Diferencia entre revisiones de «Ritos funerarios en Orozko (Bizkaia)»
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La muerte se atribuye a causas naturales. | La muerte se atribuye a causas naturales. | ||
− | No parece exista la creencia de que el alma salga del cuerpo de una forma visible. Una de las informantes dice que su padre contaba que después de morírsele una hija pequeña fue al monte y una paloma blanca que era su niña se le apareció. ''Lo uniko, esaten auena gure aitek il zanean nire aiztetxue, txikerra, ba esan auen berari basora joan zanean paloma zuritxu bet aurretik urtein jakola, ta aixe | + | No parece exista la creencia de que el alma salga del cuerpo de una forma visible. Una de las informantes dice que su padre contaba que después de morírsele una hija pequeña fue al monte y una paloma blanca que era su niña se le apareció. ''Lo uniko, esaten auena gure aitek il zanean nire aiztetxue, txikerra, ba esan auen berari basora joan zanean paloma zuritxu bet aurretik urtein jakola, ta aixe ei zan''. |
En el momento del fallecimiento se ha asperjado con agua bendita la habitación para ahuyentar a los malos espíritus y no permitirle al demonio atrape el alma de quien acaba de morir. | En el momento del fallecimiento se ha asperjado con agua bendita la habitación para ahuyentar a los malos espíritus y no permitirle al demonio atrape el alma de quien acaba de morir. | ||
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A las colmenas se les ponía un trapo negro pues de lo contrario las abejas morían. ''Trapu baltza imini ezpabere il erleak. ''Según un informante, las abejas morían cuando lo hacía el dueño de la casa y lo atribuye a que posiblemente eran peor atendidas al fallecimiento del dueño. | A las colmenas se les ponía un trapo negro pues de lo contrario las abejas morían. ''Trapu baltza imini ezpabere il erleak. ''Según un informante, las abejas morían cuando lo hacía el dueño de la casa y lo atribuye a que posiblemente eran peor atendidas al fallecimiento del dueño. | ||
− | Otro signo de duelo era despojarles del cencerro a las ovejas. Cuando el que moría era el padre se les quitaba a todas pero si era la madre se le dejaba puesto el cencerro a una, a la mejor oveja. Esta costumbre, que se perdió como tal hacia los años treinta, sigue vigente en el habla coloquial. Una de las informantes que desconocía tal práctica dijo que aquellos días había oído a su marido preguntarle a un pastor vecino que llevaba unas ovejas sin cencerro: ''Lutun daukazuz, ala...?, | + | Otro signo de duelo era despojarles del cencerro a las ovejas. Cuando el que moría era el padre se les quitaba a todas pero si era la madre se le dejaba puesto el cencerro a una, a la mejor oveja. Esta costumbre, que se perdió como tal hacia los años treinta, sigue vigente en el habla coloquial. Una de las informantes que desconocía tal práctica dijo que aquellos días había oído a su marido preguntarle a un pastor vecino que llevaba unas ovejas sin cencerro: ''Lutun daukazuz, ala...''?, ¿Es que las tienes de luto?, y no se percató del sentido de la frase hasta conocer la costumbre. |
Resalta otra de las informantes que sobrecogía ver pasar el rebaño de ovejas callando, silenciosas, sin que sonasen los badajos. También se les quitaba el cencerro a las vacas para que guardasen silencio en señal de luto. | Resalta otra de las informantes que sobrecogía ver pasar el rebaño de ovejas callando, silenciosas, sin que sonasen los badajos. También se les quitaba el cencerro a las vacas para que guardasen silencio en señal de luto. | ||
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Hoy en día, además de las campanas, se colocan esquelas en los diferentes barrios, siendo la agencia funeraria la encargada de su distribución. Van siendo cada vez más las familias que ponen esquelas en la prensa, aunque su número no alcance todavía la quinta parte. | Hoy en día, además de las campanas, se colocan esquelas en los diferentes barrios, siendo la agencia funeraria la encargada de su distribución. Van siendo cada vez más las familias que ponen esquelas en la prensa, aunque su número no alcance todavía la quinta parte. | ||
− | Al producirse la muerte de una persona de la casa se ponía un paño negro en el «abejal», colmenar, ya que existía la creencia de que las abejas morirían de | + | Al producirse la muerte de una persona de la casa se ponía un paño negro en el «abejal», colmenar, ya que existía la creencia de que las abejas morirían de no cumplirse tal práctica. |
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Los niños solían ir amortajados de monaguillos y las niñas de blanco con una coronita de flores. A las hijas de María que fueran solteras se les ponía la medalla de la Inmaculada. | Los niños solían ir amortajados de monaguillos y las niñas de blanco con una coronita de flores. A las hijas de María que fueran solteras se les ponía la medalla de la Inmaculada. | ||
− | Una vez amortajado el cadáver se cubría la cama donde hubiera fallecido con una sobrecama limpia, sobre ella se colocaba el cuerpo y éste, a su vez, era cubierto con otra sobrecama, ya que el cadáver no era introducido en el ataúd hasta prácticamente el momento de sacarlo de casa. Esto se debía en parte a que el carpintero del pueblo necesitaba disponer de tiempo porque la caja la fabricaba expresamente para la | + | Una vez amortajado el cadáver se cubría la cama donde hubiera fallecido con una sobrecama limpia, sobre ella se colocaba el cuerpo y éste, a su vez, era cubierto con otra sobrecama, ya que el cadáver no era introducido en el ataúd hasta prácticamente el momento de sacarlo de casa. Esto se debía en parte a que el carpintero del pueblo necesitaba disponer de tiempo porque la caja la fabricaba expresamente para la persona fallecida. |
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Hace unos años se introducían en el ataúd las bulas que, si no se hubieran obtenido durante el año, se compraban en el momento del óbito con dicha finalidad. | Hace unos años se introducían en el ataúd las bulas que, si no se hubieran obtenido durante el año, se compraban en el momento del óbito con dicha finalidad. | ||
− | En algún caso el sentimiento recogido es el que las bulas que se metían en el féretro de poco servían ya que Dios no necesita de justificantes para conocer el proceder de las personas. ''Nik ekosi dodaz ba bulak sartzea, baña ori bere atrasaduenak, pentseten dot, ba atxine egoten zirean an bulia ta aik ba topetan danak etxean pagaduik aik atautan eroateko, bai ori pagau badau, Jaungoikoak ez dau bear an erreziborik egin, Jaungoikoak baki errezibo barik be | + | En algún caso el sentimiento recogido es el que las bulas que se metían en el féretro de poco servían ya que Dios no necesita de justificantes para conocer el proceder de las personas. ''Nik ekosi dodaz ba bulak sartzea, baña ori bere atrasaduenak, pentseten dot, ba atxine egoten zirean an bulia ta aik ba topetan danak etxean pagaduik aik atautan eroateko, bai ori pagau badau, Jaungoikoak ez dau bear an erreziborik egin, Jaungoikoak baki errezibo barik be''. |
− | Estas bulas de muertos, diferían de las bulas de ayuno y abstinencia, ''ilen bulak aparte ziren | + | Estas bulas de muertos, diferían de las bulas de ayuno y abstinencia, ''ilen bulak aparte ziren'', y con ellas se conseguían indulgencias. |
No era costumbre meter objetos en la sepultura. Cuando se inhumaba en la tierra, en alguna ocasión introdujeron en el ataúd un objeto metálico que sirviera para poder identificar el cádaver de su familiar en el futuro. | No era costumbre meter objetos en la sepultura. Cuando se inhumaba en la tierra, en alguna ocasión introdujeron en el ataúd un objeto metálico que sirviera para poder identificar el cádaver de su familiar en el futuro. | ||
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Tal como se describe en la respuesta a la pregunta 239 se preparaba en la habitación del enfermo un pequeño altar para recibir al Viático, consistente en un mantelito blanco que se colocaba sobre la mesilla, un crucifijo, dos candelabros con sus velas y el vaso con agua bendita y laurel. | Tal como se describe en la respuesta a la pregunta 239 se preparaba en la habitación del enfermo un pequeño altar para recibir al Viático, consistente en un mantelito blanco que se colocaba sobre la mesilla, un crucifijo, dos candelabros con sus velas y el vaso con agua bendita y laurel. | ||
− | Al fallecimiento del enfermo se sustituían las candelas por una lámpara de aceite que se mantenía encendida mientras el cadáver permaneciera en la casa. Antiguamente, a comienzos del siglo, la mecha que se utilizaba era la médula de un junco que se empapaba en el aceite y se encendía. ''Lanparea oriogaz eiten zan. Iei barruko zuna atera eta metxea ateraten zan eta aixe ixituten zan | + | Al fallecimiento del enfermo se sustituían las candelas por una lámpara de aceite que se mantenía encendida mientras el cadáver permaneciera en la casa. Antiguamente, a comienzos del siglo, la mecha que se utilizaba era la médula de un junco que se empapaba en el aceite y se encendía. ''Lanparea oriogaz eiten zan. Iei barruko zuna atera eta metxea ateraten zan eta aixe ixituten zan''. |
Al ser las velas un bien preciado, parece que el motivo de cambiarlas por lamparilla de aceite era de orden económico, ya que la cera virgen obtenida de las abejas resultaba cara. En la actualidad se prepara el altar de igual forma, se usan velas y se encienden solamente si el sacerdote acude a rezar algún responso o en el momento del levantamiento del cadáver. | Al ser las velas un bien preciado, parece que el motivo de cambiarlas por lamparilla de aceite era de orden económico, ya que la cera virgen obtenida de las abejas resultaba cara. En la actualidad se prepara el altar de igual forma, se usan velas y se encienden solamente si el sacerdote acude a rezar algún responso o en el momento del levantamiento del cadáver. |
Revisión del 13:29 1 mar 2019
El Valle de Orozko está situado al sur de Bizkaia lindando con el territorio de Alava. Tiene la estructura típica de un valle con barrios, lugares y caseríos diseminados a lo largo de diez kilómetros, estando la sede municipal y administrativa en el barrio de Zubiaur. Su extensión alcanza algo más de 100 km2 y su población es de unas 2.000 almas.
Por ser originaria de Ibarra, he realizado la encuesta en las parroquias de San Bartolomé de Olarte y de San Lorenzo de Urigoiti que agrupan varios barrios[1]. El de Ibarra, debido a su situación geográfica, hace de centro de los demás núcleos de la zona, algunos de ellos hoy deshabitados.
Aún cuando los informantes y los datos provienen fundamentalmente de personas encuestadas en la zona citada, considero que mucha de la información obtenida es perfectamente extensible al resto del territorio del valle.
II. 238. ¿QUE PRESAGIOS DE MUERTE SE CONOCEN? ¿COMO SE LLAMA LA AGONIA? ¿QUE PRACTICAS SE OBSERVAN DURANTE LA AGONIA? ¿QUE SE HACE PARA HACERLA MAS LLEVADERA?
Según los encuestador, los perros eran un presagio de muerte cuando aullaban de una forma especial, indicativa de que alguien de la casa estaba muriéndose. Coinciden en decir que era un ladrido característico que se diferenciaba de los habituales. Ausi diferentea entzun orduin esaten zan 'Nor dau gaixorik? A ilgo da'. Al escuchar un ladrido diferente la gente se preguntaba: «¿Quién está enfermo? Pues ese se morirá».
Existe la creencia, también en nuestros días, de que si tocan las campanas a muerto tres veces en un plazo corto de tiempo, en razón de que se han producido tres fallecimientos en el pueblo, necesariamente morirá una cuarta persona inmediatamente después. Asimismo el que resonaran con eco significaba que llamaban a morir a otro vecino.
A la agonía se le llama Agonie y se dice Agonian dago, Il eiten dao, Ilten dago cuando alguien está agonizando.
Durante la agonía los vecinos más allegados acudían a la casa y procuraban hacerla más llevadera rezando. Se le daba al moribundo una cruz para que la besara y se acompañaba a los familiares pidiendo por el enfermo y solicitando la ayuda de Dios y de los Santos para aliviar el paso de esta vida a la otra. Las oraciones más frecuentes eran Padrenuestros y las Letanías de los Santos. Estas se encontraban en devocionarios o misales que existían en todas las casas.
Se avisaba también al cura que acudía con el Viático y los propios vecinos hacían la recomendación del alma mientras llegaba. El sacerdote, así como algunos vecinos, se quedaban con el enfermo hasta que fallecía. En la actualidad le acompañan únicamente los familiares.
En la habitación del moribundo se encendía una vela bendecida y se quemaba en el fuego del hogar ramo bendito.
Cuando un enfermo en agonía tardaba en morir, agonian eta il ezin, una práctica común era el ofrecer una misa por él. El dinero que se recogía para pagar al cura como estipendio debía ser aportado exclusivamente por los vecinos, sin participación de la familia. Las cantidades habían de ser pequeñas para que tomaran parte el mayor número posible de donantes. Esta misa recibe el nombre de Atzera-aurrera ein daien mezea, misa para que evolucione a mejor o a peor. Hoy en día también se solicita una misa a la que se llama así pero la encarga y la paga la propia familia.
Otra práctica consistía en «echarle» al enfermo por encima el manto de la Virgen para que Dios le llevase pronto.
También ha existido la creencia de que una agonía larga podía deberse a que el enfermo tuviera dinero escondido y que no conseguía morirse mientras no lo descubriera y lo pasara de mano, Il ezinik dauzenari, il eiteko lenago, mezea ateraten jakon. Da dirua badeuko gordeta bere, kanbiau beste esku batera, ze igual daoala dirue gordeta, itxi ez eitearren ba il izinik eta ori bai badaukat entzunde.
Los signos físicos de que el enfermo ha entrado en agonía son respiración jadeante, aumento del tamaño de las orejas, transparencia de la piel, dificultad en el habla y palidez y alargamiento de la nariz. Neuri be esan eusten zerak, medikuek, gure ama egon zanean, emon eutsanean atakea esan eusten ba «igirrik otsezu sur puntia, ze asiko jako zurituten». Orduin defenditu zen baña...
Sólo las personas mayores de 75 años recuerdan que se tocaran campanas de agonía, agoni kanpaiak, que no doblaban si era de noche. En la actualidad no se efectúa esta práctica, que cayó en desuso en el primer cuarto del siglo.
II. 239. ¿QUIEN ES EL ENCARGADO DE AVISAR AL CURA YAL MEDICO? ¿QUIEN DEBE ACOMPAÑAR AL VIATICO? ¿QUIEN DESCUBRE LOS PIES AL ENFERMO PARA DARLE UNCION? ¿QUE ASISTENCIA RECIBE EL PACIENTE DURANTE SU ENFERMEDAD DE PARTE DE SUS PARIENTES YVECINOS?
Avisaba al cura así como al médico alguien que fuera joven y cercano, generalmente un vecino.
Al Viático, que era portado por el sacerdote, acompañaba en todo el recorrido desde la iglesia a la casa el sacristán. Algunos miembros de la familia salían al camino a recibirlo y recorrían juntos la última parte del trayecto. El sacerdote llevaba al enfermo la Comunión y la Unción, Elexakoetan komuninoa eta untziñoa eroaten jakozan.
Los niños también acompañaban al Viático en alguna parte de su recorrido. Elexakoak joit'ebezen eta umiak abadea ekosi orduin elexakoekaz, ba, bere osteien joaten gintzen, urrunera ez. Tocaban las campanas anunciando la salida del Viático de la iglesia y los niños, al ver al sacerdote con el Viático y los Oleos, solíamos ir detrás de él pero no lejos.
No hay una persona encargada de descubrir los pies al enfermo para darle la Unción aunque lo haga casi siempre alguien de la familia.
Los parientes y vecinos acuden a visitar al enfermo. Era costumbre llevarle bizcochos y algún jerez quinado como «San Roque». Hoy en día lo más frecuente es regalarle pastas.
Se asiste a la familia ayudándole en los trabajos del campo, con el ganado y en las faenas domésticas.
La habitación del enfermo se prepara para recibir al Viático arreglándola lo mejor posible. Se dispone un pequeño altar, para lo cual se cubre la mesilla con un mantelito de iglesia o tapete blanco. Sobre él se colocan un crucifijo, dos candelabros con sus velas y un vaso con agua bendita y una ramita de laurel.
Los vecinos, al apercibirse de la llegada del sacerdote, acudían a la casa con velas que encendían a la puerta del caserío para recibir al Viático. Se arrodillaban formando un pasillo y uno de ellos portando también una luz precedía al sacerdote hasta la habitación del enfermo.
Asisten a este rito de la administración del Viático y Extremaunción los familiares cercanos y los vecinos, etxekoak eta auzokoak, siendo mayor el número de mujeres.
II. 240. ¿A QUE CAUSA SE ATRIBUYE LA MUERTE? ¿HAY CREENCIA DE QUE EL ALMA SALE DE MODO VISIBLE? ¿EN QUE FORMA? ¿DONDE SE COLOCA AL MUERTO?
La muerte se atribuye a causas naturales.
No parece exista la creencia de que el alma salga del cuerpo de una forma visible. Una de las informantes dice que su padre contaba que después de morírsele una hija pequeña fue al monte y una paloma blanca que era su niña se le apareció. Lo uniko, esaten auena gure aitek il zanean nire aiztetxue, txikerra, ba esan auen berari basora joan zanean paloma zuritxu bet aurretik urtein jakola, ta aixe ei zan.
En el momento del fallecimiento se ha asperjado con agua bendita la habitación para ahuyentar a los malos espíritus y no permitirle al demonio atrape el alma de quien acaba de morir.
Una de las informantes recuerda haber oído que en alguna localidad, tal vez Zeanuri, existió la costumbre de quitar una teja para dejar que el alma saliera, pero esta tradición no la atribuye en ningún caso a Orozko.
El cadáver se colocaba sobre la cama cubierto con una sábana de hilo y no era introducido en el ataúd hasta el día siguiente. La razón era que los féretros los hacía el carpintero del pueblo quien se ponía manos a la obra al enterarse del fallecimiento y necesitaba de algún tiempo para su ejecución.
En el año 1917 tuvo lugar una gran mortandad por la epidemia de gripe y se usaron angarillas en vez de ataúdes, ya que no daba tiempo a fabricarlos, y en ellas se transportaban los cadáveres hasta el cementerio.
Los familiares más cercanos cierran los ojos al muerto. Se cree que si le quedaban abiertos enseguida atraería a alguno de los presentes hacia él, y habría de morir. Begik ondo itxi bear jakozan. Siñistea egoan zabalik geldituazkero, an egoan baten bat laster il behar dauela. Laster geituko dautsela eriotzara.
Se le cruzan al cadáver las manos y se le pone un crucifijo entre ellas. Los pies se le juntan y para conseguir que la boca le quede cerrada se le ata un pañuelo a la cabeza, sujetándole la mandíbula.
II. 241. ¿QUE SIGNOS DE DUELO SE ADOPTAN EN LA CASA DONDE HA OCURRIDO UNA DEFUNCION? ¿SE CIERRAN LAS VENTANAS? ¿SE CUBREN LOS ESPEJOS? ¿LOS ESCUDOS DE ARMAS? ¿LAS COLMENAS?
Uno de los signos de duelo consistía en no abrir las ventanas de la casa el día de la fiesta patronal en señal de que no se participaba en la misma. Se recuerda ha sido practicada esta costumbre en el primer cuarto de este siglo.
El txistulari municipal que tocaba en todas las casas el día de la fiesta, dejaba de hacerlo en aquéllas que estuvieran de luto. Los coros de Santa Agueda sustituían el canto por un rezo en memoria del fallecido.
Los jóvenes no acudían a las romerías mientras durara el luto, durante unos dos años aproximadamente, costumbre que se perdió hacia 1950.
No se recuerda haber tapado los espejos pero los escudos de armas se siguen cubriendo con un trapo negro.
A las colmenas se les ponía un trapo negro pues de lo contrario las abejas morían. Trapu baltza imini ezpabere il erleak. Según un informante, las abejas morían cuando lo hacía el dueño de la casa y lo atribuye a que posiblemente eran peor atendidas al fallecimiento del dueño.
Otro signo de duelo era despojarles del cencerro a las ovejas. Cuando el que moría era el padre se les quitaba a todas pero si era la madre se le dejaba puesto el cencerro a una, a la mejor oveja. Esta costumbre, que se perdió como tal hacia los años treinta, sigue vigente en el habla coloquial. Una de las informantes que desconocía tal práctica dijo que aquellos días había oído a su marido preguntarle a un pastor vecino que llevaba unas ovejas sin cencerro: Lutun daukazuz, ala...?, ¿Es que las tienes de luto?, y no se percató del sentido de la frase hasta conocer la costumbre.
Resalta otra de las informantes que sobrecogía ver pasar el rebaño de ovejas callando, silenciosas, sin que sonasen los badajos. También se les quitaba el cencerro a las vacas para que guardasen silencio en señal de luto.
II. 241 BIS. ¿QUIEN ASUME LA DIRECCION DE LAS LABORES DOMESTICAS MIENTRAS EL CADAVER PERMANECE EN CASA? ¿LOS VECINOS? ¿QUIENES SE ENTIENDEN POR TALES? ¿LOS DE LA CASA MAS PROXIMA? ¿LOS DE LA VIVIENDA DEL OTRO LADO O PISO DE LA MISMA CASA? ¿QUIENES CONDUCEN LA CRUZ PARROQUIAL A LA CASA MORTUORIA?
Los vecinos ayudaban con las labores domésticas. Tenían la consideración de tales los de las casas más cercanas, los del mismo barrio. Los hombres atendían a los animales, proporcionándoles alimento, ordeñando las vacas y demás necesidades que precisaran atención. Las mujeres colaboraban en el arreglo y limpieza del hogar, preparación de la comida, etc. Era habitual que se ofrecieran para trabajar y descargar así a la familia de sus obligaciones cotidianas.
Se encargaban también de notificar el fallecimiento a los familiares, que a menudo vivían en lugares alejados, como Zeanuri o Zeberio, a donde se desplazaban andando.
Hoy día, los vecinos también colaboran con la familia pero prima el sentimiento de amistad sobre el de vecindad para prestar la ayuda necesaria.
El primer vecino, lenengo auzoa, o también urrerengo auzoa, tenía como cometido principal el ser portador en el cortejo fúnebre de la Cruz Parroquial, que había sido llevada a la casa mortuoria por el sacristán.
II. 242. ¿A QUIENES Y COMO SE ANUNCIA EL FALLECIMIENTO DE UNA PERSONA? ¿QUIEN SE ENCARGA DE ESTO? ¿SE ANUNCIA A LOS ANIMALES DOMESTICOS? ¿COMO? ¿QUIEN?
En el ámbito parroquial, el fallecimiento de una persona se anunciaba y se anuncia mediante el toque de campanas que los vecinos reconocen. Al escucharlas se dice «Están tocando a muerto». A los familiares lejanos les avisaban los vecinos que acudían a pie hasta los caseríos más lejanos de Orozko o incluso de los pueblos circundantes tales como Zollo, Zeberio, o localidades del Valle de Arratia.
Hoy en día, además de las campanas, se colocan esquelas en los diferentes barrios, siendo la agencia funeraria la encargada de su distribución. Van siendo cada vez más las familias que ponen esquelas en la prensa, aunque su número no alcance todavía la quinta parte.
Al producirse la muerte de una persona de la casa se ponía un paño negro en el «abejal», colmenar, ya que existía la creencia de que las abejas morirían de no cumplirse tal práctica.
II. 243. ¿SE QUEMAN YERBAS EN LA HABITACION MORTUORIA? ¿QUE YERBAS?
Si se consideraba que la habitación mortuoria olía mal se quemaba azúcar y laurel, erramue. Algunas veces, también romero, erromerue.
II. 244. ¿COMO SE AMORTAJA EL CADAVER? ¿QUIEN LO LAVA YAMORTAJA ¿CON QUE SE LAVA?
El cadáver lo amortajan generalmente familiares cercanos. Se le lava, peina, afeita, etc. procurando dejarlo con el mejor aspecto posible. Se usa agua templada y algo de jabón, pero no es costumbre maquillarlo. Se le cruzan los dedos poniéndole un crucifijo. Se juntan los pies y se le cierran los ojos y la boca.
Se le pone ropa limpia aunque es conveniente no cambiarle el camisón con el que muere para que lleve a la otra vida algo de lo que le ha pertenecido. Nik ez nendune jakin kamisoia ez jakola kendu ein bear atzenengo agoniko izerdie eroateko itxi bear jakola. Es recomendable que se lleve consigo el sudor de la agonía postrera. Como hipótesis de esta práctica apunta la posible relación con el sudor del sudario de Cristo, Jesusen sudarioko izerdie.
Hasta hace unos años, la mortaja más común era el hábito de la Merced tanto para los hombres como para las mujeres. Hay un convento de monjas mercedarias en el barrio de Ibarra y eran ellas las que los proporcionaban. Los padres de frailes o de monjas de otras congregaciones eran amortajados con los hábitos, enviados desde Bilbao, de las órdenes religiosas a las que pertenecieran sus hijos.
Era también usual llevar como mortaja el traje o vestido de boda, que a veces iba debajo del hábito, Habituen azpitik ezkontzako trajeagaz, traje utsean bere.
A las mujeres que no hubiesen sido amortajadas con hábito, se les ponía mantilla.
Los niños solían ir amortajados de monaguillos y las niñas de blanco con una coronita de flores. A las hijas de María que fueran solteras se les ponía la medalla de la Inmaculada.
Una vez amortajado el cadáver se cubría la cama donde hubiera fallecido con una sobrecama limpia, sobre ella se colocaba el cuerpo y éste, a su vez, era cubierto con otra sobrecama, ya que el cadáver no era introducido en el ataúd hasta prácticamente el momento de sacarlo de casa. Esto se debía en parte a que el carpintero del pueblo necesitaba disponer de tiempo porque la caja la fabricaba expresamente para la persona fallecida.
II. 245. ¿SE COLOCA ALGUN OBJETO EN LA MORTAJA, EN LAS MANOS DEL CADAVER, EN EL ATAUD O EN LA SEPULTURA? ¿SE COLOCA JUNTO AL CADAVER ALGUNA LUZ ESPECIAL?
Se coloca un crucifijo en las manos, y en ocasiones también un rosario a las mujeres, objetos que se retiran como recuerdo cuando el cadáver es sacado de casa.
Hace unos años se introducían en el ataúd las bulas que, si no se hubieran obtenido durante el año, se compraban en el momento del óbito con dicha finalidad.
En algún caso el sentimiento recogido es el que las bulas que se metían en el féretro de poco servían ya que Dios no necesita de justificantes para conocer el proceder de las personas. Nik ekosi dodaz ba bulak sartzea, baña ori bere atrasaduenak, pentseten dot, ba atxine egoten zirean an bulia ta aik ba topetan danak etxean pagaduik aik atautan eroateko, bai ori pagau badau, Jaungoikoak ez dau bear an erreziborik egin, Jaungoikoak baki errezibo barik be.
Estas bulas de muertos, diferían de las bulas de ayuno y abstinencia, ilen bulak aparte ziren, y con ellas se conseguían indulgencias.
No era costumbre meter objetos en la sepultura. Cuando se inhumaba en la tierra, en alguna ocasión introdujeron en el ataúd un objeto metálico que sirviera para poder identificar el cádaver de su familiar en el futuro.
Tal como se describe en la respuesta a la pregunta 239 se preparaba en la habitación del enfermo un pequeño altar para recibir al Viático, consistente en un mantelito blanco que se colocaba sobre la mesilla, un crucifijo, dos candelabros con sus velas y el vaso con agua bendita y laurel.
Al fallecimiento del enfermo se sustituían las candelas por una lámpara de aceite que se mantenía encendida mientras el cadáver permaneciera en la casa. Antiguamente, a comienzos del siglo, la mecha que se utilizaba era la médula de un junco que se empapaba en el aceite y se encendía. Lanparea oriogaz eiten zan. Iei barruko zuna atera eta metxea ateraten zan eta aixe ixituten zan.
Al ser las velas un bien preciado, parece que el motivo de cambiarlas por lamparilla de aceite era de orden económico, ya que la cera virgen obtenida de las abejas resultaba cara. En la actualidad se prepara el altar de igual forma, se usan velas y se encienden solamente si el sacerdote acude a rezar algún responso o en el momento del levantamiento del cadáver.
Lo más común es colocar el ataúd en la misma habitación en la que se ha producido el óbito.
II. 246. ¿SE VELA EL CADAVER? ¿QUIENES VELAN Y QUE PRACTICAN EN TAL OCASION?
Se velaba el cadáver de día y de noche. Ezan itxiten bakarrik gau guztien. Se hacía guardia, y se iba turnando la familia. Acudían también vecinos y parientes. No se permanecía de continuo en la habitación mortuoria, alternando la estancia en la sala y la cocina. En la actualidad no se vela el cadáver, la familia incluso se acuesta. Gaur egun, etxekoak be oera joaten dire.
En Orozko el velatorio recibe el nombre euskérico de begiria. El vecindario acudía a velar el cadáver, Auzoak begirera joaten zirean, considerándose vecinos, además de los del propio barrio, también los circundantes. Así para los fallecidos del barrio de Ibarra acudían al velatorio los de Aranguren, Altamira, Zabaleko, Gotxi, Legorburu, Olarte y los de Ugaran: Ugarte, Arisketa, Ugalde y Usabel.
Se abría la puerta de la habitación en la que se encontraba el fallecido y se le velaba rezando el rosario, seguido de salve y credo. La persona que lo dirigía se situaba en la puerta y se rezaban también padrenuestros acompañados de la fórmula latina «Requiero aeternam dona ei, Domine. / Et lux perpetua luceat ei. / Requiescat in pace. / Amen».
A ratos se interrumpían los rezos, momento en que se cerraba la puerta de la habitación. Se charlaba y se descansaba. La familia ofrecía higos pasos, castañas, nueces, galletas, o simplemente pan y vino, dependiendo del poder adquisitivo, y de lo que hubiera en la casa. También se cocía pan. Ardaoa, ikopasak, intxaurrek, ogie artuten zan. Egiten zan erratzea.
A la Cruz Parroquial, Kurtzia, que se llevaba a la casa al tiempo que el ataúd, se le colocaba para el velatorio un paño blanco alrededor del brazo superior el cual caía por delante de los brazos laterales. Era un paño parecido a una toalla de manos, de hilo, que se aportaba en el arreo y presentaba adornos como flecos, bordados y leyendas que decían JHS o RIP, Begiria eiteko kurtziari iminten jakon eskupañu legez, fleko eta bordau batzuekaz orretarako bakarrik eindako trapu bet. Se dejaba puesto durante el cortejo y sólo lo usaban las familias de nivel económico alto.
II. 246-bis. ¿SE TAÑEN LAS CAMPANAS DE LA IGLESIA CUANDO OCURRE UNA DEFUNCION? ¿COMO ES ESTE TOQUE? ¿COMO SE LLAMA? ¿SE TAÑEN TAMBIEN DURANTE EL ENTIERRO Y FUNERALES?
Cuando ocurre una defunción se tañen las campanas, Jo daitueiz il kanpaiak.
El toque «a muerto», il-kanpaiak, es como sigue:
Para los hombres: Tres toques. Se usan las dos cam- panas grandes, las más graves, que se tocan haciéndo- las sonar al unísono. A continuación se tocan un número no fijo de campanadas, para lo que también se usan las dos más graves pero que se hacen sonar alternativamente. Se termina con otros tres toques, iguales a los de apertura.
Para las mujeres se procede de igual forma que para los hombres. La diferencia estriba en que se comienza y se finaliza con dos toques.
Los toques para los niños o niñas son similares a los de adultos, y diferencian el sexo de igual forma, con tres o dos campanadas. Se distinguen de los toques de adultos en que para las campanadas centrales se usa la campana más pequeña, la más aguda.
Las «campanas a muerto» se tocan para anunciar el fallecimiento. Después se tocan al alba del día en que vaya a celebrarse el funeral, si éste fuera a la mañana; y a las doce del mediodía, si por la tarde. Se vuelven a tañer una hora antes del oficio religioso, a la media hora otra vez y a continuación a intervalos de unos diez minutos, dos o tres tandas. Cuando el cadáver llega al pórtico se toca la llamada a misa.
Cuando el féretro es sacado de la iglesia camino del cementerio se vuelven a tocar las campanas y se repite el toque hasta el regreso del oficiante a la iglesia.
Se ha «tocado a muerto» en algunas de las ermitas.
Se ha constatado que lo hacían en la ermita de San
Sebastián, popularmente «San Sebasti» y en la de Ntra. Sra. de la Natividad de Goikiria, «Goikiri» . En otras, como en la de San Roque de Ibarra, dicen no haberlo hecho aunque sí recuerdan que las campanas de las ermitas tañían al paso del cadáver por delante de las mismas, camino de la parroquia. El número de campanadas era el mismo que el de la iglesia. Como la mayoría de ellas disponían de una sola campana, los sonidos más o menos graves se obtenían tirando de la cuerda de distinto modo. Actualmente se tocan únicamente las de la parroquia.
La persona encargada de tañer las campanas era el sacristán. Hoy en día lo hace algún feligrés a quien la familia recompensa por el favor y es rara la vez que se tañen al alba o al mediodía, manteniéndose los demás toques.
II. 247. ¿SE COLOCA EL CADAVER EN ATAUD O EN ANGARILLAS? ¿DE QUE COLOR Y FORMA SON ESTAS Y AQUEL? ¿LLEVAN ADORNOS ESPECIALES?
El cadáver se coloca en el ataúd, atautea, pero la gente recuerda la existencia de angarillas, andak. Parece que fueron usadas por última vez cuando la pandemia de gripe del año 1917. Eran propiedad de la parroquia quien las facilitaba para su uso a las familias más menesterosas. Durante la epidemia se utilizaron por la imposibilidad de que el carpintero dispusiera del número de ataúdes necesario. Dichas angarillas han desaparecido recientemente como consecuencia de alguna reforma realizada en la iglesia y el cementerio.
La angarilla era una plataforma de madera con una balaustrada alrededor, formada por balaustres planos, al estilo de los de los balcones de la zona. Disponía de patas y dos mangos, ankak eta aztak, y no tenía ruedas. Había una para niños pintada de blanco.
Los ataúdes eran fabricados por el carpintero del pueblo. Los últimos dejaron de hacerse en la década de los cincuenta.
Se empleaba una madera sencilla forrada de tela negra por su parte exterior, presentando el interior la madera vista. El sexo de la persona fallecida no tenía ninguna incidencia en este punto. Los de los ricos se adornaban con pasamanería y flecos. Para los féretros de los niños se usaba tela blanca y ha sido costumbre que también llevaran ataúd blanco los solteros de cualquier edad. La última persona soltera a quien se inhumó con ataúd blanco, que se recuerda, tenía unos 70 años y falleció en los años veinte. En dicho momento hubo discrepancia entre los vecinos que no estaban de acuerdo en que se le enterrara con caja blanca y entre los que opinaban que era la que le correspondía por haber muerto soltero.
Los ataúdes disponían de cuatro mangos de una longitud total de un metro aproximadamente. Sobresalían del ferétro por sus extremos unos 50 cm., en el sentido longitudinal, como una prolongación del mismo. El otro medio metro se clavaba a la base del féretro para sujeción. Eran de gran ayuda en el transporte del cádaver y servían para llevarlo sobre el hombro. Kajeak edo atautiak, ankak edo aztak edo andak eukiezan.
Hoy en día los ataúdes los proporciona la agencia funeraria. El servicio del Valle de Orozko lo cubre una empresa de Arrigorriaga establecida también en Llodio. Cuenta en su sede con una sala donde expone los diferentes modelos, presentando una variada gama, desde los de maderas más sencillas hasta los más lujosos, fabricados con maderas nobles como la caoba.
Se encargan también de los trámites referentes al traslado de los cadáveres desde los hospitales a la parroquia, de fijar las esquelas en puntos estratégicos del pueblo y de mandarlas a la prensa para su publicación. Disponen asimismo de un álbum con fotos de esquelas, ferétros y coronas de flores que presentan a los familiares para que elijan aquéllo que deseen y muestran lo que familias conocidas de la zona han encargado para sus difuntos.
II. 248. ¿QUE SIGNIFICACION SE ATRIBUYE A LA FACHA EN QUE HA QUEDADO EL CADAVER?
Los amigos que visitan la casa mortuoria así como la familia destacan al ver el cadáver, en su caso, la sensación de paz que emana del mismo, indicando el gesto dulce que muestra, la tranquilidad que transmite y la bondad que le caracterizó.
II. 249. ¿LOS PADRES DEL DIFUNTO ESTÁN SOMETIDOS A CIERTAS PRESCRIPCIONES Y PROHIBICIONES MIENTRAS EL CADAVER PERMANECE EN CASA?
No se conocen.
II. 250. ¿SE TOMA ALGUNA REFECCION JUNTO AL CADAVER?
No ha sido costumbre tomar nada en la habitación en que se encuentra el cadáver. Se ofrecían galletas, frutos secos o simplemente pan y vino a los que acudían al velatorio, begiria, pero se consumían en la sala o en la cocina, tal como se detalla en la respuesta a la pregunta 246.
II. 251. ¿SE CONDUCE AL CADAVER A LA IGLESIA? ¿QUE PRACTICAS SE OBSERVAN AL SACARLO DE CASA? ¿SE ECHA FUERA EL FUEGO DEL HOGAR? ¿QUIEN LO ECHA?
El cadáver se conducía hasta la iglesia y permanecía en el pórtico mientras se celebraba el funeral. A continuación se le llevaba al cementerio para su enterramiento. No se recuerda haber efectuado inhumaciones en la propia iglesia pero pervive el conocimiento de haberlo hecho antiguamente. En la actualidad, el féretro es introducido en la iglesia mientras dura el oficio religioso, «funeral de cuerpo presente», para ser conducido al cementerio a la finalización del acto.
Se desconoce la fecha en que se dejaron de practicar inhumaciones en el interior de la iglesia, posiblemente a raíz de la prohibición decretada por Carlos III según Real Cédula del 3 de abril de 1787, que es cuando se pasó a enterrar en los cementerios. La costumbre de dejar el cadáver en el pórtico de la iglesia mientras durase el funeral ha estado vigente hasta los años sesenta y con la puesta en práctica de la nueva normativa introducida tras el Concilio Vaticano II se celebran los funerales de «cuerpo presente», con el féretro dentro de la iglesia.
El sacerdote acudía a levantar el cadáver a todas las casas del pueblo, incluso a las más alejadas, rezaba un responso y se formaba la comitiva fúnebre. Ha acudido hasta fechas recientes, incluso cuando el traslado era ya efectuado por la funeraria, pero tal costumbre ha dejado de practicarse en los setenta debido a la escasez de sacerdotes. En ningún caso se procedía al levantamiento del cadáver sin la presencia del cura.
A la Cruz Parroquial, Kurtzia, a la salida de casa hacia la iglesia, se le envolvía un paño de tela blanco, colocándolo sobre los brazos y con las caídas hacia delante, como si fuera un sudario. También se realizaba esta práctica durante el velatorio, begiria. (Ver pregunta 246).
No se conocen casas de acogida en las entradas de los barrios. Los componentes de la comitiva fúnebre se cambiaban de calzado en alguno de los caseríos cercanos a la iglesia, sustituyendo las albarcas por zapatos.
II. 252. ¿COMO Y QUIENES CONDUCEN EL FERETRO A LA IGLESIA? ¿EN QUE ORIENTACION LO LLEVAN?
Cuatro personas conducían el féretro a la iglesia. Se les llama «andarik» anderos. Eran solteros cuando el fallecido fuera célibe o casados en el caso de que también lo fuese el muerto.
Si el muerto era un niño, el féretro era llevado por otros niños, sin atender al sexo del fallecido.
El cadáver es conducido con los pies hacia adelante, ankaz aurre.
II. 253. ¿EXISTEN CAMINOS FIJOS PARA LA CONDUCCION DE LOS CADAVERES? ¿CADA CASA TIENE EL SUYO? ¿COMO SE LLAMA? ¿EL PASO DEL CADAVER POR UNA PROPIEDAD CREA SERVIDUMBRE? ¿Y EL PASO DE LA CRUZ PARROQUIAL Y DEL VIATICO? ¿QUE MEDIOS TIENE EL PROPIETARIO PARA EVITAR QUE TALES ACTOS CREEN SERVIDUMBRE?
Para la conducción del cadáver se usaba el camino vecinal, Kurtze-bidia, llamado también eleiz-bidea, o andabidea.
Se considera que el paso por él del féretro creaba servidumbre, en opinión unánime de los informantes. Ezi'lio iñori, astoagaz eta, prohibio eleizbidetik pasetan.
No ocurre lo mismo sobre si la Cruz o el Viático también la crean. Es común la creencia de que el Viático no, pero con referencia a la cruz, según algunos encuestados, el camino por el que pasara creaba un derecho y se convertía en camino libre, Kurtzia pasetan zan lekutik deretxo bat egoan, ze bide librea biurtuten zan.
A finales de los años sesenta, aún cuando el camino de conducción del cadáver se encontraba impracticable por las lluvias, en evitación de que se constituyera servidumbre de paso, no se permitió que un féretro fuera trasladado por las heredades desde Urebarri a la Parroquia de Urigoiti . Hubo que buscar un camino sustitutorio que daba una vuelta mayor. Urebarrin estartatik txarto eta soloetatik pasetako eragozpena egoan, aurrerantzean bide librea gelditu ez daiten eta, ez eutsien pasetan itxi.
No se conocen medios para evitar que se cree servidumbre.
II. 254. ¿ES COSTUMBRE LLEVAR EL CADAVER A LA CASA MATRIZ O DEL PATRON DEL DIFUNTO PARA SER ALLI LEVANTADO POR EL CLERO PARROQUIAL?
No se ha llevado el cadáver a la casa del patrón.
II. 255. ¿QUIENES FORMAN EL CORTEJO FUNEBRE? ¿EN QUE ORDEN SE DISPONEN? ¿COMO VISTEN? ¿QUE PRACTICAN? ¿SE HACEN PARADAS EN DETERMINADOS SITIOS? ¿CON QUE FIN?
El cortejo fúnebre, entierrue, lo abría la sacristana que portaba sobre su cabeza un cesto con un pan, aurrogie. A continuación iba la Cruz Parroquial, Kurtzia, seguida de seis hombres, o más, dispuestos en dos filas portando un hacha encendida cada uno. Sei kandel (iru batetik, iru bestetik) aberatsak baziren gure dan'kañe. Andariak kajeagaz lau beti, urrunetik bazetozen beste lau kanbiateko. Abadea, monagillo barik. Fameliko andrak, beste andrak, gizonezkoak, etxeko gizonezkoak.
Seguía el féretro que era conducido por cuatro porteadores, andarik. Si la casa estaba alejada había cuatro más para relevarse. Después el cura, sin monaguillo. A continuación las mujeres de la casa y de la familia, detrás las restantes mujeres, seguidas por los hombres. Cerraban el cortejo los familiares varones.
El sacerdote iba revestido de capa y estola negras.
La familia, de negro y los asistentes con la ropa más oscura que tuvieran, Abadeak kapa baliza, estola baltz, etxekoak baltzez be eta jenteak eukiten eban erroparik ilunenagaz. Se recuerda que en el primer tercio de siglo había hombres que asistían con capa.
El cortejo fúnebre se formaba en la casa mortuoria. Algunos asistentes acudían hasta ella pero había quien se incorporaba en los cruceros de los caminos donde el cortejo se detenía para rezar un responso, paternosterra errezetearren, haciéndose lo mismo delante de las ermitas.
El cortejo se formaba de igual manera fuera el fallecido hombre o mujer, joven o mayor, pero el féretro lo portaban solteros o casados, según el estado civil del fallecido. Los niños llevaban el féretro de otros niños y también la cruz y las velas, pero en el caso de los adultos la cruz la portaba el primer vecino y las velas vecinos fueran solteros o casados.
En el cortejo se iba rezando el rosario. Lo hacía cada cual para sí o entre dos o tres personas. No había rezos generales.
Los cortejos fúnebres tal como los hemos entendido hasta ahora desaparecieron en los años sesenta. En la actualidad efectúa el levantamiento del cadáver la propia funeraria que conduce el féretro hasta la iglesia. El cortejo que se forma es automovilístico y muy pequeño ya que suele ser únicamente de los de la casa y de algún familiar muy cercano. Otros parientes y los asistentes acuden directamente, con cierta anticipación, a la Parroquia ante la dificultad de encontrar aparcamiento en los alrededores de las iglesias.
En nuestros días muchas personas fallecen en centros hospitalarios y en tal caso la familia sale al encuentro del cádaver a un punto de la carretera para formar comitiva tras el furgón funerario hasta la parroquia. Es como si perviviera la vieja costumbre de unirse al cortejo en los cruceros de los caminos. Son también pocos los coches que forman este cortejo por el inconveniente de aparcar y poder llegar a tiempo al funeral.
El pan que llevaba la sacristana metido en un cesto cuando abría el cortejo, aurrogie, se ponía sobre la sepultura durante el funeral y a la terminación del mismo se quedaba con él. Cuando la familia era de posición ecónomica desahogada portaba dos panes siendo el segundo para el cura.
Las coronas de flores así como los ramos se han introducido recientemente, más o menos con la implantación de la agencia fúnebre, que las proporciona haciendo de intermediaria entre la floristería y los familiares. Son signo de distinción social, ya que el mayor número de ellas muestra el aprecio material o espiritual que disfrutaba el fallecido. Signo similar fue hace unos años el número de sacerdotes que concelebrara, aunque en la actualidad la norma en las parroquias de Orozko es que el oficiante sea un solo sacerdote para que no se produzcan distingos. En
contraposición a las familias que sí desean coronas, es rarísimo el funeral sin ninguna; hay otras que tienen a gala no encargar corona alguna. En estos casos el sentimiento que aflora es que prefieren encargar misas por el difunto que gastar en flores.
Existe un pequeño cortejo que se forma para entrar y salir de la iglesia. El coche funerario llega a la parroquia con una pequeña antelación sobre el horario previsto. Las mujeres que forman la familia próxima entran en la iglesia y los hombres permanecen fuera recibiendo las condolencias de los asistentes. Llegada la hora, el sacerdote sale a la puerta de la iglesia tras la cruz parroquial que es portada por un monaguillo o por el sacristán, y, en su defecto, por un familiar. El féretro es bajado del coche funerario y lo introducen en la iglesia familiares próximos, hijos, nietos, o hermanos, a continuación de la cruz y del oficiante. Siguen las coronas, llevadas por jóvenes que hayan tenido una relación estrecha con el difunto y a continuación la familia. La costumbre es que los asistentes entren detrás pero muchos, ante el temor de permanecer de pie durante el acto religioso, acuden con antelación y se sitúan en el interior de la iglesia.
En Orozko, la agencia funeraria comenzó a funcionar hacia los años 50. Siguió en algunos casos existiendo el cortejo tradicional, debido en parte a que tanto los caseríos como algunas de las parroquias, tal es el caso de San Bartolomé de Olarte, carecían de caminos accesibles para los coches. Cuando así ocurría, el furgón funerario cubría la distancia que le fuera posible por carretera.
II. 256. ¿HAY COSTUMBRE DE QUEMAR EL JER GON DE LA CAMA DONDE HA OCURRIDO UNA DEFUNCION? ¿QUIEN LO QUEMA? ¿DONDE, CUANDO Y COMO? ¿QUE SIGNIFICACION SE ATRIBUYE A ESTO?
El jergón del enfermo cuando fallecía por enfermedad contagiosa era quemado en la huerta por alguno de los familiares. La razón para hacerlo era higiénica y alguna vez simplemente se lavaba.
II. 257. ¿DONDE SE DEPOSITA EL CADAVER DURANTE LAS EXEQUIAS?
El cadáver quedaba en el pórtico mientras se efectuaban las exequias, pero a partir de la década de los sesenta y debido a las modificicaciones litúrgicas tras la celebración del Concilio Vaticano II, es práctica común introducirlo en la iglesia, y aunque tal costumbre siga en vigor en el valle de Orozko, se aprecia cada vez más en parroquias de Bilbao el que los féretros sean llevados directamente al cementerio sin que se celebre funeral de cuerpo presente.
El catafalco representaba al féretro y fue suprimido cuando se introdujo el cádaver en la iglesia para el oficio religioso. Se colocaba delante de las gradas del altar, al pie del presbiterio, no solamente el día del funeral sino también en el novenario y en el día de ánimas. Consistía en un ataúd, forrado de tela negra, tal y como se usaban, y una cruz de pasamanería dorada cosida a la parte superior del mismo. Se colocaba sobre una mesa que se cubría también con un tapete negro con adornos dorados de pasamanería.
II. 258. ¿QUE CLASES DE FUNERALES SE HACEN? ¿QUE REZOS ESPECIALES SE PRACTICAN?
En la actualidad los funerales son iguales para todos los miembros de la comunidad parroquial, pero hasta el final de la década de los cincuenta se encargaban funerales de diferentes categorías, que se distinguían así:
Onrrabatekoa (segundia). De segunda. Consistía en: Nokturnoa, Mezea, Errespontsoa.
Onrrabikoa (primerekoa). De primera. Comprendía: Nokturnoa, Mezea, Errespontsoa, que se duplicaban a continuación. Es decir se celebraban en total dos nocturnos, dos misas y dos responsos.
Hiru onrrakoa (primerisimakoa). De primerísima. También en este caso se celebraban Nokturnoa, Mezea y Errespontsoa que se repetía hasta tres veces.
Los informantes no se ponen de acuerdo y algunos dicen que los funerales de primerísima, hiru onrrakoa, se celebraban solamente en San Juan de Zubiaur, mas no en San Bartolomé de Olarte.
Onrrabakoa (meza bat bakarrik, tertzerakoa). De tercera. Comprendía únicamente una misa. En el final de los 50, esta modalidad ya había dejado de practicarse.
El nocturno que se cantaba difería, siendo más extenso cuanto más importante fuera el funeral.
Estos funerales clasificados como Onrrabakoa, Bikoa o Hirukoa dejaron de celebrarse entre los años 58-60. En el final de su existencia se cantaron los nocturnos en el altar mayor al tiempo que se celebraban las misas correspondientes en los altares laterales.
El sentimiento que ha perdurado hasta la actualidad es que a los ricos se les deparaba un funeral diferente que a los pobres porque podían pagarlo y que los denominados funerales de primerísima resultaban interminablemente largos y aburridos. En la actualidad son iguales para todos.
II. 259. ¿ACOMPAÑAN AL DIFUNTO LLORONAS O PLAÑIDERAS? ¿COMO SE LLAMAN? ¿QUE HACEN?
Nadie recuerda hayan existido lloronas.
II. 260. ¿ES COSTUMBRE ENCENDER LUCES EN EL YARLEKU O ANTIGUA SEPULTURA FAMILIAR EXISTENTE EN LA IGLESIA?
La costumbre de encender velas en la sepultura familiar se ha perdido hacia los años sesenta. El lugar ocupado por la sepultura era siempre el mismo, encargándose cada familia de su cuidado. Se encendían las velas durante la misa para lo cual había que acudir siempre a la misa mayor de la parroquia.
Esta sepultura, sepulturia, era un pequeño altar que se ponía sobre la sepultura que había sido lugar de enterramiento dentro de las propias iglesias. Se preparaba con un mantel de hilo de unos 50 cm. de lado, adornado con puntilla en su derredor sobre el que se colocaba un porta hachas, con capacidad para varios hachones, aunque la costumbre fuera encender tan sólo tres.
Delante del mismo se situaban dos candelabros con sus velas, que también se encendían. Y en una época anterior, en el comienzo del siglo, se colocaba también una vela de cerilla, tiritu, enroscada en un pequeño cilindro. Su forma es la de un carrete cuyo eje, un cilindro de 30 cms. de longitud y 12 cms. de diámetro, tiene encajadas sus bases en dos cuadrados de 20 cms. de lado. No presenta patas ni mango. No me han sabido decir el nombre que recibe el soporte en el que se enrosca la cerilla y dudan si la denominación tiritu es sólo para la cerilla o también para el soporte, argi mutile. Hoy día por extensión hay algunos que le llaman argizaiola.
Era habitual preservar el mantel blanco, planchado con almidón y encañonada su puntilla, con un paño negro que se colocaba debajo de los candelabros para que recogiera la esperma que desprendieran las velas y no lo mancharan. Las familias pobres encendían una sola vela. (Ver pregunta 264).
Las sepulturas se encendían el día del entierro y todos los domingos y fiestas, es decir, siempre que hubiera misa mayor y nunca prescribía la obligación de hacerlo. Cuando moría un familiar se ponía mayor número de velas durante un año.
Disponían de sepultura en las iglesias solamente los propietarios y eran siempre las mujeres quienes las presidían. En el caso de fallecimiento de un miembro de la casa del inquilino, el amo les cedía la sepultura pero solamente para el novenario. En esas ocasiones, la mujer del inquilino que añadía algún candelabro de su propiedad a los ya existentes, se situaba junto a la mujer del dueño para presidirla.
Cada familia echaba dinero, los responsos, en su propia sepultura, y en los aniversarios, arimenondra egunetan, también en la sepultura a la que correspondiera la conmemoración. Al final de la misa el cura iba sepultura por sepultura recogiendo el dinero y rezaba padrenuestros a cambio de la cantidad que estuviera establecida. Parece que la perra gorda, 10 céntimos, fue durante años el dinero fijado por cada padrenuestro, para pasar a ser un real en los cincuenta. El tener que quedarse en la sepultura hasta que el sacerdote recogiera y rezara todos los padrenuestros resultaba largo por lo que algunas madres de familia dejaban a sus hijas al frente de la sepultura y ellas marchaban para atender otras obligaciones. Esto de los responsos en las sepulturas fue poco a poco variando. Así, en el final de su existencia, en la década de los 50 y hasta su abolición en los 60, el sacerdote recogía todo el dinero y después, a lo largo de la semana, rezaba los responsos debidos.
Cuando los fallecidos eran niños, las velas de las sepulturas se adornaban durante el tiempo que tardaran en consumirse, con un lazo azul o rosa, distinguiendo así los chicos de las chicas.
II, 261. ¿QUIENES Y CON QUE CANTIDAD DE CERA CONTRIBUYEN A ALUMBRAR DICHA SEPULTURA?
No se contesta.
II. 262. ¿QUE OFRENDAS SE HACEN CON MOTIVO DE LOS FUNERALES? ¿SE OFRENDAN ANIMALES VIVOS? ¿DONDE SON COLOCADAS LAS OFRENDAS DURANTE LOS OFICIOS? ¿QUIEN SE ENCARGA DE ELLAS? ¿CUAL SUELE SER SU DESTINO? ¿HAY CREENCIA DE QUE SON CONSUMIDAS EN PARTE POR LAS ALMAS DE LOS DIFUNTOS?
La única ofrenda que se recuerda se hacía con motivo de los funerales era el pan del «aurrogie», el cual se entregaba a la sacristana al final del acto religioso, y cuando se ofrendaban dos, el segundo era para el cura.
Este pan se colocaba sobre la sepultura durante el funeral aunque hay testimonios que me dicen que al pie de la escalerita del presbiterio.
No se recuerda se ofrendaran animales vivos ni existe la creencia que las ofrendas fueran consumidas por los difuntos.
II. 263. ¿QUIENES Y CON QUE CANTIDAD COSTEAN LOS FUNERALES? ¿SE SACAN RESPONSOS Y OTROS SUFRAGIOS?: ¿EN EL YARLEKU O SEPULTURA? ¿CUANTO DURA EL «ELIZKIZUN», ES DECIR, LA OBLIGACION DE LLEVAR A INTERVALOS REGULARES OFRENDAS Y LUCES A LA SEPULTURA? ¿QUIEN REPRESENTA A LA CASA EN TALES ACTOS?
La familia costeaba y costea los funerales por sus difuntos. Aunque en la actualidad los servicios religiosos sean gratis, para afrontar los gastos derivados por traslados, funeraria, esquelas, coronas y demás, hay familias que tienen contratados seguros para cubrirlos.
El dinero que se echaba en las sepulturas de las iglesias lo recogía el cura quien ofrecía responsos por el alma de los difuntos de la familia. El encargar misas por los difuntos, arimenondrak, no era práctica muy habitual aunque existían algunas fechas tales como el novenario y los aniversarios en las que sí se hacía. Los inquilinos ofrecían una misa por sus difuntos a los seis meses del fallecimiento y los propietarios al año. Errentadoreak seigarren illebetean ateretan eutsin arimenondrea eta etxaunek urtegarrean. Asimismo ha sido costumbre encargar misas gregorianas, San Gregorion mezak eukiten daurie inder andie. Solían ser sesenta y se ofrecían en fechas próximas al fallecimiento.
También se confeccionaba anualmente una lista para que los difuntos cuyas familias hubieran pagado al sacerdote una cantidad de dinero, a modo de responso, figuraran en la misma y se leían los nombres de todos ellos en la Misa Mayor. Dejó de practicarse esta costumbre hacia 1958.
En la actualidad, el día del funeral muchas de las personas que acuden al mismo entregan dinero para «sacar» misas por el difunto. De unos 10 años a esta parte alguien cercano a la familia que se sitúa a la entrada de la iglesia recoge el dinero y confecciona una lista con los donantes. Este dinero se le entrega al sacerdote del pueblo o se lleva a conventos de frailes de la zona como estipendio para que ofrezcan misas por el difunto.
También sigue siendo costumbre sacar misas por los difuntos. Fechas muy comunes en las que las familias las encargan suelen ser los aniversarios del fallecimiento y del nacimiento, un día fijo al mes, los días del novenario en honor del santo titular de la ermita del barrio, así como en otras efemérides entrañables.
Las misas que se ofrecen por los familiares difuntos reciben el nombre de arimenondrak. También se llamaban así los novenarios que se celebraban por los fallecidos. Hoy la palabra arimenondra ha caído en desuso y la gente dice mezea atera dautset.
La obligación de atender la sepultura encendiendo las velas no prescribía. Una de las mujeres de la familia acudía a todas las misas mayores de la parroquia y presidía la sepultura familiar.
II. 264. ¿QUE FORMA TIENE LA SEPULTURA REAL EXISTENTE EN EL CEMENTERIO Y CUAL EL «YARLEKU» (SEPULTURA SIMBOLICA) O ANTIGUA SEPULTURA EXISTENTE EN LA IGLESIA? ¿SON FAMILIARES ESTAS SEPULTURAS, O SON CONSIDERADAS COMO PROLONGACION DE LA CASA E INSEPARABLES DE ELLA? ¿HAY CREENCIA DE QUE NO SE PUEDEN DAR DE NOCHE TRES VUELTAS ALREDEDOR DE UNA IGLESIA, O DE UN CEMENTERIO, O DE UNA CASA?
Las sepulturas simbólicas se han situado sobre lo que anteriormente fue sepultura real, cuando el enterramiento se efectuaba en la propia iglesia. Actualmente no se aprecian tales sepulturas ya que las parroquias han sido retarimadas pero en la de San Bartolomé de Olarte hay unas planchas de madera en uno de los costados de la nave que bien podrían ser una muestra de aquellos enterramientos.
La sepultura, sepulturia, (ver preguntas 260, 262) se preparaba con un mantel, el hachero con las hachas y los candelabros con las velas. La cruz parroquial, la del cortejo, se dejaba sobre la sepultura el día del entierro y durante el novenario celebrado por el difunto. También se depositaba sobre la sepultura el pan que había sido portado por la serora, aurrogie. Algunos relatan que este pan se colocaba con cesto y todo y otros dicen que se depositaba sobre el cesto vuelto boca abajo. Parece ser que en algunas sepulturas siempre había un cestillo dado vuelta, debajo del mantel blanco.
No recuerdan existiera un orden de colocación para que las mujeres de la familia presidieran la sepultura. Generalmente lo hacía una sola pero si asistían más de una se colocaban una al lado de la otra, o detrás si eran más, ya que el espacio correspondiente a cada sepultura no permitía situar más de dos sillas.
La serora encendía las velas de la sepultura familiar el día del funeral y recogía el dinero depositado en ella para entregárselo al sacerdote.
El cementerio recibe los nombres en euskera de ortu santue o kanpo santue. La forma más común de enterramiento ha sido efectuar una fosa en la tierra donde se introducía el féretro que se cubría con más tierra, formándose así un pequeño túmulo. Se marcaba a veces su derredor con alguna señal que podía ser un caminito hecho con la azada, alguna piedra, flor u otra marca que delimitara la sepultura. Al frente se ponía una cruz. A principios de siglo, las más comunes fueron las de madera, hechas con dos tablas ensambladas, pintadas de negro, y blancas para los niños. No tenían inscripción alguna ni tallas, eran muy sencillas, olezko kurtziak egoten ziran, figura andi barik, uzen barik. Posteriormente, en la época de la guerra del 36, empezaron a usarse las de hierro con brazos afiligranados que en el vértice de los mismos tenían una placa redonda u ovalada de porcelana en la que se inscribían nombres y fechas del fallecido, para pasar después a ser de granito o mármol. En la actualidad, como sólo se efectúan enterramientos en nichos, se inscriben la cruz, el nombre del difunto, edad, en algún caso el lauburu, u otras alegorías tales como «en recuerdo de... » sobre las tapas frontales de los mismos que también son de granito o mármol.
Al ser los cementerios de la zona pequeños, cuando se llenaba todo su espacio, se desenterraban los cadáveres y se acumulaban todos los huesos en la osera común.
En la actualidad, debido a que no hay personas dispuestas a efectuar los enterramientos en la tierra por tratarse de un trabajo penoso, se han construido en los cementerios nichos ya que su uso resulta más fácil y económico.
En la parroquia de San Lorenzo de Urigoiti existió un cementerio techado, San Pablo, en cuyo interior se efectuaban los enterramientos. Se clausuró al comienzo de los años sesenta.
Quiero señalar que en el cementerio de Santa María de Zaloa, a pesar de haber dejado de ser parroquia hace años, se han seguido efectuando enterramientos hasta principios de los sesenta. Tenían derecho a ser inhumados en él solamente los propietarios, y los inquilinos habían de ser llevados al cementerio de San Bartolomé de Olarte. Debido al mal estado del ce- menterio y a los problemas derivados por la distinción que suponía el que los enterramientos se efectuaran en diferentes lugares según nivel social, fue clausurado.
El limbo, linboa, era una zona del cementerio que no se había consagrado como tierra bendita y se reservaba para los niños no bautizados.
No se recuerda haya habido una zona especial para los suicidados, a quienes se enterraba en el cementerio de la misma manera que a los que morían de muerte natural. Añaden que los suicidados, la mayoría por ahorcamiento, tenían derecho a ser enterrados en tierra bendita siempre y cuando aparecieran con los pies rozando el suelo, pero no en el caso en que quedaran colgando en el vacío. Significaba que, al no tocar tierra, no deseaban volver a la tierra, ni consecuentemente tenían derecho a hacerlo. Urkituten dana, ankeagaz lurre ukututen ez badau lur sagraduen ezin lei enterratu baina ukutu ezkero bai. He constatado también que en un suicidio acaecido en la segunda mitad del siglo la familia aseguraba que el cadáver había aparecido tocando el suelo con la punta de sus pies.
En este siglo no se recuerda haya habido más que un entierro civil. Se efectuaron unas honras similares a las religiosas y se comenta que al cortejo fúnebre las mujeres acudieron con sus mantillas y rezaron el rosario en el recorrido.
La sepultura en el cementerio la cuida la propia familia, no hay nadie especialmente encargado para tal menester. Hace unos anos lo hacía el sacristán y en la actualidad el consejo parroquial se ocupa de su cuidado.
Se visitan las tumbas el día de Todos los Santos.
Acuden ese día los familiares aunque vivan fuera y son muchos los que llevan flores, formando ramo, corona o cruz.
Antiguamente, el día de ánimas se iba en procesión desde la iglesia y en el cementerio de Urigoiti, en San Pablo, se celebraba misa ese día así como en el día de su fiesta, 30 de Junio. Actualmente en Olarte se celebra la misa de Animas cuando el tiempo lo permite en el cementerio en lugar de en la iglesia.
II. 265. ¿QUIENES TIENEN DERECHO A SER INHUMADOS EN LA SEPULTURA DE UNA CASA?
Se desconoce quiénes tienen derecho a ser inhumados en la sepultura de una casa, se supone que la familia y los criados.
II. 266. ¿QUIENES ACUDEN AL SEPELIO? ¿TOMAN PARTE EN LA OPERACION TODOS LOS PRESENTES? ¿COMO?
A la salida del funeral acuden al cementerio el sacerdote y la familia seguida de muchos de los asis- tentes. Se reza un responso y el féretro es metido en el nicho y se coloca la tapa. Ese mismo día, cuando ya la gente sale del cementerio, o al siguiente, el albañil se encarga de recibir la loseta exterior mejor, haciendo que quede bien sellada.
Cuando los enterramientos se efectuaban en la tierra, después de introducirse el féretro en la fosa, los presentes cogían un puñado de tierra, la besaban y la echaban encima. Quiero resaltar que tal costumbre la practicaban los feligreses de San Lorenzo de Urigoiti, pero no los de la parroquia de San Bartolomé de Olarte.
II. 267. ¿SE DEPOSITA EL CADAVER EN DETERMINADA ORIENTACION?
El cadáver se deposita mirando a la iglesia, elexara
II. 268. ¿EL «YARLEKU» Y LA SEPULTURA DEL PROPIETARIO SON TAMBIEN UTILIZADOS POR SUS INQUILINOS?
Los inquilinos (contestada en 268) sí usaban la sepultura del propietario durante el novenario que se celebraba por su familiar difunto.
II. 269. ¿QUIENES Y EN QUE ORDEN VUELVEN A LA CASA MORTUORIA DESPUES DEL ENTIERRO?
No se conoce haya existido orden para el regreso de la iglesia a casa.
II. 270. ¿ANTES DE ENTRAR EN ELLA REZAN EN EL PORTAL DELANTE DE UNA LUZ O FUEGO?
Se desconoce se realizara práctica especial alguna.
II. 271. ¿TIENE LUGAR ALGUN BANQUETE EN LA CASA MORTUORIA? ¿COMO SE LLAMA? ¿QUE MENU SE SIRVE? ¿ESTA PROHIBIDO COMER CARNE EN TALES OCASIONES? ¿QUIENES SUELEN SER INVITADOS?
Efectivamente, ha sido costumbre celebrar un banquete en la casa mortuoria. Hay que tener en cuenta que a los asistentes venidos de fuera no les era posible regresar a sus hogares para la hora de la comida. Se ofrecía un menú sencillo que podía consistir en sopa, un cocido de garbanzos y berza, guisado o bacalao, para terminar con arroz con leche, pucha, o algo similar. Tomaban parte los de casa y los familiares, pre- sididos por el cura a quien también se invitaba. A los entierros acudían solamente los parientes y una persona por casa de entre los vecinos. La mesa se bendecía de la forma habitual.
A los porteadores del féretro, andaris, al llegar a la casa se les ofrecía bacalao albardado y vino tinto, para que se sintieran fuertes durante el traslado.
En la época final se han celebrado banquetes en las tabernas, descargando a la familia del trabajo que su preparación conllevaba.
Dejaron de celebrarse los banquetes al introducirse la costumbre de alquilar por parte de la familia un autobús que partiendo de Bilbao llevara a los asistentes hasta la iglesia a la hora del funeral para regresar seguidamente. Se consideraba este sistema más ecófornico que el ofrecer la comida y con la proliferación de los coches particulares en la década de los sesenta, se suprimió dicho servicio.
En la actualidad, a continuación del funeral, muchos de los asistentes se reúnen en las tabernas para poder charlar un rato. Hay familias que invitan a los parientes a casa donde les ofrecen algo para picar y algunas reúnen a los participantes en un bar donde tienen preparado de antemano un pequeño ágape.
II. 272. ¿QUE MANIFESTACIONES Y SIGNOS DE DUELO SE ADOPTAN EN CASA Y POR LOS FAMILIARES DEL DIFUNTO? ¿EN CUANTO TIEMPO? ¿EN EL TIEMPO QUE ARDE LA CERA EN EL «YARLEKU» DE LA IGLESIA?
La manifestación de duelo más significativa era el luto que consistía en vestirse de negro. Las mujeres lo hacían mientras durase el período de luto riguroso, un año. Los siguientes seis meses, en el luto de alivio o medio luto introducían en su indumentaria colores tales como el blanco, gris o morado. El signo de luto en la vestimenta de los hombres era un brazalete negro alrededor de la manga, una cinta negra cosida en diagonal sobre la solapa o un botón negro. Por el marido se guardaba luto toda la vida.
Cuando ocurría un fallecimiento, los familiares teñían sus ropas de negro para llevar luto.
También el uso de corbata negra ha sido manifestación de duelo que sigue vigente en la actualidad aunque limitada a las celebraciones religiosas y a las personas que acostumbren llevarla en su indumentaria, que son pocas.
Se cerraban las ventanas de la casa el día de la fiesta del pueblo y no se convidaba para ese día a los parientes ni se acudía a las celebraciones de ellos.
Se quitaba el cencerro a las ovejas y a las vacas.
No se acudía a bailes ni a las tabernas, ni se cantaba.
En la actualidad han sido suprimidas totalmente las manifestaciones de luto, excepto para los funerales y misas de salida en que los familiares directos procuran vestir prendas de tonos más oscuros.
Otras manifestaciones de luto o duelo han sido contestadas en la pregunta 241.
¿QUE TIPOS DE ASOCIACIONES RELIGIOSAS O CIVILES EXISTEN O HAN EXISTIDO EN TORNO A LA MUERTE? ¿QUE ASISTENCIA OFRECEN? ¿CUALES SON LOS DEBERES Y OBLIGACIONES DE LOS COFRADES O ASOCIADOS? APORTENSE ESTATUTOS, SI LOS HAY, DE TALES ASOCIACIONES Y COFRADIAS.
No se conocen asociaciones religiosas o civiles.
INDIQUENSE CUANDO SE HAN OPERADO LAS ULTIMAS TRANSICIONES
No es costumbre hacer uso de tanatorios o capillas mortuorias. En los casos de fallecimiento en hospitales hay veces en que la agencia funeraria, para su comodidad, deposita el cadáver en sus instalaciones como paso previo al traslado definitivo a la iglesia y ofrece a la familia la posibilidad de velarlo, mejor dicho de visitarlo, pero no ha arraigado la costumbre de hacerlo.
La incineración se ve como posibilidad muy lejana, pero no mal.
EVOLUCIONES OPERADAS EN LA LITURGIA FUNERARIA
El sacerdote no viste de negro, sino de verde la mayoría de las veces, o de morado y las lecturas y los cantos son de esperanza y resurrección.
VIII. 35. ¿HAY CAMINOS ESPECIALES QUE CONDUCEN DE CADA CASA A LA IGLESIA?
Hay caminos que reciben el nombre de eleizbidea. No saben decirme si son los mismos que andabidea o kurtze bidea.
VIII. 36. ¿TIENE CADA CASA ALGUN LUGAR RESERVADO EN LA IGLESIA PARROQUIAL?
El lugar reservado en la iglesia para cada casa ha sido la sepultura. Hoy día siguen algunas gentes situándose en el lugar que más o menos correspondía a la sepultura.
VIII. 37. ¿EN QUE GRADO ACTUAN LAS CREENCIAS RELIGIOSAS, LA VISION DEL PORVENIR (MUERTE, VIDA FUTURA) Y LAS ASPIRACIONES Y LA ESPERANZA EN LOS DIVERSOS ASPECTOS DE LA CULTURA? ¿COMO ESTOS REPERCUTEN EN LA RELIGION O EN SU PRACTICA?
Sigue existiendo la esperanza de una vida futura.
VIII. 62. HAGASE RESEÑA DETALLADA DE LA CONMEMORACION DE LOS DIFUNTOS (OFRENDAS, BANQUETES, VISITA A LAS SEPULTURAS, CREENCIAS ACERCA DE LAS ALMAS, ETC.).
El día de difuntos sigue conmemorándose. Se mezclan un poco las fechas del 1 de noviembre, Todos los Santos, y la del 2, Día de Difuntos o Animas ya que por ser festivo el 1, la mayor parte de la gente acude al cementerio en dicha fecha, y el día 2 lo hacen sólo las mujeres y algunos jubilados. Se ha hecho costumbre estos ultimos años el celebrar una misa por los difuntos de la parroquia en el mismo cementerio.
Las ánimas han estado presentes en el devenir de la vida diaria. Así por ejemplo, se rezaba por las almas del purgatorio un padrenuestro al finalizar el rosario. Asimismo una costumbre muy arraigada era al acostarse solicitarles que nos despertaran a la mañana siguiente a la hora deseada. Se decía que no fallaban nunca.
VIII. 66. (...) DESCRIBIR LAS ARGIZAIOLAK «TABLA DE CERILLA», II.LARRIAK «PIEDRA DE DIFUNTOS»
La argizaiola que se conoce tiene forma de carrete cuyo eje es de unos 10 cm. de diámetro, encajados sus extremos en sendas piezas cuadradas, de unos 20 cm. de lado. La vela de cerilla que se usaba, tiritu, se enrollaba alrededor del eje, y el extremo que se encendía había que ir desenrollándolo a medida que se consumía. Es de madera, no presenta tallas ni adornos por lo que resulta una pieza sencilla. A principios de siglo se colocaban en las sepulturas. Cree que se quitaron porque se consumían rápidamente y tenían peligro de incendiarse. (Ver preguntas 260, 262 y 264).
No se conocen las piedras de difuntos, illarriak.
VIII. 101. ¿SE CREE EN EJERCITOS DE ALMAS QUE APARECEN EN DETERMINADAS EPOCAS (EL DIA DE DIFUNTOS)? ¿COMO SE LLAMAN? ¿TIENEN JEFE? ¿DE QUE ASPECTO SON? ¿SE HABLA DE ALMAS DE ANTEPASADOS QUE HACEN SU PEREGRINACION A CIERTAS ERMITAS?
Leáse la pregunta 107.
VIII. 107. ¿SE CREE EN APARICIONES DE ALMAS? ¿COMO YEN QUE CASOS APARECEN? ¿QUE BUSCAN? ¿QUE FIGURAS PRESENTAN?
Varios de mis informantes dicen han conocido personas a quienes se les habían aparecido almas. Parece se trataba de almas en pena, que no conseguían el
eterno descanso por algún motivo, y se les ayudaba rezando por ellas o ahuyentándolas con aceite, ya que su olor servía como repelente. Otra informante me dice que cuando en campo abierto se notaba un olor característico, parecido al del aceite, significaba que algún alma había pasado por allí, Orio-useñe kanpoan igirten zanean arimak ibili dirala esaten zan.
En las apariciones de las ánimas era frecuente el que se estableciera un diálogo entre el alma, la cual exponía la razón de su desdicha, habitualmente el no haber cumplido en vida alguna promesa, y el ser viviente. Cuando éste realizaba lo solicitado por el ánima, que solía ser acudir a alguna ermita del país tal como Urkiola u ofrecer alguna misa, dejaban de sucederse las apariciones.
Las formas más comunes que toman las almas para aparecerse son las de pájaro, paloma, luz, nube, o formas invisibles, como rugido de viento, chirriar de cadenas o tintineo de campanas.
VIII. 108. ¿QUE PRECAUCIONES DEBE TOMAR AQUEL A QUIEN SE APARECE UN ALMA? ¿QUE TRATAMIENTO HA DE DARLE?
En las apariciones de almas una de las precauciones empleadas es el no tocar al alma directamente, y en caso de necesidad se le ofrece uno de los extremos del pañuelo, el cual se sostiene por el otro y la creencia es que allí donde haya estado en contacto con el ánima queda quemado.
VIII. 109. ¿COMO PUEDE CONSEGUIRSE LA LIBERACION DE UN ALMA EN PENA? ¿HAY PERSONAS ESPECIALMENTE CAPACITADAS PARA TRATAR CON LAS ALMAS?
Una de las formas de conseguir la liberación de un alma en pena es el encargar una misa por ella, y cuanta más gente tome parte en ella mejor, meza enkomendadue ateraten jako.
VIII. 110. ¿HAY ACCIONES QUE TURBAN EL REPOSO DE LAS ALMAS, COMO DAR VUELTAS ALREDEDOR DE UN CEMENTERIO, DE UNA IGLESIA O DE UNA CASA?
No se contesta.
VIII. 111. ¿SE CONOCE ALGUNA CASA FRECUENTADA POR ALMAS DE DIFUNTOS? ¿COMO HACEN ESTAS SUS APARICIONES O MANIFESTACIONES?
Parece que las almas de difuntos respetan el entrar en la iglesia y no se introducen en ella.
VIII. 112. ¿ES CREENCIA QUE LAS ALMAS DE ANTEPASADOS FRECUENTAN DE NOCHE EL HOGAR DE SU ANTIGUA CASA? ¿QUE SE HACE PARA QUE ELLAS ENCUENTREN AGRADABLE EL HOGAR?
No se conoce.
VIII. 116. ¿QUE ANIMALES ANUNCIAN LA MUERTE DE LAS PERSONAS? ¿COMO?
Los perros anuncian la muerte de las personas con aullido especial.
VIII. 119. ¿COMO SE EXPRESA LA MUERTE DE LOS ANIMALES? ¿HAY EN ESTO DIFERENCIAS, SEGUN SE TRATE DE ANIMALES DOMESTICOS O SALVAJES, UTILES O PERJUDICIALES, SAGRADOS O PROFANOS?
Los informantes de Orozko parece que usan indistintamente las voces tragau o hil para referirse a la muerte de animales. Sólo en el caso de las abejas han dicho que se usa más hil que tragau.
VIII. 120. ¿QUE SE DICE O CREE DE LAS ABEJAS?
No se contesta.
NARRENSE LEYENDAS Y CUENTOS DE LA LOCALIDAD QUE TENGAN COMO TEMA LA MUERTE.
Se cree que el alma de un niño, a la muerte de su madre, conduce el alma de ella al cielo, para lo que sale a esperarle al camino con velas encendidas. Aingerutxue il eiten clarean, ama il eiten danean, umiak zeruko atetan kandeletxuegaz urteiten dautsola aman argiagaz, siñeste ori badago.
Se considera por tanto una suerte el tener un niño que haya precedido a su madre, pero ha de estar bautizado. Suerte bat da olako umetxu bat eukitea, (...) bautizaute joiana ba bai.
Memoria redactada por Edurne Romarate Larrakoetxea
- ↑ A la parroquia de San Lorenzo de Urigoiti pertenecen los barrios de Uribarri y Urigoiti. La de San Bartolomé de Olarte la forman los de Egurrigartu, Ganzabal, Gotxi, Olartegoiko, Olarte, Zabaleko, Altamira, Aranguren, Adaro Goiko, Adaro Bieko, Iguartze Goiko, Iguartze Bieko, Gallartu, Agarre, Sautu, Olaguenaga, Zaloa, y Legorburu. También pertenecen a Olarte los barrios de Ugarte, Ugalde, Usabel, Arisketa y una parte de Ibarra que conforman Ugaran.