XVII. OFRENDAS Y SUFRAGIOS EN LA SEPULTURA. ARGIAK, OLATAK, HILOTOITZAK

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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Sobre la sepultura simbólica de la iglesia, delante de los reclinatorios o sillas cuya presidencia ocupa la señora de la casa, se coloca el paño sobre el que se depositan las ofrendas. De esta forma las sepulturas asemejan altares funerarios domésticos donde lo característico ha sido precisamente hacer ofrendas de luces, panes y responsos, y, en tiempos pasados, de animales, carnes u otras viandas.

La actividad que se lleva a cabo durante los oficios religiosos en cada una de las sepulturas domésticas, singularmente en la de la casa del difunto el día de las exequias y durante el período de luto, está subordinada a la ceremonia que tiene lugar en el altar principal bajo la dirección del celebrante. En el transcurso de la misa queda patente esta dependencia entre lo que ocurre en ambos «altares», el principal y el doméstico. Por lo que respecta a las ofrendas, se pone de manifiesto en el momento del ofertorio de la misa cuando las oferentes se acercan á las gradas del altar para hacer entrega de las ofrendas al sacerdote después de besarle el extremo de la estola o del manípulo. En la sepultura doméstica, las representantes de cada familia encienden luces a sus antepasados, sacan responsos en sufragio de sus almas e incluso fue el lugar que sirvió de túmulo en los funerales de cuerpo no presente.