdote, que suele ir en coche, no le acompaña nadie.

Cualquier familiar es el que descubre los pies del enfermo para darle la Unción.

El enfermo recibe toda la asistencia que necesita en alimentos, medicinas e higiene. Si la enfermedad es larga se turnan para asistirle e incluso velarle. Los vecinos de más trato también se vuelcan.

Tradicionalmente, en la habitación del enfermo se ponía una mesita con un mantel blanco y una copa de agua para darle al enfermo después de comulgar. Sobre la cama del enfermo, un paño de comunión y si no tenían, una servilleta o una toalla de hilo. Se encendían dos velas que solían ser las que se habían llevado a la iglesia el día de almas o al añal. Todo bien limpio e iluminado, perfumada la cama del enfermo con agua de colonia.

Actualmente no se ponen velas y en general tampoco paño de comunión. Es un acto muy familiar y se procura que lo reciba el enfermo cuando está consciente. No es tan tétrico.

Hoy en día asisten al rito familiares próximos del enfermo. Anteriormente ya se ha señalado quiénes lo hacían antaño.


II. 240. ¿A QUE CAUSAS SE ATRIBUYE LA MUERTE? ¿HAY CREENCIAS DE QUE EL ALMA SALE DE MODO VISIBLE? ¿EN QUE FORMA? ¿DONDE SE COLOCA AL MUERTO? ¿QUE SE DICE A PROPOSITO DE LA «SEPARACION DEL ALMA Y DEL CUERPO»? ¿SE HACE ALGUNA APERTURA EN LA CASA (VENTANA) O EN EL TEJADO (TEJA)? ¿QUIEN CIERRA LOS OJOS AL MUERTO? ¿SE JUNTAN LAS MANOS YLOS PIES DEL MUERTO? ¿POR QUE RAZON? ¿SE LE CIERRA LA BOCA?

La muerte se atribuye a causas naturales en general, enfermedad, caídas... Depende de cada caso concreto. En algún caso puede deberse a falta de ganas de vivir por alguna pena, por falta de ilusión por la vida, nunca a causas ajenas a la propia persona. Hoy aumentan las muertes por accidente de tráfico.

El alma, al ser espíritu, se escapa de modo invisible.

En cuanto a la colocación del cadáver se han producido algunos cambios que trataremos de explicar:

En el Archivo parroquial se encuentra el Libro de la Cofradía de la Beracruz de la Villa de Obanos, que da principio el año de 1807 (Vid. Begiristain-Zubiaur 1990, p. 468 y ss.). En las actas correspondientes a 1824 se lee que los gastos habituales consistían en pagar al mayordomo, a la «mortajadora», enterrador y «demandadera» (la encargada de llevar avisos)...... y en la función de ánimas Otros gastos......... , los estipendios de las Misas, la cera gastada, los gastos de los entierros y «misas de cruz» (funerales)... etc.

En dicho año se especifica que a los cadáveres se les colocaba sobre una mesa y que descansaban sobre una «manta» de la Cofradía. Luego, al menos los cofrades de la Beracruz, sabemos que en tanto estuvo vigente, descansaban en una mesa y sobre la manta de la Cofradía.

En el siglo actual, los informantes recuerdan que nada más morir, se colocaba el cadáver en el suelo, tal vez sobre una manta y en la mayoría de los casos, ponían unas tablas encima del colchón y una colcha. Se amortajaba al difunto y se le volvía a colocar sobre la cama. Poco antes del entierro acudía el carpintero y, con algún vecino y pariente, metían el cadáver en la caja. Esta costumbre ha durado hasta bien avanzada la década de los sesenta.

Actualmente, se arregla el cadáver sobre la cama y se le mete en el ataúd en cuanto éste llega a casa si muere en el pueblo (la palabra ataúd no se ha usado mucho en Obanos, más frecuente ha sido y aún es la palabra caja).

El encargado de cerrarle los ojos al muerto es el que le asiste en ese momento: un familiar, el cura o el médico si están presentes.

Se le cierra la boca sujetando la mandíbula con un pañuelo blanco pára que no se desencaje. Cuando se enfría el cadáver se le quita. Los pies también se le juntan en caliente con una goma por razones prácticas, «para que entre mejor en la caja», y estéticas, «porque hace feo que esté con las piernas anchas».

También se le juntan las manos y se coloca un rosario o una cruz entre las manos, en actitud de orar.

Hasta la década de los cuarenta, recuerdan los informantes de edad, que se ponía un plato de sal sobre el vientre «pa que no se hinche», y junto a la cabeza del difunto una lamparilla de aceite encendida todo el tiempo.

María Vergara que murió en 1945 repetía: «Yo flores no quiero, sino luz en vida y muerte».

Otra práctica habitual ha sido la bula de difuntos, papel del tamaño de una cuartilla que se iba a coger a la casa parroquial en beneficio del difunto y se metía dentro del ataúd. Esta bula concedía indulgencia plenaria en favor del alma por quien se tomaba.


II. 241. ¿QUE SIGNOS DE DUELO SE ADOPTAN EN LA CASA DONDE HA OCURRIDO LA DEFUNCION? ¿SE CIERRAN LAS VENTANAS? ¿SE CUBREN LOS ESPEJOS? ¿LOS ESCUDOS DE ARMAS? ¿LAS COLMENAS?

Los familiares apenas salen de casa mientras está el cadáver. Son las vecinas o familiares lejanos quienes se ocupan de todo: compras, preparativos...

No hay constancia de que se cubrieran espejos ni colmenas con motivo de una muerte.

Cuando se llevaban las reatas de caballos a la iglesia el día de San Antón, la casa que estaba de luto no les ponía los collarones con cascabeles. Algunos creen que se les ponía algo negro, un trapico.

En la procesión del Corpus, en las colgaduras de los balcones, la casa de luto añadía un crespón negro en el centro.

Antiguamente, las casas con escudo lo cubrían con una tela negra. La última casa que cubrió los escudos fue la de Músquiz, al morir la dueña Doña Camino Jaurrieta, en la década de los 50, pero ya la costumbre no se practicaba.

Durante las fiestas, la familia de luto no abría ventanas ni la puerta cuando pasaba la música por la calle. Incluso si la muerte se había producido hacía poco, la banda dejaba de tocar, en señal de respeto, al pasar por delante de dicha casa.

Actualmente, parece que nadie está atento a estas costumbres pero a las personas de edad les parece mal que no haya más respeto por los lutos. Una informante me dice: «Cuando murió mi hijo y oía la música de fiestas me daba una lloreta. La música te alegra si estás contento, pero si estás triste por un luto parece que te entristece más».


II. 241-bis. ¿QUIEN ASUME LA DIRECCION DE LAS LABORES DOMESTICAS MIENTRAS EL CADAVER PERMANECE EN CASA? ¿LOS VECINOS? ¿QUIENES SE ENTIENDEN POR TALES? ¿LOS DE LA CASA MAS PROXIMA? ¿LOS DE LA VIVIENDA DEL OTRO LADO O PISO DE LA MISMA CASA? ¿QUIENES CONDUCEN LA CRUZ PARROQUIAL A LA CASA MORTUORIA?

En Obanos, hasta los años setenta, no ha habido casas con varias viviendas, cada familia vivía en su casa.

Mientras el cadáver permanece en la casa solían ser las vecinas, parientes lejanas (primas), las que se ocupaban de comidas y compras. Acudían a ayudar en cuanto se les llamaba o se enteraban de que «había novedad». No ha habido obligación especial en razón de vecindad sino más bien por la amistad y el trato que han tenido en vida. De hecho, para amortajar se llamaba y se llama a personas que se saben dispuestas y a cualquiera que pase por la calle.

No se vestían de luto las vecinas por serlo, sólo en caso de parentesco o relación estrecha si se les pedía que hicieran de luteras.

La Cruz parroquial a la casa mortuoria la han llevado siempre los sacristanes o sus descendientes y se guarda en la iglesia.

Las vecinas y parientes en 2.° ó 3.° grado, además de ocuparse de las cosas de la casa, se preocupaban de ayudar a teñir ropa de negro y de prestar ropa para el funeral si habían tenido un luto hacía poco tiempo.


II. 242. ¿A QUIENES Y COMO SE ANUNCIA EL FALLECIMIENTO DE UNA PERSONA? ¿QUIEN SE ENCARGA DE ESTO? ¿SE ANUNCIA A LOS ANIMALES DOMESTICOS? ¿COMO? ¿QUIEN? INDICAR LAS FORMULAS DE LA MUERTE TANTO A PERSONAS COMO ANIMALES DOMESTICOS.

Se anuncia a todos los parientes del pueblo y a parientes en primer grado y segundo que viven fuera del pueblo, y a los vecinos del barrio (calle).

Hasta mediados de siglo iba a avisar a los parientes del pueblo o la chica que trabajaba en la casa o un familiar. Fuera del pueblo se avisaba por medio de «un propio» que iba en caballería hasta que se puso teléfono.

A finales de la década de los setenta se generaliza la esquela en el periódico y se usa también el teléfono. Se anunciaba quién había muerto y la hora del entierro porque los parientes varones y los vecinos de la calle iban «al banco» (hasta 1977). «Ir al banco» significa que durante el funeral se ponían los hombres en los bancos de delante que se separaban con tal fin. Hoy se ponen delante los familiares pero mezclados hombres y mujeres. Hasta 1977 «ir al banco» suponía vestirse de domingo para acompañar de cerca al difunto, y sólo los varones.

Se daba aviso para ser «luteras» y también se avisaba a los porteadores, los «llevadores»: seis hombres que no solían tener parentesco. Se recuerda que Dña. Concepción Arraiza, en los años cuarenta, dejó a 5 duros para cada «llevador».

Si el difunto era cofrade (de S. Sebastián...) el hermano colector se ocupaba, según el articulo 5. ° de avisar a los demás hermanos la hora del entierro y de elegir entre éstos cuatro o seis según fuese necesario, para la conducción del cadáver al cementerio.

Una forma de recordar a todos que había un cadáver en el pueblo era mediante los auroros. Estos, a principios de siglo, cuando fallecía un vecino recorrían el pueblo cantando y rezando Padrenuestros con toques de campanilla. Se paraban unas veinte veces a rezar por el alma del difunto. Tanto es así que le sacaron la siguiente copla:

Redín con el tamborín
Chistor con sus campanillas
Víctor y el señor Joaquín,
andan de esquina en esquina
y no nos dejan dormir.


II. 243. ¿SE QUEMAN HIERBAS EN LA HABITA CION MORTUORIA? ¿QUE HIERBAS?

Una informante (de sesenta años) tiene un recuerdo vago de que se quemaba alguna hierba para purificar o limpiar el ambiente pero no recuerda bien qué hierbas. Esta informante dice que no hay que echar colonia ya que da mal olor.

Se suele quemar azúcar para quitar los olores. Hoy no se queman hierbas.


II. 244. ¿COMO SE AMORTAJA EL CADAVER? ¿QUIEN LO LAVA YAMORTAJA? ¿CON QUE SE LE LAVA? DESCRIBIR LAS DIFERENTES MORTAJAS EN FUNCION DE LA EDAD, SEXO Y ESTAMENTO.

No hay una norma general. Si el difunto está sucio, «se ha orinado», se le lava para que no huela mal con agua y jabón y una esponja. Pero en caso contrario sólo se le lava la cara y las manos con una toalla mojada. Ahora incluso se les retoca un poco la cara si son mujeres.

Se hace todo en caliente antes de que se vuelvan rígidos.

Respecto a la mortaja también hay diferencias dependiendo de cada familia. «Se le pone la ropa que ha dejado la familia». En general, el mejor traje. Antaño era frecuente enterrar a los hombres con el traje de la boda que era el único que tenían. A unos les ponen zapatos y a la mayoría sólo calcetines.

Algunos informantes me dicen que se les suele «mortajar» sólo con una sábana tapando la ropa que llevaban puesta que puede ser vieja o del campo. «Resulta más fácil, no vas a empezar a moverles».

No recuerdan los informantes que hubiera una «amortajadora». Hay mujeres y algún hombre más dispuestos a ello y les suelen llamar o ellos mismos acuden. No importa el sexo del difunto, les puede amortajar hombre o mujer. Tampoco se les suele quitar toda la ropa que llevan más bien se les arregla.

En los libros de la cofradía de San Sebastián y Vera Cruz se habla de la «mortajadora»; es posible que antaño hubiera alguien con este oficio.

Hoy, como es frecuente la muerte en clínicas, se ocupan de todo las enfermeras. Se dan dos tipos de mortaja: el traje de calle y la sábana o sudario. A los sacerdotes se les entierra con sotana. No ha habido costumbre de enterrar con hábitos.

En estos últimos años se dan casos de que sean los propios hijos los que se ocupen de amortajar a los padres. Lo tradicional ha sido que lo hicieran personas que no tuvieran nada que ver con el difunto.

Antes de empezar a amortajar, en cuanto se produce la defunción suelen abrirse todas las ventanas para que se vaya todo el olor y, hasta hace 15 años, se traía agua bendita de la iglesia para echar por la habitación. Se rociaba todo, especialmente el cadáver diciendo:

Agua bendita
por Dios consagrada
bendice su cuerpo
y salva su alma.


II. 245. ¿SE COLOCABA ALGUN OBJETO EN LAS MANOS DEL CADAVER, EN LA MORTAJA, EN EL ATAUD O EN LA SEPULTURA? ¿SE COLOCA JUNTO Al. CADAVER ALGUNA LUZ ESPECIAL?

Tradicionalmente se ha colocado entre las manos del difunto un crucifijo y algunos el rosario. Antes también colocaban los evangelios y escapularios de la Virgen del Carmen. Además, sobre el pecho, en el momento de cerrar la caja, se metía la bula de difuntos (Vid. pregunta 240).

La lamparilla de aceite o la vela de almas solía alumbrar la cabecera del agonizante.

En el antiguo cementerio que rodeaba la iglesia vieja, se encontraron medallas de latón de la Virgen y una de San Juan Bautista, patrono del pueblo.


II. 246. ¿SE VELA EL CADAVER? ¿QUIENES VELAN Y QUE PRACTICAN EN TAL OCASION? ¿QUE NOMBRE RECIBE EL VELATORIO? ¿SE TOMAN ALIMENTOS O BEBIDAS DURANTE EL VELATORIO?

Siempre se han velado los cadáveres. Ahora si están en tanatorios, por la noche no los suelen velar.

Han sido los familiares, vecinos y amigos los que se han reunido para velar. Solían ser varones. Ahora si se vela suelen hacerlo también mujeres.

Se habla de «velar» o «velatorio». Suele rezarse al comienzo el Rosario o algún misterio del Rosario suelto diciendo al final: «descanse en paz».

Cuando tenía lugar en el pueblo y acudían conocidos a velar, se solía poner en la cocina o en otra sala diferente de la del velatorio, «algo p'a picar»: pastas, café, vino, chorizo, queso...


II. 246-bis. ¿SE TAÑEN LAS CAMPANAS DE LA IGLESIA CUANDO OCURRE UNA DEFUNCION? ¿COMO ES ESTE TOQUE? ¿COMO SE LLAMA? ¿SE TAÑEN TAMBIEN DURANTE EL ENTIERRO Y FUNERAL? ¿SE TOCA LA CAMPANA DE LA ERMITA MAS PROXIMA A LA CASA?

Ya hemos mencionado el aviso de Viático que consistía en 5 campanadas espaciadas.

«Toque de agonía» se llama al toque que se hace cuando ha muerto alguien. Incluso para avisar de la muerte de alguien del pueblo en accidente fuera del mismo, en cuanto se tiene la noticia de la muerte. Consiste en tres campanadas profundas y espaciadas y a continuación 30 seguidas. Representan la edad de Jesús cuando murió, 33 años.

En Añorbe, pueblo próximo de Valdizarbe, tocan igual pero al final, añaden una campanada espaciada si es hombre y dos si es mujer.

Desde que el sacerdote acude a la casa para ir con el cadáver a la iglesia se toca «a muerto», todas las campanadas que hagan falta pero lentas, espaciadas «como tristes». Se vuelve a tocar con el mismo sonido y ritmo desde que termina el funeral hasta que se despide al cadáver en el límite del pueblo, camino del cementerio, donde casa Eldegi. Durante la misa de funeral no se tocan campanas.

Cuando el muerto era un niño, párvulo, se tocaba «a gloria» con la campana pequeña y un sonido muy agudo porque «ya hay otro angelico en el cielo».


II. 247. ¿SE COLOCA EL CADAVER EN ATAUD O EN ANGARILLAS? ¿DE QUE COLOR Y FORMA SON ESTAS Y AQUEL? ¿LLEVAN ADORNOS ESPECIALES? ¿CUANDO DESAPARECIERON LAS ANGARILLAS O ANDAS? ¿QUIEN FABRICA O FABRICABA LOS ATAUDES? ¿TIENE EL CARPINTERO ALGUNA FUNCION PARTICULAR EN LA DISPOSICION DE LA HABITACION MORTUORIA, EN LA RECEPCION DE LAS VISITAS, EN LA PUESTA EN ORDEN DEL CORTEJO FUNEBRE? OTRAS FUNCIONES.

Siempre se ha colocado y se sigue colocando en un ataúd llamado «caja».

Una vez amortajado, se ponía una tabla sobre la cama cubierta con una sábana blanca y encima se ponía el cadáver. Se dejaba allí hasta el momento del funeral; un rato antes, el carpintero llevaba el ataúd y con ayuda de algún hombre lo metían dentro y lo clavaban. Ahora los meten enseguida en la caja.

Hace unos años el carpintero hizo unas andas («bayarte») de madera del tamaño de una caja para facilitar la conducción del féretro incluso desde el furgón fúnebre al altar. Lo guardan en la Carpintería.

Antaño, el ataúd era de pino y se forraba de telas negras/blancas compradas en Puente la Reina. Se le añadían unos flecos. Si el muerto era soltero la tela era blanca y encima de la caja colocaban una gran corona de plumas y flores artificiales de las que colgaban 4 cintas llevadas durante el cortejo por las «Hijas de María». Hacia 1942 se perdió esta costumbre. La corona se guardaba y se prestaba a quien la necesitara.

La forma de los antiguos ataúdes era rectangular, una verdadera caja. Ahora hay catálogos con fotos en color, indicación de maderas, acabados etc. Son de bordes más redondeados, algo antropomorfos.

Antaño se adornaban con flecos y, a veces, unos adornos dorados o plateados de papel; la cruz en la tapa es y ha sido lo más tradicional.

No recuerdan el uso de angarillas para el cadáver. Estas se usan, como se ha dicho, para facilitar el traslado del ataúd.

El carpintero ha sido quien ha fabricado los ataúdes. Cuando moría alguien se le veía ir «con la vara de medir» a la casa del difunto. Era un dicho común «ya va el señor José, con la vara de medir». Lo demás se sobreentendía. Ahora, para los que mueren en el pueblo, él mismo los vende según catálogo e incluso deja su coche para llevarlo al cementerio.

La función del carpintero ha sido la de colocar el cadáver en la caja y clavarla. Si faltaba algún familiar próximo (hijo) se esperaba hasta el último momento para clavarla por si lo quería ver.

También proporciona unas pequeñas cajas de pino cuando hay que proceder a enterramientos secundarios, bien por haber comprado la familia terreno, para juntar a todos los abuelos, etc. o bien porque se tenga que enterrar y haya que hacer sitio retirando los huesos de algún abuelo de la misma familia. Los del común van al osario sin caja.


II. 248. ¿QUE SIGNIFICADO SE ATRIBUYE A LA FACHA EN QUE HA QUEDADO EL CADAVER?

Se afirma que ninguna en particular. Cuando tiene expresión relajada se piensa que ha muerto bien, que está sereno.


II. 249. ¿LOS PADRES DEL DIFUNTO ESTAN SOMETIDOS A CIERTAS PRESCRIPCIONES Y PROHIBICIONES MIENTRAS EL CADAVER PERMANECE EN CASA?

«No hacían nada, ni se ocupaban de nada, ni salían». «Ahora, depende de las personas, unas acuden a las funciones fúnebres y otras no, depende». «No es porque se les prohibiera, depende del ánimo».

Las madres, como el resto de las mujeres (esposa,...), no solían acudir al funeral ni al cementerio.


II. 250. ¿SE TOMA ALGUNA REFECCION JUNTO AL CADAVER?

Junto al cadáver no. Ya se ha indicado que en el velatorio suelen comer algo en otra habitación. La respuesta es tajante y casi con indignación «¡NO!».


II. 251. ¿SE CONDUCE EL CADAVER A LA IGLESIA? ¿QUE PRACTICAS SE OBSERVAN AL SACARLO DE CASA? ¿SE ECHA FUERA EL FUEGO DEL HOGAR? ¿QUIEN LO ECHA?

El cadáver suele llevarse siempre a la iglesia para el funeral de cuerpo presente.

El 3 de agosto de 1991 se ha celebrado el primer entierro de un hijo del pueblo, muerto en Madrid, e incinerado. Primero acudió la familia al cementerio a enterrar la urna funeraria y a continuación se celebró la misa con referencias al difunto, pero no «de corpore insepulto». Presente en la inhumación de las cenizas la autora de la encuesta (por parentesco), no se atrevió a fotografiar el acto pese a tener la máquina de fotos.

El ataúd se coloca en la entrada de la casa sobre una mesa o un arcón cubierto con paño blanco. De allí, tras unas breves oraciones del «Ritual de Exequias», le rocía con agua bendita y se procede a la conducción a la iglesia.

Ahora casi todos llegan en furgón fúnebre desde Pamplona al atrio de la iglesia donde los sacerdotes los reciben.

No se echa fuera del fuego ni se ha echado en Obanos.

El poblamiento en Obanos es concentrado. Cuando ha ocurrido alguna muerte en el campo, el levantamiento lo hace el juez.


II. 252. ¿COMO Y QUIENES CONDUCEN EL FERETRO A LA IGLESIA? ¿EN QUE ORIENTACION LO LLEVAN?

En los libros de Actas de las cofradías de la Vera Cruz, de San Sebastián, de San José ... se contempla:

«El colector... avisará a todos los demás la hora del entierro eligiendo entre éstos cuatro o seis, según fuera necesario para la conducción del cadáver al cementerio...»

Hasta los años cincuenta solían ser vecinos del pueblo o parientes lejanos «los llevadores» a veces lo disponía el propio enfermo antes de morir. La gente mayor recuerda que Doña Concepción Arraiza, que murió en la década de los cuarenta, dejó 5 duros para cada «llevador». «Se buscaba entre los parientes menos afectados 4 y 4 de relevo ó 6 y 6 «llevadores» si era muy gordo, para llevarle al cementerio a hombros. Luego se les invitaba en casa a tomar algo. En los últimos años no se ha dado nada porque no tiene sentido tener que dar de comer cuando hay tanta pena». A otras familias les parece normal darles algo de comer a pesar de la pena.

Desde la década de los 60 son los propios parientes próximos (hijos, primos, sobrinos o nietos) los que llevan el ataúd. Siempre varones.

Si el difunto era «párvulo» lo llevaban en su caja blanca niños de la escuela, sus primos u otros niños de la escuela.

En Ochagavía, dice Joaquina Gurpide, iban las niñas vestidas de Primera Comunión llevando el ataúd del niño.

En Obanos se le lleva siempre con los pies delante. Al llegar a la iglesia queda así mirando al altar. Para sacarlo de la iglesia le dan la vuelta para que vaya «con los pies por delante». De ahí la expresión «A mí ahí no me llevan más que con los pies por delante» (es decir, muerto).

En el trayecto de casa a la iglesia y de la iglesia al límite del pueblo o al furgón fúnebre lo llevan a hombros.

Antaño, cuando se iba hasta el cementerio andando, se les llevaba de las asas el tramo del camino, una vez despedida la comitiva.


II. 253. ¿EXISTEN CAMINOS FIJOS PARA LA CONDUCCION DE LOS CADAVERES? ¿CADA CASA TIENE EL SUYO? ¿COMO SE LLAMA? ¿EL PASO DEL CADAVER POR UNA PROPIEDAD CREA SERVIDUMBRE? ¿Y EL PASO DE LA CRUZ PROCESIONAL Y DEL VIATICO? ¿QUE MEDIOS TIENE EL PROPIETARIO PARA EVITAR QUE TALES ACTOS CREEN SERVIDUMBRE?

Obanos presenta poblamiento concentrado con calles comunes, no hay necesidad de atravesar propiedades privadas. Cada casa usa para el cortejo el camino o calle por la que habitualmente va a la iglesia.


II. 254. ¿ES COSTUMBRE LLEVAR EL CADAVER A LA CASA MATRIZ O DEL PATRON DEL DIFUNTO PARA SER ALLI LEVANTADO POR EL CLERO PARROQUIAL?

Sólo en los casos en que el peón difunto trabaje y viva con los amos, se hace todo en esa casa como si fuera uno más de la familia.


II. 255. ¿QUIENES FORMAN EL CORTEJO FUNEBRE? ¿EN QUE ORDEN SE DISPONEN? ¿COMO VISTEN? ¿QUE PRACTICAN? ¿SE HACEN PARADAS EN DETERMINADOS SITIOS? ¿CON QUE FIN?

Antiguamente, a los funerales acudían parientes y vecinos y alguno del pueblo que se sintiera «obligado». Actualmente, desde hace unos años (década de los 50/60), al funeral acude casi todo el pueblo y conocidos o parientes de otros lugares, especialmente si el difunto es un joven.

De casa a la iglesia y de la iglesia al extremo del pueblo, el cortejo fúnebre, tradicionalmente, se disponía del siguiente modo:

— Sacristán con la Cruz y un monaguillo a cada lado.

— Los hombres del pueblo invitados o conocidos formando dos filas.

— Familiares invitados varones, llevando hachas de cera (número indefinido).

— Sacerdote/es.

— Los «llevadores», varones.

— Las luteras, 3 mujeres primas o parientes lejanas de la familia a las que se avisaba para ser luteras.

— Organista y cantores.

— En desorden, el resto de acompañantes, mujeres y niños, normalmente hablando.

Actualmente hay desorden, cada uno se coloca donde quiere, todos detrás del ataúd, salvo el sacristán con los monaguillos y los sacerdotes.

Los cofrades de San Sebastián iban y siguen yendo en el cortejo fúnebre presididos por la bandera de la cofradía.

Hoy se va con ropa limpia, no del campo; los familiares de negro, morado o colores discretos.

Antiguamente, las únicas que vestían de forma especial eran las «luteras», llevaban un tul negro de gasa tupida largo «de luto entero», traje negro, zapato de tacón y guantes. Recalcan varias informantes lo del guante.

Los familiares de luto o medio luto según la edad y grado de parentesco (vid. más adelante). Los hombres con brazalete o botón negro y corbata negra, si la tenían.

Lo normal ha sido y es, en algún momento, emocionarse y llorar; por lo demás, seguir al cortejo.

Desde 1936 se acompaña al cadáver desde la iglesia al límite del pueblo donde arranca el camino del cementerio. Allí la familia de Eldegi coloca una mesa con un paño para depositar el cadáver y rezar el último responso. Hoy parece amenazada esta costumbre porque ya algunos son introducidos en el furgón fúnebre en la misma iglesia. Dicen algunos informantes que antes iban desde la iglesia al cementerio sólo «los llevadores».

Las luces las llevaban los varones parientes o invitados «al banco». Se ocupaban de alquilar en la tienda las hachas de cera que pasaban a cogerlas y a devolverlas. La diferencia de peso indicaba la cantidad que tenían que abonar.

No se recuerda la ofrenda de pan u otro objeto o animal.

La presencia de furgones fúnebres desde la década de los setenta y la muerte en la capital ha reducido el cortejo a los casos de muerte en el pueblo.


Coronas y flores

En la pregunta 247 ya se señala una vieja costumbre de colocar, si el muerto era soltero, una gran corona de plumas y flores artificiales sobre la caja, con unas cintas colgando que llevaban las hijas de María. Esta corona se le pedía a la familia que se sabía que tenía. Duró hasta poco después de la guerra.

Los ramos de flores y flores artificiales eran algo raro en la década de los 50-60. A partir de los anos 70 se ha generalizado la costumbre de llevar, detrás de la caja una corona, de las cintas que cuelgan se lee en letras doradas quién la ofrece «Esposa e Hijos», «Sobrinos», etc... Está perfectamente organizado este comercio. Parece significar el cariño, afecto o estima por el difunto.


II. 256. ¿HAY COSTUMBRE DE QUEMAR EL JERGON DE LA CAMA DONDE HA OCURRIDO LA DEFUNCION? ¿QUIEN LO QUEMA? ¿DONDE, CUANDO Y COMO? ¿QUE SIGNIFICACION SE ATRIBUYE A ESTO?

Sólo si se trataba de un enfermo infeccioso se quemaba el jergón. Se hacía en la Cascajera, donde se tiraban las basuras o en la huerta.

Lo normal era escardar y lavar la lana. Ahora no se quema tampoco. Si está estropeado se tira.


II. 257. ¿DONDE SE DEPOSITA EL CADAVER DURANTE LAS EXEQUIAS? INDICAR LAS TRANSICIONES SUCESIVAS DE LA COLOCACION DEL CADAVER DURANTE LAS EXEQUIAS: PORTICO, INTERIOR DE LA IGLESIA («CORPORE INSEPULTO»). ¿QUE FUNCION TENIA EL CATAFALCO O TUMULO FUNERARIO? ¿CUANDO FUE SUPRIMIDO?

En los libros de la Cofradía de la Vera Cruz se dice que en 1907 adquieren un «túmbano» o catafalco para los funerales, que producen unos ingresos de alquiler de la parroquia. Se utilizó hasta finales de la década de los sesenta.

Durante este tiempo, por tanto, el «túmbano» como se llama en Obanos al catafalco, representaba al difunto. Mientras tanto el cadáver permanecía en el pórtico de la iglesia durante las exequias, solo.

Desde la década de los años setenta el cadáver se introduce en la iglesia.

Actualmente, se coloca sobre una mesa cubierta con mantel morado y adornos rojos, presidido por el cirio pascual.


II. 258. ¿QUE CLASE DE FUNERALES SE HACEN? ¿QUE REZOS ESPECIALES SE PRACTICAN?

Coincidiendo con la reforma litúrgica general de la Iglesia Católica, se ha suprimido la costumbre de diferenciar el funeral según clases sociales.

Actualmente, la misa de funeral es como una misa festiva con una pequeña homilía. Todos coinciden en que no es tan tétrico como antaño, que se tiene más en cuenta la misericordia de Dios y que se celebra un tránsito.

Se sigue el ritual de difuntos. Si el fallecido tenía familiares sacerdotes suelen acudir al funeral y en lugar de 1 ó 3 sacerdotes suele haber más. Algunos encargan a cantores de Pamplona los cánticos. Lo habitual es que entonen desde el coro los cantores del pueblo. Canciones que saben todos los asistentes.

En el Ofertorio:

Despidamos todos juntos al hermano
y entonemos en su nombre
una oración...

(Este suele repetirse al final).

Suelen ser algunas canciones poco habituales en las misas dominicales.

Durante la Comunión:

Yo he venido a la orilla
no he buscado
ni a sabios ni a ricos...

Adjunto informe del funeral actual contestado por Santos Begiristain Egilaz:

«Se ha desterrado, en absoluto, la diversidad de funerales. Aquí no hay ahora clases, ni mucho menos relacionadas con el diverso estipendio. La Iglesia recibe a los hijos difuntos que engendró en el bautismo. La cruz alzada y el clero acude a la casa del difunto donde se reza un responso latino; y se organiza la marcha procesional hacia el templo parroquial. A la llegada, en el pórtico, se comienzan las oraciones del Ritual y se sigue hacia el Presbiterio. El túmulo ya no se monta. Presidido por el cirio pascual, junto a las escaleritas del presbiterio se deposita el cadáver; allí preside la congregación de los fieles. Y allí acude el clero terminada la misa con la cruz, el incensario y el hisopo del agua bendita. Se sigue el Ritual establecido; y, terminado el rito, va saliendo el pueblo para acompañar, procesionalmente hasta la linde del poblado. Se detienen todos al terminar el caserío, en dirección al cementerio, justamente en la cercanía del pórtico de la antigua iglesia; allí es la última «estación» oficial. Hasta el cementerio (unos quinientos metros) sólo van los familiares íntimos. Aquí suele despedirse el duelo. La procesión se da por terminada. En el cementerio, si acompaña particularmente un sacerdote, aún se ofrecen otras oraciones, antes de cubrir el túmulo (sigue la costumbre de llevar en hombros al cadáver. Pero empieza a generalizarse el traslado en automóvil)».

Antiguamente se celebraban 3 clases de funeral: de 1.a , 2.a y 3.a , tanto para adultos como para párvulos. Se diferenciaban por el n.° de cuerpos que tenía el «túmbano», por el n.° de misas que se celebraban, por los cantos. Además de los ternos más o menos elegantes que lucían los curas.

Funeral de 1.a clase: Túmbanos con tres cuerpos y cuatro hachones (cirios).

S. XX: 3 misas: Una a las 9 de la mañana. Otra a las 10 con el túmbano. La tercera a las 11.

S. XIX: 4 misas. El organista (como consta en el Libro de Segundas Cuentas de la Fábrica de la Iglesia Parr. de la Villa de Obanos (1854-1881), tenía obligación de cantar cuatro misas y dos nocturnos por los 20 reales de vellón que percibía. Del siglo XX no queda constancia de sus obligaciones pero cantaba Misa de Difuntos con el Dies Irae.

Funeral de 2.a clase: Recuerdan los informantes que se ponían 2 cuerpos del «Túmbano», se celebraban 2 misas a las 9 y a las 10. En el siglo pasado, la misma fuente dice que el organista debía cantar 2 nocturnos con dos misas y cobraba 8 reales de vellón.

Funeral de 3.a clase: 1 misa a las 9 de la mañana con un solo cuerpo, el inferior del catafalco, con el organista que en siglo pasado, según el libro de fábrica, cobraba 2 reales de vellón aunque no se especifica qué cantaba. El ingenio popular, con la tonadilla del Dies Irae, dice que cantaban:

Deprisa, deprisa, deprisa
que no paga
ni p a misa...

También en el siglo pasado había diferencias en los entierros de párvulos como se deduce del libro de Fábrica antes mencionado, donde recoge las obligaciones del organista:

«— En los párvulos de La clase, 8 reales de vellón, teniendo que cantar la misa a papeles (sic).
— En los de 2.a, 4 reales de vellón.
— En los de tercera, 2 reales de vellón.
— En las misas que alguna vez se encargan siendo a papeles, 8 reales de vellón».


II. 259. ¿ACOMPAÑAN AL DIFUNTO LLORONAS O PLAÑIDERAS? ¿COMO SE LLAMAN? ¿QUE HACEN?

Actualmente no, pero hasta 1968 ha existido la costumbre de acompañar al difunto 3 mujeres, «las luteras», normalmente vecinas de trato o parientes lejanas o contraparientes del mismo. Se les llamaba «luteras». Debían acudir vestidas de luto riguroso, con guantes y manto negro. Iban a la casa del difunto y acompañaban durante todo el cortejo fúnebre al cadáver, siempre detrás del ataúd. Representaban a las mujeres de la casa ya que no había costumbre de que las parientes inmediatas (madre-esposa-hijas) asistiesen a las honras fúnebres. Cuando alguna acudía (en la década de los 60 se empezó a asistir) decían «!Qué valiente!».

Durante la ceremonia religiosa permanecían tras el «túmulo» o tras el ataúd, junto al añal. Tras despedir el cadáver en el límite del pueblo, las luteras volvían a sus casas.

También se llamaban luteras a 3 ó 4 mujeres, familiares lejanas o contraparientes que recibían (vestidas de luto) el pésame en la casa. Los que acudían al funeral subían antes a la casa y decían «Te acompaño en el sentimiento» o «Te acompaño en la pena». Durante el funeral se ponían en la Iglesia detrás para salir deprisa y volver a la casa por si algún rezagado subía a dar el pésame.


II. 260. ¿ES COSTUMBRE ENCENDER LUCES EN EL YARLEKU O ANTIGUA SEPULTURA FAMILIAR EXISTENTE EN LA IGLESIA?

Actualmente no. Hasta 1973 permaneció la costumbre de llevar velas a la misa de 9 que se encendían sobre el añal (paño negro) encima de la fuesa, o, a partir de 1944, entre el presbiterio y los primeros bancos cuando se hicieron bancos para toda la iglesia (antes las mujeres acudían con sus sillitas y reclinatorios, oyendo misa sobre su fuesa o zona asignada).

Días en que se llevaba la vela:

— La familia que tenía un luto, durante todo el año a partir de la muerte. Se cerraba la obligación de encender velas a diario con el «cabodeaño» o misa de aniversario.

— Cuando se celebraba misa por algún familiar difunto que normalmente era una vez al mes, en la fecha de su muerte. El párroco sacaba mensualmente una lista en la puerta de la Iglesia con las familias asignadas cada día.

— Todas las familias llevaban velas a la Misa de Difuntos que se celebraba el día de Todos los Santos (1 de noviembre), el día de Almas (2 de noviembre), el lunes siguiente al Día de Almas y el 14 de enero también se celebraba el día de Almas igual que en noviembre. En estas fechas, hasta 1973, se corrían los bancos al fondo de la iglesia, dejando libres las ranuras del suelo donde se indican las filas de fuesas que copian la disposición que éstas tenían en la vieja Iglesia parroquial. Las mujeres de cada familia acudían al sitio de su fuesa con velas o con velas y añal (algunas ponían tortas de pan o robos de trigo además de las velas). Al final de la misa se «responseaba» por cada una de las fuesas y se echaban «perras» al bonete en todas las de los familiares o personas más conocidas.


II. 261. ¿QUIENES Y CON QUE CANTIDAD DE CERA CONTRIBUYEN A ALUMBRAR DICHA SEPULTURA?

Era la familia la que contribuía a alumbrar la sepultura. Los días de labor se encendía una vela en su candelero, los días de fiesta 3 velas durante el año. Las familias pudientes encendían las 3 velas durante la misa todos los días del año en que tenían luto.

Entre los años 60-73 se llevaba sólo una vela y sin añal (paño negro), sólo se mantenía la costumbre de encender la vela del cestillo y los dos candeleros el día de Difuntos, Animas y «cabodeaño» (Vid. pregunta anterior) así como el paño negro.


II. 262. ¿QUE OFRENDAS SE HACEN CON MOTIVO DE LOS FUNERALES? ¿SE OFRENDAN ANIMALES VIVOS? ¿DONDE SON COLOCADAS LAS OFRENDAS DURANTE LOS OFICIOS? ¿QUIEN SE ENCARGA DE ELLAS? ¿CUAL SUELE SER SU DESTINO? ¿HAY CREENCIAS DE QUE SON CONSUMIDAS EN PARTE POR LAS ALMAS DE LOS DIFUNTOS?

No se recuerdan ofrendas durante el funeral y menos de animales vivos, sólo las velas. Actualmente también coronas y ramos de flores como acompañamiento.

Sólo, en el día de Difuntos y Animas, se llevaba al añal durante la misa tortas o un robo de trigo que se quedaba el sacerdote. El pan recogían los monaguillos en cestos y nos lo repartían al salir de la iglesia, preferentemente a los chiquillos de la escuela, que ese día teníamos media escuela. «Pan de almas», se llamaba.


II. 263. ¿QUIENES Y CON QUE CANTIDAD COSTEAN LOS FUNERALES? ¿SE SACAN RESPONSOS Y OTROS SUFRAGIOS? ¿EN EL YARLEKU O SEPULTURA? ¿CUANTO DURA EL «ELIZKIZUN», ES DECIR, LA OBLIGACION DE LLEVAR A INTERVALOS REGULARES OFRENDAS Y LUCES A LA SEPULTURA? ¿QUIEN REPRESENTA A LA CASA EN TALES ACTOS? ¿SE «SACAN» MISAS POR EL DIFUNTO? ¿QUIEN RECIBE EL DINERO? ¿SE ESTABLECEN LISTAS DE LIMOSNAS PARA TAL FIN? ¿SE PROCLAMAN LOS NOMBRES DE LOS DONANTES?

Normalmente la familia, también los cofrades de San Sebastián y de la Vera Cruz celebraban misa de Réquiem por los hermanos muertos en el año (la cofradía San Sebastián el 11 de Noviembre).

Algunos parientes daban dinero a la familia del difunto para «sacar» misas o responsos.

Actualmente se suelen dar 500 pts. a modo de limosna por una misa.

En los libros de fábrica se ve la evolución de los estipendios que se pagaban por cada misa:

El Abad de la Cofradía de la Vera Cruz tenía obligación de celebrar misa en el mismo altar, todos los domingos y viernes del año por los hermanos vivos y difuntos de la cofradía.

«Por cada uno de éstos últimos celebrará dos misas tras de su muerte».

No ha habido costumbre de hacer listas de donantes de limosnas o, por lo menos, no recuerdan.

En la fuesa, ya hemos indicado, mientras no hubo bancos (hasta 1944), se colocaba el paño y los candeleros a ambos lados del cestillo durante un año. Solía sentarse en medio la dueña de la casa acompañada de otras dos mujeres de la familia. Si no podían acudir a diario se ocupaban las hijas del sacristán de extender el añal y encender las velas.

Las tortas de pan y trigo sólo se llevaban en Todos los Santos, Día de Almas, Octava de Almas y día de almas del 14 de Enero (más detalle en la encuesta «Beca Barandiarán n.° 5»).


II. 264. ¿QUE FORMA TIENE LA SEPULTURA REAL EXISTENTE EN EL CEMENTERIO Y CUAL EL «YARLEKU» (SEPULTURA SIMBOLICA) O ANTIGUA SEPULTURA EXISTENTE EN LA IGLESIA? ¿SON FAMILIARES ESTAS SEPULTURAS, O SON CONSIDERADAS COMO PROLONGACION DE LA CASA E INSEPARABLES DE ELLA? ¿HAY CREENCIA DE QUE NO SE PUEDEN DAR DE NOCHE TRES VUELTAS ALREDEDOR DE UNA IGLESIA O DE UN CEMENTERIO O DE UNA CASA?

En el cementerio de Obanos sólo hay sepulturas bajo tierra; son comunales, excepto las contiguas a las paredes que son particulares con algún panteón de estos últimos anos. Incluso en las comunales, en el centro del cementerio, se permite poner cruces y cubiertas de piedra «porque hay mucho sitio» afirma el alguacil. Hasta la guerra casi no se iba al cementerio, no se le hacía caso según información de varios ancianos. A partir de entonces se empezó a visitar el cementerio, sobre todo por Todos los Santos, a poner faroles, flores y lápidas que varían según modas. Lo más típico ha sido hincar la cruz del ataúd en la cabecera de la tumba.

El nombre común del cementerio es el de «Camposanto» y lo levantó el ayuntamiento en esta zona tras algún apercibimiento de las autoridades gubernamentales pues se resistían a ello (anejo fotocopia de doc. conservado en el Archivo del Ayuntamiento de la Villa). Anteriormente estaba en el casco urbano junto a la vieja parroquia donde está hoy la Bodega Cooperativa.

El cementerio disponía de un pequeño recinto abierto, que hoy hace de basurero, llamado «el limbo» donde se enterraban los niños sin bautizar. No hace muchos anos (17), una vecina del pueblo llevó ella misma al «limbo», en una «cajica» de zapatos, un aborto natural que había tenido. De niños, «el limbo» nos impresionaba mucho, en cambio el cementerio nos parecía un lugar tranquilo.

Sólo se recuerda un entierro civil, en el limbo, sin toques de campana, de madrugada, que impresionó mucho, en época de la república.

Del cuidado de las sepulturas se ocupan los familiares, sobre todo en noviembre. Algunos cuidan su tumba todo el año. Las fosas las hace actualmente el alguacil pero hubo hasta los años 70 enterrador. También hay, entrando a la derecha, un sitio destinado a los niños pero hoy en día mueren pocos párvulos.

La zona antigua, próxima a la puerta, está casi vacía.

No hay estelas discoidales antiguas, sólo una grande que imita a las antiguas discoidales pero actual.

En la nueva iglesia parroquial, según consta en el archivo parroquial, el entonces párroco D. Salvador Garisoain trató de trasladar la disposición de las viejas fuesas quedando constancia de ellas por unas ranuras que se hicieron en la tarima de la iglesia. Hubo pleitos que indicaban la creencia de que al comprar una casa, con ella se adquiría el derecho a la fuesa. Prevaleció el criterio del párroco de que era la iglesia (el cura) el que otorgaba tal uso (años veinte).

En 1975, una informante, Nicolasa Erice, me decía «Yo heredé la fuesa de casa Escolar porque viví con ellos desde los dos años. La fuesa se queda p'al heredero».

En la vieja iglesia existían también capillas propiedad de determinadas familias que habían costeado su construcción.

Creencias sobre 3 vueltas no hay, pero siempre se ha tenido mucho respeto a las almas y al cementerio e iglesia. No han faltado apuestas que, al parecer, terminaron mal para el «valiente».

Enrique Barasoain asegura que se tenía miedo a salir de noche y desde luego no se atrevían a quedarse solos en la iglesia ni a oscuras ni con luz. «Había mucho respeto a los santos». Una informante asegura que ella no va al cementerio sola ni de día.


II. 265. ¿QUIENES TIENEN DERECHO A SER INHUMADOS EN LA SEPULTURA DE UNA CASA?

Todos los hijos de casa, tíos, abuelos y padres que convivan, así como la mujer del heredero.

También los hijos emancipados si muestran tal deseo.


II. 266. ¿QUIENES ACUDEN AL SEPELIO? ¿TOMAN PARTE EN LA OPERACION TODOS LOS PRESENTES? ¿COMO?

Actualmente, van todos los que quieren. Antaño, hasta los años sesenta, no iban nunca mujeres. Hubo épocas en que sólo iban los llevadores y allí les esperaba el enterrador. Ahora va siempre el párroco que celebra el último responso. Se arrojan puñados de tierra a todos los presentes empezando por el más allegado.


II. 267. ¿SE DEPOSITA EL CADAVER EN DETERMINADA ORIENTACION?

Con la cabeza en la pared, mirando todos al centro del camposanto.


II. 268. ¿EL «YARLEKU» Y LA SEPULTURA DEL PROPIETARIO SON TAMBIEN UTILIZADOS POR SUS INQUILINOS?

No. Además no ha habido inquilinos en el pueblo.


II. 269. ¿QUIENES YEN QUE ORDEN VUELVEN A LA CASA MORTUORIA DESPUES DEL ENTIERRO?

Sólo los de casa y parientes que no viven en el pueblo a los que se ha invitado pero sin orden.


II. 270. ¿ANTES DE ENTRAR EN ELLA REZAN EN EL PORTAL DELANTE DE UNA LUZ O FUEGO?

No ha existido tal costumbre.


II. 271. ¿TIENE LUGAR ALGUN BANQUETE EN LA CASA MORTUORIA? ¿COMO SE LLAMA? ¿QUE MENU SE SIRVE? ¿ESTA PROHIBIDO COMER CARNE EN TALES OCASIONES? ¿QUIENES SUELEN SER INVITADOS?

Antiguamente, sí que se preparaba un banquete pero no se habla de banquete porque sonaba mal. Se justifica el ágape diciendo que como muchos venían de fuera y los funerales eran por la mañana había que darles de comer: «¡no les ibas a despedir sin nada!». Una expresión frecuente en tiempos de escasez era: «¡Ya tengo ganas de que haya algún entierro, p'a comer gallina!».

Se invitaba a los parientes venidos de fuera y a los «llevadores».

El menú era sopa de gallina, garbanzos en vigilia y pella, gallinas guisadas o cordero en chilindrón, ciruelas, orejones y café. No se bebía alcohol, ni puro.

Actualmente unos preparan algo y otros nada. Si se prepara es «algo para picar» para los parientes venidos de fuera que tras el sepelio vuelven a la casa. Se pone en la sala o el comedor algo mientras están en el cementerio, vino o refrescos, queso, chorizo, jamón, pan, café y pastas. «Poco, dicen, porque no se tiene ganas de nada».


II. 272. ¿QUE MANIFESTACIONES Y SIGNOS DE DUELO SE ADOPTAN EN CASA POR LOS FAMILIARES DEL DIFUNTO? ¿EN CUANTO TIEMPO? ¿EN EL TIEMPO QUE ARDE LA CERA EN EL «YAR LEKU» DE LA IGLESIA?

Hoy cada uno hace lo que quiere pero se ve mal que no se guarde un poco de luto. Se ve mal que muerto el amo o la dueña, los herederos celebren y abran la casa en fiestas si no ha hecho un año. Incluso no parece bien que se celebren bodas, con muchos invitados, en el año.

Este cambio en el duelo externo se ha dado a lo largo de la década de los ochenta o en la segunda mitad de los anos setenta. Se dice: «El luto se lleva dentro». Hoy hay quien mantiene las costumbres de siempre.

Tradicionalmente, en 6 meses los hombres no salían al casino. Las hijas no salían durante el año más que a la iglesia o a casa de una amiga a jugar a la brisca, pero no podían pasear. En caso contrario se decía: «Fíjate qué poco han sentido, ya estaba en el bar».

Las casas blasonadas cubrían los escudos con paño negro al menos un año, cerraban puertas y ventanas durante las fiestas, no se ponía música en casa, ni radio... y cuando había procesión (Día del Corpus... Semana Santa...) ponían en las colgaduras del balcón un crespón negro.

Las mujeres de la casa se vestían de luto, para ello se teñía la ropa en grandes calderos. Este tinte casero manchaba bastante la ropa interior y la piel. Las madres y mujeres solían «enlutar» ya para toda la vida. Socialmente era bien visto, señal de que le querían mucho.

Las normas eran:

— Dos años de luto la mujer, hijas y hermanas.

— Los hombres brazaletes negros o tina negra en la corbata y pasado un tiempo un botón negro en la solapa. El día de labor alpargata negra y los festivos zapato negro si tenían (padres, hijos y hermanos).

— Por los abuelos, la chica «mayorcita» (14 años en adelante), un año de luto. Hacia los años 60, seis meses de luto y otros seis de alivio luto (gris, blanco, morado).

— Por los tíos carnales (1.° grado), seis meses de luto o tres meses de luto y otros tres de «alivio luto».

— Por los tíos en 2.° grado no se guardaba luto.

Se vestía (en casas pudientes) de luto a la servidumbre. Estas chicas estaban encantadas porque «así estrenaban ropa».

* * *
 

¿QUE TIPO DE ASOCIACIONES RELIGIOSAS O CIVILES EXISTEN O HAN EXISTIDO EN TORNO A LA MUERTE? ¿QUE ASISTENCIA OFRECEN? ¿CUALES SON LOS DEBERES Y OBLIGACIONES DE LOS COFRADES O ASOCIADOS? APORTENSE ESTATUTOS, SI LOS HAY, DE TALES ASOCIACIONES Y COFRADIAS.

Hoy no existe otra asociación religiosa que la Cofradía de San Sebastián que mantiene ciertos preceptos como «sacar» misas por los hermanos. Particularmente, existen seguros de vida con compañías de Pamplona. La Seguridad Social cubre costo de enfermedades en un 99,9 % de los casos.

Antiguamente, todas las cofradías se ocupaban, según los estatutos, de atender a los cofrades en caso de enfermedad y/o defunción. Estas son: La de la Vera Cruz, La de San Sebastián, La de San José.

Queda constancia en sus libros de estatutos de tales ocupaciones. Se adjuntan algunos datos publicados en el estudio de Obanos en la Beca J.M de Barandiarán n.° 5.

Cofradía de la Vera Cruz:

«... otro, a 6 hermanos y 6 hermanas con el título de «enfermeros» de los cofrades que se hallaren en cama, para cuidarles, o visitarles por turno y atender a sus necesidades, incluso las económicas a cargo de los fondos de la Cofradía...
Los consiliarios, con el Abad, nombrarían al enterrador, mandadera y comisionado contador, estableciendo el suelo que habrían de percibir, extensible al organista y sacristán...
...(En 1834) la epidemia de cólera llevó al otro mundo a 101 hermanos, muchos de ellos mujeres.»

Cofradía de San Sebastián

«La primera acta de esta Cofradía es de 20 de enero de 1841. Se nombra como «Cofradía de San Martín fundada en su Basílica y Hermita sita en esta villa». No es por tanto el único Libro de tal Cofradía, sino continuación de otros desconocidos[1]. En 1843 ya se le llama «Cofradía de San Sebastián y San Martín, por lo que cabe pensar que esta Cofradía asimilara a los miembros de la anterior, más antiguamente, vinculada sin duda a la desaparecida ermita de San Martín[2].
Las cuentas del primer año aludido fueron:
+cargo (haberes) 904 reales fuertes y 7 maravedíes
+descargo (gasto) ....... 889 rs. f. 36 ms.
+alcance final .................. 14 rs. f. 9 ms.

Era entonces colector Galo Puy y cofrades Bernardo Tirapu, Joaquín Jauregui, Angel Lana, Antonio Jaurrieta, Hilarión Goñi, Tomás Barandalla, Francisco Sarriguren, Santos Alfaro, Deogracias Mañeru, Angel Azanza, Manuel Arrastia (...).

Artículo 2.°. Las viudas de los hermanos difuntos que quieran seguir en la Cofradía, tendrán el mismo derecho que sus maridos, pagando anualmente la cuota que le corresponda como cada uno de los hermanos, pero si renuncian ese derecho, la Junta podrá reelegir otro que ocupe su puesto.

Artículo 3.°. Será obligación de todos los hermanos asistir a las Misas que se celebran anualmente en honor del Santo Patrono los días de los S.S. Reyes, San Sebastián y San Martín, como también asistirán al Entierro y Funerales que se celebren en sufragios del alma de los hermanos que falleciesen, sin escusa ni pretesto alguno, a no ser que por enfermedad u otra causa justificada no les sea posible realizarlo.

Artículo 5.°. ....

3.ª: Cuando falleciere algún hermano avisará a todos los demás la hora del entierro eligiendo entre estos cuatro o seis según fuese necesario para la conducción del cadáver al cementerio. También distribuirá belas á los hermanos para durante la misa, encendiendo las achas, y mandará celebrar tres misas con dos pesetas de estipendio en sufragios del hermano difunto.

Artículo 6.°. ... Si algún hermano por causa de enfermedad no pudiese concurrir a dicho acto en dos años consecutivos estará exento del pago, y le enviarán los hermanos una ración de cordero, según es costumbre».

Por la década de los años setenta, entre las actividades de la Cofradía está la de celebrar una misa por los cofrades difuntos que tiene lugar el día de Reyes. También en la onomástica de San Sebastián, al final de la misa, se rezó un responso por los cofrades difuntos.

Cofradía de San José

Podían formar parte de ella personas de ambos sexos que se hallaren presentes en la villa, a cuyo fallecimiento recibirían de la Cofradía una misa solemne de Requiem en sufragio de su alma.

Se proponía fortalecer los vínculos de fraternidad entre sus miembros, especialmente en los casos de enfermedad, conducción de los cadáveres de difuntos al cementerio y participación en las Misas y Funerales.


ULTIMAS TRANSICIONES

Desde mediados de la década de los años setenta se ha generalizado la muerte en centros públicos o privados de salud situados en Pamplona. Con ello, la capilla ardiente se organiza dentro de dichos centros o en los tanatorios de la ciudad. En general se piensa que es más cómodo y aséptico. Pero hay variedad, depende de cada familia.

Desde que se hizo el nuevo camposanto hasta 1936:

Muerte en casa. Funeral con cortejo en la iglesia. Despedida del duelo en la puerta de la iglesia. Los hombres «de casa» se ponían a ambos lados de la puerta de la iglesia, en el porche a recibir el pésame y se despedían. Los «llevadores» cargaban con el ataúd a hombros hasta el límite del pueblo. Desde allí corrían cuesta abajo agarrando por las asas el féretro. Allí esperaba el enterrador.

Desde 1936 se generalizó la costumbre de acompañar el cortejo fúnebre hasta el límite del poblado donde se celebraba el último responso.

Desde fines de la década de los 70 algunos que venían en litrgón desde Pamplona son trasladados desde la puerta de la iglesia hasta el cementerio en coche. A otros los coge el coche en el extremo del pueblo para llevarlo al cementerio. Parece que se va imponiendo la costumbre del traslado desde la puerta de la iglesia al cementerio en coche y el último responso en el momento de «darles tierra». El párroco D. Pedro Crespo respeta totalmente el deseo de los familiares.

Respecto a la incineración hay diversidad de opiniones, en general se prefiere la inhumación. Lo que no se lleva a la iglesia son las cenizas, éstas van directamente al cementerio y después se celebra la misa de difuntos por el muerto.

No se ha producido más que un caso de incineración, en Obanos, de un hijo del pueblo muerto en Madrid y trasladado a la tumba de su familia.


EVOLUCION OPERADA EN LA LITURGIA FUNERARIA

Tras la reforma litúrgica postconciliar se producen ciertas modificaciones en las celebraciones fúnebres.

Ya se han mencionado (pregunta 257) las transiciones operadas a partir de la década de los sesenta respecto al depósito del cadáver durante el funeral (hasta entonces, en el pórtico sobre una mesa y en su representación el «túmbano» en la iglesia).

También la pregunta 258 recoge las clases de funerales y rezos especiales con la evolución de los mismos según la clase social o, mejor dicho, según el estipendio que pagasen.

Hoy, los funerales son similares con mucho acompañamiento social, menos familiar. Por parte del párroco, respeta el gusto de la familia en lo accesorio.

El cadáver se coloca mirando al Altísimo, sobre una mesa especial cubierta con paño.

Los cantos, al no ser en latín, tienen letras que hacen hincapié en la esperanza, la fraternidad y la paternidad de Dios al que se vuelve.

Desde fines de los años sesenta empezó la costumbre de predicar durante los funerales. En aquellas primeras homilías era frecuente exaltar las virtudes del difunto y sacar consecuencias sobre la conveniencia de mejorar.

Cuando el funeral es por jóvenes muertos en accidente, se sigue tratando de mostrar aquellas actitudes de los difuntos más positivas y la eterna misericordia de Dios.

En general es ocasión para que apoyándose en textos evangélicos insistir en la conveniencia de vivir diariamente de cara a Dios, que la vida es camino, paso, no un fin. Otra idea repetida es que se muere como se vive y que el Cielo hay que vivirlo en la tierra dándose con generosidad y viendo en todos al hermano y en Cristo nuestro hermano mayor que nos ha preparado el modelo de vida para llegar a la auténtica paz.

Los cantos en castellano insisten en estos aspectos:

— «Acuérdate de Jesucristo...» (al principio y al final)

— «Somos un pueblo que camina...»

— «Tú has venido a la orilla...» (en la Comunión)

— «Tú nos dijiste que la muerte no es el final del camino...».

— «Despidamos todos juntos al hermano
y entonemos en su honor una oración (bis)
hasta siempre, hasta el Cielo....»

(Se incluye la respuesta a esta pregunta de Santos Begiristain Egilaz):

«Tradicionalmente el sacerdote estaba muy presente en el luto familiar. Ahora se ha establecido la costumbre de que el sacerdote dirija el Rosario, con familiares y amigos convocados, la noche que se tenga en casa al cadáver. En algún caso la familia ha preferido que esta convocatoria se haga en la iglesia, pero no es frecuente. Antes no había homilía en los funerales. Después de la reforma litúrgica, sí. Se insiste en los dogmas del juicio de Dios y el destino eterno bipolar. La gente dice que el infierno se toca más bien de pasada. Se hace alguna referencia a los aspectos laudables de la vida del difunto. Se aprovecha para excitar a la generosa práctica cristiana, como ahora es totalitaria la asistencia a los funerales, acuden incluso los descuidados en la práctica obligatoria de asistencia dominical etc. Suelen aprovechar los sacerdotes para excitar a los tibios, para llamar a los alejados...etc. En este orden ha habido algún exceso de benevolencia, que tampoco sienta bien al pueblo. Eterna es la misericordia del Señor; pero infinita su

justicia. No podemos ir suavizando el bendito aparato de nuestra fe. En los funerales canta el coro de la parroquia la misa en castellano y los generalizados cantos populares hoy en boga: «Acuérdate..». «No morimos del todo...» etc. Es una pena que solamente muy de tarde en tarde, en algún funeral extraordinario, se vuelva al gregoriano, que no puede perderse en la iglesia.»


Refranes y expresiones

— «¡Santa Marta!, muera harta».

— «De grandes cenas están las sepulturas llenas». Algunos añaden: «pero más (llenas) de pequeñas cenas) ».

— «Los pies por delante» (es decir muerto).

— «El muerto al hoyo, el vivo al bollo».

— «Ya tengo ganas de que muera algún pariente, p'a comer gallina en salsa».

— «Buen agua, buen muerto» (Cuando llueve remansadamente mientras hay un muerto en el pueblo).

— «Lo qu'es, no somos parientes más que p'a entierros».


Vocabulario

Añal: Paño negro y cestillo con vela que se ponía en la fuesa familiar de la iglesia durante 1 año a partir de la muerte de un pariente o en otras misas por difuntos.

Caja: Ataúd.

Cabodeaña: Misa del primer aniversario de la muerte de un feligrés.

Demandadera: Vid. «Mandadera».

Fuesa: Representación en el suelo de la iglesia de la fosa familiar.

«Ir al banco»: Expresión que hace referencia a la obligación de sentarse, durante los funerales, en unos bancos de la iglesia concretos, por ser varones parientes o vecinos del barrio, expresamente invitados para ello.

Luteras: Parientes lejanas o contraparientes que, vestidas de luto riguroso, seguían al féretro durante los entierros y en el funeral se situaban ante el añal. También solían recibir el pésame en nombre de la familia.

Llevador: El que lleva la caja del cadáver al cementerio sin ser pariente.

Mandadera: mujer encargada de comunicar los avisos de las cofradías.

Túmbano: Catafalco o túmulo mortuorio.

Propio: Se refiere a la persona encargada por la familia para dar la noticia de la defunción etc...

Novedad: «Tener novedad» en una familia significa haber tenido alguna defunción.


Pensamientos

Una informante, Jesusa Jaurrieta, afirma: «La muerte no es nada más que pasar el trance. Le damos demasiada importancia a la muerte, ya sabemos que hemos de morir todos, ricos y pobres ¡Si hubiera alguna posibilidad de escapar! pero como no hay... pues tranquilidad».

Otra afirma: «qué apego a la vida nos ha puesto Dios porque si no, ante cualquier dificultad y hay muchas en la vida, iríamos a lo fácil, a quitarnos la vida».

En general hay respeto a la muerte, algunos no quieren ni oír hablar.


Memoria redactada por M.ª Amor Beguiristáin


  1. En el domicilio de Higinio Vélaz, colector de la misma en 1986, pudimos comprobar la existencia de tres libros de actas: el primero de 1841 a 1891, el segundo de 1892 a 1981 y el más reciente de 1982 a 1986. También él desconocía la existencia de otros libros más antiguos.
  2. En el acta de 1 de agosto de 1845, el presbítero beneficado de su Iglesia Parroquial Dn. Juan Antonio Casañarte, comisionado por el Obispo de Pamplona para el examen de los libros parroquiales, se refiere a esta Cofradía «fundada en la basílica de su título que fue derruida» (sic).