Diferencia entre revisiones de «Agujas al monton»

De Atlas Etnográfico de Vasconia
Saltar a: navegación, buscar
(Página creada con «Se jugaba en Artajona (N) y era practicado preferentemente por niñas. Cada participante ponía dentro de un montoncito de tierra un número determinado de alfileres. Despu...»)
 
 
Línea 1: Línea 1:
Se jugaba en Artajona (N) y era practicado preferentemente por niñas. Cada participante ponía dentro de un montoncito de tierra un número determinado de alfileres. Después, colocadas a una cierta distancia, tiraban con una piedra tratando de dejar al descubierto el mayor número posible de ellos. Cada jugadora recogía los que habían quedado a la vista, pero no podía tocar la tierra con las manos. A veces se valían de otros alfileres para sacar los descubiertos y algunas empleaban astutamente agujas imantadas.
+
Se jugaba en Artajona (N) y era practicado preferentemente por niñas. Cada participante ponía dentro de un montoncito de tierra un número determinado de alfileres. Después, colocadas a una cierta distancia, tiraban con una piedra tratando de dejar al descubierto el mayor número posible de ellos. Cada jugadora recogía los que habían quedado a la vista, pero no podía tocar la tierra con las manos. A veces se valían de otros alfileres para sacar los descubiertos y algunas empleaban astutamente agujas imantadas.
 
 
 
 
<sup>rsM2 </sup>URIGOITIA, «Folklore. Juegos infantiles», cit., p. 243.
 
 
 
[[Image:Picture 3525.png|top]]
 
 
 
Fig. 163. Le jeu des espingles. Grabado de J. Stella, s. XVII.  
 
  
 
En San Martín de Améscoa (N) el desarrollo del juego era similar. Colocaban los alfileres en un montoncito de polvo y los que por efecto del golpe quedaban descubiertos total o parcialmente pasaban a ser propiedad del lanzador de la piedra.
 
En San Martín de Améscoa (N) el desarrollo del juego era similar. Colocaban los alfileres en un montoncito de polvo y los que por efecto del golpe quedaban descubiertos total o parcialmente pasaban a ser propiedad del lanzador de la piedra.

Revisión actual del 07:38 22 may 2019

Se jugaba en Artajona (N) y era practicado preferentemente por niñas. Cada participante ponía dentro de un montoncito de tierra un número determinado de alfileres. Después, colocadas a una cierta distancia, tiraban con una piedra tratando de dejar al descubierto el mayor número posible de ellos. Cada jugadora recogía los que habían quedado a la vista, pero no podía tocar la tierra con las manos. A veces se valían de otros alfileres para sacar los descubiertos y algunas empleaban astutamente agujas imantadas.

En San Martín de Améscoa (N) el desarrollo del juego era similar. Colocaban los alfileres en un montoncito de polvo y los que por efecto del golpe quedaban descubiertos total o parcialmente pasaban a ser propiedad del lanzador de la piedra.