Uso de plaguicidas
En este apartado anterior dedicado a la escarda ya se ha constatado unos cuantos casos de cómo esta tarea que en tiempos pasados era realizada manual o mecánicamente ha sido progresivamente arrinconada por el uso de herbicidas, sobre todo en los cultivos que abarcan grandes superficies.
Como dicen en Bernedo (A) hoy las labores de escarda se realizan con herbicidas químicos, en parte por comodidad y también porque los cultivos alcanzan extensiones tan grandes que sería imposible hacerlo manualmente.
Lo cierto es que en las últimas décadas el uso de plaguicidas, tanto herbicidas como insecticidas, se ha extendido también al ámbito de las huertas domésticas, ya que de este modo se ahorra el esfuerzo necesario para mantener la tierra libre de malas hierbas y además se asegura que las plantas esten protegidas del ataque de insectos y otros parásitos.
En Moreda (A) hoy los sembrados ya no se escardan con zadillas y corquetes en manos de cuadrillas de mujeres. Para eliminar cardos, avena mala y otras malas hierbas se recurre a los llamados venenos, es decir, herbicidas.
Los herbicidas son diferentes dependiendo del tipo de cultivo que se esté tratando. Durante el mes de enero se echa veneno contra la avena mala cuando está en una o dos hojas. En este mes también se combate el miollín, hierba parecida al trigo. El resto se tratan durante los meses de febrero y marzo, cuando el agricultor ve que crecen en los sembrados. Después de echar el herbicida contra todo tipo de hierbas se rulan los sembrados.
En esta población conocen unas cuantas plantas invasoras:
- Alerna o amaya: Altas y largas de color amarillo y hojas anchas.
- Lapa: Se apodera de las plantas. Se dice que “eres peor que la lapa”.
- Cornejuela: Gordica que gusta mucho a las ovejas.
- Abreojos: Echa pinchos y es de raíz grande.
- Grama: Planta gramínea de tallo rastrero que echa raíces por los nudos. También se dice que “eres peor que la grama”.
- Zarza: Suele salir en las orillas de las fincas.
- Lechoncinos: Plantas tiernas que al cortarlas segregan una especie de líquido blanco como la leche. Gustan mucho a los conejos.
- Cardo.
- Miollín: Hierba parecida al trigo, de hoja estrecha.
- Avena mala: Semejante a la avena pero con la cabeza sin buen grano. Cabeza con “pelillos”.
El veneno o herbicida se echa con atomizadores y carros arrastrados por tractores. Los atomizadores van suspendidos de los brazos y del tercer punto del tractor y se ponen en marcha a través del cardán. El carro arrastrado viene a ser un atomizador con ruedas, de mayores dimensiones que los que se llevan suspendidos. De los laterales de atomizadores y carros se sacan y extienden unas manillas con diferentes boquillas. Accionado el mecanismo de funcionamiento de estos aparatos, el herbicida sale a presión a través de las boquillas cayendo sobre el sembrado y las malas hierbas.
Si el tratamiento se hace pronto, en los tres primeros meses del año, antes de que la caña del cereal se endurezca, no se hace daño al pisarlo con el tractor. Hay que echar el herbicida antes de que espigue la planta, como medio mes antes.
La dosis de veneno que se vierte varía de unos productos químicos a otros, dependiendo de su composición. Por regla general, se viene a utilizar litro y medio de herbicida por hectárea disuelto en 400 litros de agua. Si el veneno es volátil, hay que tener cuidado con las fincas colindantes para que no se vean afectadas, especialmente si hay viñas y las vides están brotando. De hecho, el herbicida del cereal se acostumbra echarlo antes de que las viñas muevan o broten.
En Ribera Alta (A) para eliminar las plantas invasoras, como la avena mala, que nace junto al trigo y la cebada, en los años 1960 aparecieron los primeros herbicidas. Al principio se esparcían por la finca con un macho, más tarde se pasó a acoplar la máquina al tractor.
En tiempos pasados el escarabajo de la patata se combatía con arseniato. Para aplicarlo se introducía en una media de mujer, de las llamadas de cristal, y se iba sacudiendo el polvo sobre cada una de las plantas.
En Treviño y La Puebla de Arganzón (A) cuando después de la guerra se empezó a sembrar patata a gran escala surgió el escarabajo. Los primeros se solían quitar a mano y se encargaban de ello los niños; luego aparecieron los primeros venenos: arseniato de plomo y arseniato de cal. Los disolvían en agua y con un caldero y una escobilla los aplicaban fila a fila de patatas.
Más tarde llegaron las mochilas sulfatadoras y luego los carro-cubo llevados por una caballería. Tenían una capacidad de 200 a 300 litros y unos brazos de tres metros por cada lado; los brazos se plegaban al terminar para facilitar el transporte. El veneno lo lanzaban pulverizado sobre las filas de patatas. Los que tenían poca patata lo aplicaban en polvo, al amanecer, con una media o con un fuelle. Más tarde se introdujeron el lindano y el DDT.
Cuando nacía la remolacha tenían que darle un veneno en polvo contra la pulguilla, ya que si se descuidaban se comía la planta y tenían que volver a sembrar a mano.
Hoy a la patata y a la remolacha, bien al sembrarlas o cuando nacen, le dan con el tractor para toda la temporada; este lleva un cubo y unos brazos extensibles que de dos o tres pasadas hacen toda la finca.
Al cereal, patata, remolacha, maíz y otros cultivos también les dan herbicidas para matar las malas hierbas. Al cereal por el mes de mayo y a la patata y remolacha, como ya se ha indicado, después de nacer. En los meses de agosto y septiembre queman las ramas de las patatas para que no se hagan tan grandes.
En Agurain (A) en cuanto a las plagas de los cereales, el tizón o niebla se combate mediante un producto preparado al efecto que es aplicado a la simiente justo antes de ser sembrada. A principios de mayo se vierte herbicida a los cereales por medio de una máquina acoplada al tractor. Su finalidad es hacer desaparecer las malas hierbas que invaden los cultivos, especialmente el cardo.
A las patatas les ataca la plaga del escarabajo, que se suele presentar todos los años y se combate mediante insecticidas líquidos y en polvo, estos también sirven contra el pulgón que puede atacar tanto a patatas como a berzas y remolachas. Cuando cae mucha agua y las patatas están sin arrancar, les suele atacar el mildiú, que se combate con dificultad.
En Obanos (N) actualmente la patata se trata contra el escarabajo y el mildiú a finales de mayo. En los campos se combaten las malas hierbas con herbicidas. Entre las mismas se conocen: ciapes, malvas y amapolas; también crecen la grama y el reigrás, que es el césped natural, y en el cereal, la ballueca o avena loca.
En el caso del espárrago, en el entorno de Viana (N), el primer año se tratan las esparragueras contra el pulgón. La enfermedad que más les afecta es la roya, hongo en forma de costra negra que es muy visible en los tallos de la mata de la planta verde; además termina por secarla y matarla. Para tratarla utilizan productos fitosanitarios. Algunos echan al surco o foso cal para combatirla. Contra otras enfermedades de este cultivo se emplean insecticidas y sulfatos. Los tratamientos se efectúan después de cosechar los espárragos, cuando la esparraguera está con mata; suele ser en los meses que van de julio a octubre.
En Bedarona (B) se vertía sulfato contra la roya, gorrina; hoy en día se echa un líquido sobre las hojas con un vaporizador. Del tomate, tomatie, dicen que no necesitaba ningún cuidado especial, pues carecía de enfermedades como hoy en día; actualmente se echa sulfato a las hojas contra la roya.
En Zamudio (B) le echaban sulfato al tomate y a las uvas para que no cogiesen roña, ugerra, y para que la flor durara más. El sulfato, sulfatoharrie, se compraba en la calle Somera de Bilbao donde había una tienda especializada. En una barrica o balde grande se ponía agua, la bola de sulfato se envolvía y ataba dentro de un saco y se introducía en el agua, quedando colgando dentro del líquido, de este modo se iba deshaciendo. El agua obtenida, de color azulado, era la que se utilizaba como botica. Se cargaba con ella una mochila metálica (ahora es de plástico) y se echaba en la viña y en los tomates, siempre por la mañana y con buen tiempo. Asimismo, se ha conocido echar sulfato a los tomates con una escoba vieja de mango corto en vez de utilizar el sulfatador. Actualmente el sulfato se compra en polvo y también se mezcla con agua en la proporción adecuada para los litros que se necesiten. Además, se echa botica a la patata.