Paño o mantel. Zamaua

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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El paño o mantel que cubría la sepultura sobre el que se colocaban las ofrendas generalmente era de hilo y adornado con puntillas encañonadas. Muchos de ellos tenían bordadas las iniciales de la familia u otros adornos como cruces, ropones, etc. Había paños rectangulares y cuadrados. De los primeros contamos a modo de ejemplo con las medidas que se han podido constatar en Zerain (G) que eran de 75 x 50 cm. y en Elosua (G), de 50 x 30 cm. Para los cuadrados, en Orozko (B) señalan que tenían aproximadamente 50 cm. de lado. Podían formar parte, al igual que otros muchos elementos de la casa, de la dote y el arreo de la recién casada[1]. En algunas localidades se ha constatado que la sepultura se cubría con un hule negro, en vez de paño, que servía además para recoger la tabla de la cerilla y guardarla.

Denominaciones: Pañua sepulturakua y mantela en Bermeo (B) y en esta misma localidad, según fuera su color negro o blanco, trapo baltza o trapo zuria respectivamente. En Aramaio (A) el paño era negro y se llamaba hilerriko trapea y en Zerain (G), oial beltza. En Lemoiz (B), al paño blanco, zamu zuria y en Murelaga (B) izara. «Sepultura» llamaban al paño blanco festoneado y con una gran cruz en el centro en Soscaño-Carranza (B). En Garde (N), al paño blanco de la sepultura se le denomina «zaleja»[2] y en Urzainki (N) «relaja». En San Martín de Unx (N) «paño negro de difuntos», bancal en Artajona (N) y añal en Obanos (N). En Beskoitze (L), al paño negro se le conoce como tapiza; elizako tapiza en Armendaritze (BN); kapa beltza en Maule (Z) e hilmandria en Otxagabia (N). En Beskoitze (L) se utilizaba un paño blanco con bandas azules llamado lujera. En Durango (B) y Elgoibar (G) se denominaba manta. Son nombres usados en Bizkaia también zamaua y zamua.

El paño de la sepultura podía ser negro o blanco y en ocasiones se colocaban superpuestos dos paños de ambos colores. En algunas localidades el color denotaba el estado civil del difunto, o si la familia estaba o no de duelo.

Se ha constatado que el paño era de color negro en Gorozika (donde era de lana), Abadiano, Bermeo (los días laborables) (B); Alzola, Amezketa, Berastegi, Elgoibar, Hondarribia (G); Eugi, lzurdiaga, Lezaun, Mélida, Obanos (N); Armendaritze, Heleta (BN), Sara (L) y Maule (Z).

Paño de sepultura. Carranza (B). Fuente: Miguel Sabino Díaz, Grupos Etniker Euskalerria.

El paño era blanco en Apodaca (A) y Carranza (B). En San Román de San Millán (A) podía ser indistintamente negro o blanco.

En Amézaga de Zuya (A) y Elosua (G) era negro si la familia estaba de luto, de lo contrario era blanco. En Artajona y Monreal (N), negro si la persona fallecida era casada o viuda, y blanco si era soltera. En Abadiano (B), si el muerto era adulto se colocaban dos paños negros superpuestos, el superior más fino y de menor tamaño; si se trataba de un joven este último paño era de color blanco y en el entierro de niño ambos tapetes eran blancos. En Zerain (G), si el fallecido no había hecho la comunión solemne, komunio andia, la sepultura no se vestía de negro.

En Aramaio (A), Durango, Lemoiz (B) y Urnieta (G) sobre el paño negro se ponía otro blanco de hilo, ribeteado con puntillas; por contra, en Carranza, Orozko, Zeanuri, Zeberio (B) y Telleriarte-Legazpia (G) era blanco el de debajo y más pequeño y negro el encimero.

Tanto los paños negros como los blancos estaban trabajados con esmero, lucían adornos y se planchaban y guardaban con la atención debida.

En Berastegi (G), el paño negro iba ribeteado de galón dorado, en Elgoibar (G) llevaba una cruz roja en el centro y en Bermeo (B) y en el territorio de Zuberoa estuvo generalizado que llevara bordadas las iniciales de la familia. En Zerain (G) el paño negro llevaba superpuesta una cruz blanca y las iniciales del difunto bajo los brazos de la cruz. Con los paños blancos ocurría algo similar: en Orozko (B) y Elosua (G) se remataban con puntilla encañonada y de igual manera además de con las iniciales de la familia y una cruz bordadas se usaban en Lemoiz (B).

Oihal beltza eta argizaiolak. Paño de sepultura y tablas para la cerilla. Zerain (G). Fuente: Karmele Goñi, Grupos Etniker Euskalerria.

En Galarreta (A), cada sepultura estaba cubierta de una alfombra y en la parte delantera del presbiterio se colocaba el mantel blanco, sobre el que se posaban los candeleros, las tablas de cera y los demás elementos. El día de las exequias ponían un mantel negro sobre la sepultura que no lo retiraban hasta que se hubiese consumido el hacha de la sepultura, llamada «cirio»[3]. En Ziburu (L) colocaban una alfombra negra debajo de las sillas de la familia en duelo.

En Otxagabia (N), por los años veinte, durante el funeral no cubrían la sepultura de la familia del finado excepto si el cadáver no hubiera podido ser llevado a la iglesia, en cuyo caso la tapaban con el paño blanco denominado ilmandria[4].


 
  1. En la escritura dotal de 1727, para el casamiento de la vecina de Ataun (G) Lucía de Urdangarin consta, entre otros bienes, “Un paño o manteles de ofrecer pan en la iglesia de quatro rosas”. Vide Juan de ARIN DORRONSORO. “Ataun. Toponimia de carácter religioso” in AEF, IX (1929) p. 51.
  2. José Mª IRIBARREN. Vocabulario Navarro. Voz zalija: Paño de encaje para depositar en él el pan bendito (Otxagabia). Voz celeja: Lienzo blanco, adornado con encajes que extienden en el suelo de la iglesia en los funerales y sobre el cual colocan el cestillo, llamado zaria, donde llevan las ceras enroscadas que alumbran durante la misa (Valle de Roncal).
  3. AEF, III (1923) p. 58.
  4. AEF, III (1923) p. 136.