Alpargataka. A la alpargata
En Aramaio (A) hasta hace unos treinta años se jugaba al juego llamado «Alpargatazarka» o «Alpargataka». Los participantes se situaban sentados en círculo, quedando uno en medio de pie. Este tenía que acertar en el momento que lo decidiera conveniente en manos de quién estaba la alpargata que los jugadores iban pasándose de mano en mano por detrás, procurando evidentemente no ser cazados por el atento jugador del centro. Si lo lograba, el perdedor pasaba al centro.
En Muskiz (B) le llaman «A la alpargata» y en Portugalete «Al zapatillazo». Se sientan, tiran a suertes quién se queda, uno se quita la alpargata o zapatilla y los sentados la van ocultando detrás del cuerpo. El que se queda la tiene que buscar palpando entre ellos. Mientras la busca, si se encuentra dando la espalda a quien en ese instante tiene la alpargata le puede pegar con ella en el culo y esconderla o pasarla inmediatamente a otro. El juego transcurre entre zapadllazos y risas hasta que se cansan.
Azkue apunta para algunas localidades de Bizkaia y Gipuzkoa versiones diferentes. En Alzola (Elgoibar-G) se necesitan cinco o seis personas para este juego. Se practicaba cuando se cortaba helecho y se deshojaba el maíz. Uno esconde bajo la rodilla una suela ablandada de alpargata. Estando sentados en tierra, uno anda en cuclillas entre los demás, queriendo cogerla. El que la tiene golpea con ella al buscador cuando está mirando a otro lado, diciéndole:
- — Nik kenduko eiaz iri autsok.
- — Nik akabauko eiaz arkakusuok.
- — Nik berotuko deuat iri bizkarra.
- — Yo te quitaré a ti esos polvos. / — Yo te mataré esas pulgas. / — Yo te calentaré a ti la espalda.
Cuando el que está ocupado buscando la suela consigue apoderarse de ella, mientras aquél a quien se la ha cogido va a ocupar su puesto, le golpea diciéndole: «Len berotu deustak ik niri, nik iri orain berotuko deuak bizkar ori». (Antes me has calentado tú a mí la espalda, ahora te la calentaré yo).
El mismo autor dice que en las comarcas de Arratia, Lekeitio y Markina (B), en vez de suela de alpargata se valen de un trapo duramente doblado como verga, moviéndolo de mano en mano[1].
Azkue también recogió en la localidad guipuzcoana antes citada una versión del mismo juego denominada «Txilin portaka»[2]. Los niños se disponen sentados en el suelo y esconden un objeto bajo el delantal o la rodilla mientras uno da vueltas alrededor del corro que han formado sus compañeros de juego. Estos le pegan por detrás con el objeto oculto mientras cantan:
- Txilinport, txilinport;
- or ezpadok emen dok.
- Txilinport, txilinport; / si no está ahí, está aquí.