Cambios operados en el luto
La obligación de guardar luto por los difuntos empezó a decaer en los años sesenta y a partir de esa fecha, y sobre todo en la década siguiente, se generalizó la pérdida de esta costumbre, tanto en lo referente a la indumentaria como al cumplimiento de obligaciones de carácter religioso o a la prohibición de celebrar fiestas, asistir a bailes y espectáculos, acudir a bares, etc.
En Orozko (B), a finales de 1950, los jóvenes comenzaron a asistir a las romerías en tiempos de luto. En la década de los sesenta se constata la pérdida de las prácticas de luto en Aramaio, Laguardia, Mendiola, Salvatierra, San Román de San Millón, Valdegovía (A), Izal, Murchante, Sangüesa (N) y Barkoxe (Z). A partir de 1970 se siguieron perdiendo en Mendiola, Narvaja (A), Beasain, Bidegoian (G), Aoiz, Artajona, Viana (N), Azkaine (L). Hacia 1975, en Amézaga de Zuya, Gamboa (A), Amorebieta-Etxano (B), Monreal y Obanos (N).
En Izurdiaga (N) y Armendaritze (BN) se dejó de llevar luto a partir de 1980, aunque en algunas familias de esta localidad las mujeres siguieron vistiéndolo algún tiempo más.
Entre 1980-85, en Aoiz (N), las mujeres más jóvenes pasaron a llevar el luto tan sólo durante dos semanas o un mes y algunas no llegaban a ponérselo. También hacia 1980 cayó en desuso en Eugi (N), aunque se mantiene por el cónyuge.
Normalmente los primeros en abandonarlo en cada localidad han sido los hombres y más progresivamente las mujeres. Así ha ocurrido en Amézaga de Zuya y Gamboa (A). En Artziniega y Moreda (A), actualmente, los hombres no lo llevan mientras que las mujeres lo siguen guardando unos cuantos meses e incluso un año en Moreda. En Aoiz (N), a partir de los años setenta los hombres dejaron de ponerse distintivos de luto y el luto riguroso pasó de dos años a uno. En la actualidad, en Mélida (N) se sigue respetando, pero está casi restringido a las mujeres y su duración es mucho menor que antaño ya que no sobrepasa el año.
En Garde (N) visten de luto las mujeres de mediana edad y en caso de parentesco fuerte. En Abadiano (B) son las viudas las únicas que lo mantienen y tampoco en todos los casos ni para siempre. En Lemoiz (B) lo llevan durante seis meses pasando luego a usar ropa de medio luto. En Murchante (N) sólo algunas mujeres o viudas siguen llevando luto riguroso.
Hoy en día son las personas de más edad las que continúan cumpliendo con las antiguas costumbres del luto (Gamboa, Mendiola, Salcedo, Valdegovía-A, Muskiz-B), pero a menudo no de la misma forma que antaño y por menos tiempo (Busturia B, Zerain-G, Artajona-N), aunque en algunas localidades como Mélida (N) las mujeres de mayor edad lo siguen llevando de por vida. En Bermeo y Carranza (B) las mujeres de edad avanzada guardan luto riguroso y en esta última localidad no en todos los casos. En Ezpeize-Ündüreiñe (Z) algunos viudos ancianos conservan el uso del galón negro en la solapa de la chaqueta.
Actualmente se asiste al funeral con ropa negra o de medio luto, o simplemente de colores discretos. Los hombres, en algunos casos, con corbata negra.
Los signos de luto en los vestidos se han ido atenuando durante los treinta últimos años, a partir de la década de los sesenta. Todavía algunas personas se visten completamente de negro por la muerte de un ser querido, pero estos casos son más bien excepcionales. Por otra parte, el mismo uso del color negro en las prendas de vestir está perdiendo su anterior connotación de marca de duelo.
Las demás manifestaciones arriba anotadas han experimentado una evolución similar a la acaecida en la indumentaria de luto y muchas de las restricciones propias de este periodo se han desvanecido.