Arralda. Hesia. Trapa. Narria

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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En Bernedo (A) y en el Valle de Carranza (B) recuerdan que para allanar la tierra labrada con el arado se utilizaba antaño una gran rama de árbol cargada de piedras. En Bedarona (B) esta rama era de encino y recibía el nombre de bardie. En Sara (L) a este rústico apero le llamaban arralda y también xistera. En la base del tallo de donde partían las ramificaciones se ataba una cuerda o una cadena de donde tiraba una yunta de vacas o de bueyes. Además de desmenuzar terrones, con este arrastre se mezclaba la cal esparcida previamente como abono de la heredad. Otro tipo de arralda era en esta localidad un cuadrado hecho con palos entrecruzados o formando un tejido de varillas de avellano que se cargaba de piedras para que adquiriera peso.

Este apero para alisar la tierra arada recibe en Beasain (G) y Hondarribia (G) el nombre de hesia y en Elgoibar (G) el de arexixa. Su estructura era de madera y varas entrelazadas de avellano, hurritza, o de castaño, gaztaina, siendo preferible este último por su mayor duración. En su parte trasera tenía una vara flexionada en forma de arco que servía para guiar el apero durante su arrastre por la yunta de vacas o bueyes.

Narra. Morga (B). Fuente: Archivo particular Asier Bidart.

En Zeanuri (B), Orozko (B) y Zigoitia (A) este apero se denomina trapea; en Gautegiz Arteaga (B) estue o narra; en Nabarniz (B) zestue, en Ajangiz y Ajuria (B) narra y en Abadiño (B) narrie. Para que produjera un alisamiento de la tierra, esta tenía que estar bien seca. En Obanos (N) y Apodaka (A) la narria se utilizaba para cubrir de tierra la semilla una vez sembrada. Este rústico apero era de fabricación doméstica, durante su arrastre se permitía que montaran sobre él, como peso, los niños que gozaban sintiéndose transportados a lo largo de la heredad.