Quema de hierbas

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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La antigua práctica de quemar hierbas olorosas o de limpiar la habitación con ciertas hierbas estaba relacionada con la presentación del cadáver en la casa mortuoria.

En Berriz (B) frotaban el suelo con hierbas llamadas patanak y quemaban hojas de laurel, erijuntza. También se perfumaba la habitación con agua de colonia[1].

En Oiartzun (G) y en Soscaño-Carranza (B) utilizaban asimismo aguas olorosas sólo para desterrar el mal olor. En la última localidad era costumbre rociar el cadáver con aguas perfumadas repetidas veces[2].

En el pueblo de Ziga, Valle de Baztan (N) se perfumaba la habitación con incienso o quemando hierbas olorosas o azúcar[3].

En Orozko (B), si se consideraba que la habitación mortuoria olía mal se quemaba azúcar y laurel, erramue. Algunas veces también romero, erromerue.

En Kortezubi (B), en los años veinte, fue costumbre quemar en la habitación del difunto alcohol o aguardiente con azúcar. También se quemaban las hierbas llamadas andragiñe, (Matricaria parthenium); zinttabedarra, una especie de las gramíneas; erromerue, romero; San fosen lorak (flores de San José), etc. bendecidas el día de la Candelaria[4].

También en Bidania (G), en la habitación del difunto quemaban las hierbas bendecidas el día de San Juan[5]. Esta misma costumbre se practicaba en Busturia (B); se creía que así se quemaban las brujas.

Recurrir a quemar azúcar para evitar malos olores estaba muy generalizado por ser más barato que el incienso. Así se ha constatado en Amézaga de Zuya, Berganzo, Obecuri, Mendiola, Moreda (en un platillo con las brasas del brasero), Pipaón (A); Arrasate (G); Allo, Izal, Lezaun (mezclada a veces con tomillo), Murchante y Obanos (N).

También se quemaban hierbas especiales en esta ocasión en las localidades alavesas de Amézaga de Zuya (laurel), Aramaio, Artziniega (a veces las hervían), Berganzo (azufre y espliego), Bernedo (romero u olivo de la Rioja mezclado con incienso), Laguardia (hierbabuena desde mediados del siglo XX), Llodio (laurel o romero), Mendiola (ramos de San Juan, rosas y flores de saúco bendecidas el día de San Juan), Moreda (tomillo y romero) y Ribera Alta (incienso, a veces).

En Bizkaia se quemaban en Abadiano (laurel, romero y hierbabuena, patana); en Bermeo y Busturia (San Juan bedarrak); en AmorebietaEtxano, Durango, Lemoiz, Portugalete (laurel), en Muskiz (laurel bendecido el domingo de Ramos; también se cocían hojas de eucalipto).

En Gipuzkoa se quemaban en Amezketa y Arrasate (erromerue, romero y también saúco, intsusa); en Beasain, (hierbas de San Juan, gladiolos, calas, ezpatak y margaritas); en Elgoibar (laurel).

En Elosua, en la pala de asar talos se quemaba salvado con lo que se transformaba el olor de la habitación mortuoria: hildakoen pelan, talo-patan saixa erretze 'zan ta kuartoko usaiña kanbixatzen dau. También se colocaba brasa en la pala de talos y sobre ella se quemaban las flores del ramo bendecido el día de San Juan: talo-calan brasia ipiñi, ta San Juan sortako lora batzuk erretzen jartzen zittuan, gorputza zeuan kuartuan. En Ezkio, Getaria, Zerain se quemaban también las flores del ramo de San Juan, San Juan erramilletakoak e incienso.

En Navarra se quemaban en Aoiz, incienso o café; en Eugi laurel y olivo bendecidos el día de Ramos; en Goizueta y en Lekunberri menta; en Lezaun y Mélida eucalipto; en Monreal si hacía mucho calor, incienso; en Murchante hierbabuena o albahaca si el cadáver estaba descompuesto; en Obanos apenas se recuerda esta práctica; en Sangüesa, a veces flor de saúco, espliego y tomillo. Azufre y bolas de algodón se quemaban para desinfectar en algunas localidades como Izurdiaga, San Martín de Unx y Sangüesa.

En Izpura (BN) la amortajadora llevaba, entre los objetos propios de su oficio para realizar la labor encomendada, papel de Armenia[6] comprado en la farmacia que a veces encendía para atenuar los olores.

Actualmente en general se rehúsa el empleo de colonia porque, según dicen, hace que se acentúe el «olor a muerto» (Berganzo, Moreda-A; Obanos, Murchante-N). Hoy para evitar malos olores se usan ambientadores perfumados (Muskiz-B y Elgoibar-G).


 
  1. AEF, III (1923) p. 43.
  2. AEF, III (1923) pp. 78 y 2.
  3. AEF, III (1923) p. 129.
  4. AEF, III (1923) p. 37.
  5. AEF, III (1923) p. 105.
  6. Sustancia aromática que si se quema desprende un olor semejante al del incienso.