XIV. JUEGOS DE LENGUAJE
Los juegos verbales han sido siempre el recurso para los . días de lluvia y frío, cuando no se podía estar en la calle. En nuestra sociedad rural tradicional en la que no existía la televisión, estos juegos han servido además para «matar el rato» cuando no había lugar para hacer otra cosa.
Se practicaba este tipo de pasatiempos en los porches de las escuelas o de la iglesia, en las entradas y cocinas de las casas con participación ocasional de los mayores o en cualquier otro sitio, al abrigo del mal tiempo.
Son juegos fomentados hoy desde la escuela y sobre todo por los propios padres, porque son más pacíficos y sedentarios a la vez que favorecen la dicción y enriquecen el vocabulario y el ingenio de los niños. Suelen ser juegos mixtos con mayor participación de niñas ya que salen de ellos más airosas.
Estos pasatiempos van desde concatenar palabras que empiecen por la última sílaba de la palabra precedente, decir disparates y rimas jocosas, hasta los trabalenguas o lenguajes crípticos para despistar a interlocutores indeseados.