Navarra
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Améscoa
La lera fue el instrumento más rudimentario de transporte que aún se empleaba a principios del siglo XX para acarrear piedras o leños. La lera era una horquilla de roble, de un tronco muy corto y de brazos largos. De brazo a brazo le clavaban unos listones que hacían de cama, y al tronco se le ataba una cadena de hierro o una soga fuerte que hacía de tiro.
Bera
Para transportes cortos en terrenos montañosos y empinados se empleaba la narria, lera, que medía aproximadamente 2.7 de largo por 1.2 o más de ancho, más la vara de enganche. Estas leras eran grandes y pesadas. Se deslizaban sobre unos maderos suplementarios, cambiables en el momento en que se gastaban.
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Ustárroz, Isaba y Urzainqui (Valle de Roncal)
El rastrón, carretilla o narria se llevaba a mano y era una especie de trineo rústico de madera del que se tiraba con unas cadenas.
San Martín de Unx
Las narrias –aquí llamadas rastras– se han estado utilizando hasta principios de la década de los años setenta. (Todo el barrio de la Chantrea de Pamplona se hizo moviendo piedra en ellas). Estaban formadas por una larga y robusta horquilla de madera, cuyos lados eran paralelos y reforzados con chapa de hierro por debajo, de unos 130 cm de longitud y 100 cm de anchura, con unas tablas perpendiculares a modo de caja para el transporte. Existían, igualmente, rastras de troncos paralelos, con dos enganches a los extremos, en lugar de uno. Se tiraban, preferentemente con machos. Servían sobre todo para arrastrar piedras. Fueron sustituidas por los tractores.
Urdiain
El transporte con la lera, ya había desaparecido por completo en los años 1960. Recibía el nombre de kartola. Lo utilizaban para acarreo de leña. Era un instrumento muy pesado y no llevaba refuerzos de hierro en los bajos sino cuatro varas normales. Constaba de dos estribos y zoquete central, ligeramente más largo que los bordes. Del saliente arrancaba una anilla de tiro.
