Pagar, medir o pesar lo justo
En este apartado se recoge una nueva coincidencia tomada por presagio de muerte. En este caso el mal augurio recae sobre aquél que, ante la demanda de dinero o de cualquier otro producto, paga, mide o pesa con exactitud la cantidad solicitada. Paradójicamente, en ocasiones se interpreta lo contrario, de modo que tal persona tiene asegurado vivir durante un determinado periodo de tiempo.
En Narvaja (A) se decía que cuando una persona disponía de la cantidad justa para comprar cualquier objeto, era señal evidente de que durante el transcurso del año moriría.
En Oiartzun (G) se consideraba también como señal de muerte 'próxima el encontrarse al ir a hacer un pago con el dinero justo en el bolsillo[1].
En Mendiola (A), si un cliente pide a su lechero una cantidad determinada de leche y éste atina a la primera con la cantidad justa, el demandante puede llegar a interpretar que aquél va a morir pronto. En esta misma localidad tener el dinero justo cuando se va a pagar un artículo también se considera de mal agüero.
En Apellániz (A) se creía que aquél que al pesar algo en la balanza ponía lo justo moriría pronto. Otros, en cambio, opinaban lo contrario: si se cogía la cantidad exacta de piezas de cualquier especie, ese año no fallecería la persona en cuestión[2].
En Amézaga de Zuya (A) cuando una persona pesaba algo en la balanza y lo hacía de forma exacta también solía decir: «Este año ya paso», con ello quería dar a entender que iba a vivir más tiempo.