La hornera

En la Merindad de Tudela (N) en la década de los treinta se practicaba este juego de corro. Se colocaban las niñas en semicírculo junto a una pared y dando frente a ésta, con las manos enlazadas. Solían tomar parte también en este juego algunos niños de corta edad. En los extremos del semicírculo se situaban las dos niñas mayores del corro, que dirigían el juego y se designaban respectivamente con los nombres de Señora y Hornera. Entre ambas se entablaba el siguiente diálogo:

— ¡Hornera!

— ¡Señora!

— ¿Cuántos panes hay en el horno?

— Veinticinco y un quemau.

— ¿Quién l'ha quemau?

— La tuna la hornera que l'ha socarrau.

— ¿Hay agua?

— Una jarra.

— Hay vino?

— Un cuartillo.

— ¿Hay pan?

— Un cuartal.

— Que pase la rueda por este portal.

Al decir esto, la señora y la niña que tenía a su derecha, levantaban los brazos enlazados y formaban un arco bajo el cual pasaban todas las niñas, tal como estaban cogidas de las manos, comenzando por la hornera. La niña que estaba junto a la señora, quedaba vuelta de espaldas a la pared y con los brazos cruzados. Se repetía el diálogo anterior y pasaban sucesivamente bajo el arco que formaban la última niña vuelta y la siguiente, hasta que todas, menos las dos extremas, quedaban vueltas y enlazadas formando una especie de cadena. Entonces señora y hornera decían:

— ¿Quién ha hecho esta soga?

— El soguero.

— Quien la ha hecho que la deshaga.

Y se ponían a tirar cada una de un extremo hasta que lograban soltar a las niñas.

En Durango (B) se recuerdan los primeros versos de la canción.

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