Preparación de la tierra
Las labores agrícolas en las fincas se llevan a cabo con la ayuda del tractor al que se le acoplan diferentes máquinas. El tipo de tractor usado, de diferentes potencias y dimensiones, dependerá del trabajo que tenga que llevar a cabo. La labor de arada se realiza con el tractor más potente que se posea (un agricultor tiene de dos a tres tractores distintos) y que pueda arrastrar un arado polisurco de doble vertedera giratoria. Lo habitual es utilizar arados trisurcos o cuatrisurcos, aunque los tractores más potentes llegan a arrastrar arados de cinco surcos. El arado se engancha a la trasera del tractor, el cual le proporciona un movimiento giratorio de 180o para voltear la tierra al mismo lado, cada vez que tiene que cambiar el sentido de la marcha. En otros casos, para arar la tierra apelmazada de la anterior cosecha, se utiliza una máquina de 5 o 7 ganchos llamada arado subsurador o sizer. Estos ganchos penetran en el terreno y lo levantan para permitir la oxigenación y la permeabilidad de la tierra. Lo habitual después de la labor del arado vertedera o del arado subsurador es dejar que la tierra se regenere y a continuación pasar una rastra.
Las rastras pueden ser de diversos tipos pero básicamente son unos aperos planos y anchos que poseen multitud de púas de hierro, a veces curvas y flexibles, dispuestas perpendicularmente al terreno. Las rastras más modernas son más anchas y para su transporte con el tractor se dividen en tres partes plegándose sus dos extremos. Se necesitan varias pasadas de rastra sobre el terreno para que este quede preparado para la siembra. Esta labor es más efectiva, si cabe, si se realiza con las gradas. Últimamente se está generalizando el uso de gradas rotativas que constan de unas púas, a modo de cuchillas, que giran en redondo perpendicularmente a la superficie del terreno, labor que es completada al mismo tiempo con el paso de un rodillo estriado que deja el terreno allanado. Tal es la eficacia de las nuevas gradas rotativas, que pueden usarse acopladas al tractor al mismo tiempo que las sembradoras de cereal que van por detrás. Para poder transportar y trabajar con ambas máquinas a la vez, grada rotativa y sembradora, el tractor debe disponer de un sistema de anclaje regulable en altura llamado tripuntal. De esta manera, la siembra se reduce a la labor de arada y a la de la propia siembra del grano, ahorrando tiempo y gastos de combustible. Existen otros modelos de gradas para trabajos específicos. Es el caso de las gradas de discos que se usan para abrir y triturar el terreno que contenga rastrojos de la cosecha anterior. Esta grada dispone de varias filas de discos cóncavos que cortan la superficie del terreno de forma oblicua para una mejor regeneración de los elementos del suelo.
Hay cultivos como la patata que necesitan que la tierra esté lo más triturada y pulverizada posible. Entonces aparecen en escena máquinas más precisas como el rotavátor, máquina trituradora de la tierra, protegida de una carcasa metálica para que las aspas y cuchillas interiores no esparzan el polvo. En la actualidad, para la preparación de la siembra de la patata se usa una máquina similar al rotavátor pero que además forma unos surcos paralelos llamados caballones. Esta es la razón por lo que esta máquina se denomine acaballonador o fresadora.