Hacha, aizkora

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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El hacha, aizkora, común en euskera, es un instrumento de corte muy antiguo; aparecen ya hachas de piedra en dólmenes megalíticos de Vasconia. En su Diccionario de Mitología vasca Barandiaran afirma que ”en algunos mitos el hacha figura como arma arrojadiza. También ha sido utilizada como protección del rayo durante las tormentas...”.

La descripción del hacha es común en todas nuestras encuestas: es una herramienta cortante compuesta de una cuchilla gruesa de acero en forma de pala, con un ojo para enastar en el mango.

En función de su tamaño y peso se establece una diferencia entre hachas y hachos. El hacha es más pesada; las hay de kilo o kilo y medio y hasta de dos kilos y medio y de tres kilos. El hacho es más ligero, de medio kilogramo, e incluso menos (Valle de Carranza-B).

La diferencia en el peso conlleva diferencia en su manejo. El hacho, al ser más pequeño puede ser usado con una mano mientras que con la otra se sujeta la leña o el madero con el que se está trabajando. Se ha utilizado para sacar punta a los palos que soportan las alubias y otras plantas, para hacer estacas, etc. También para descandiar / escandiar las ramas delgadas, es decir, para eliminar las ramificaciones y para “picar leña menuda” así como para pelar o descortezar estacas, etc.

El hacha, que es más pesada, debe ser sujetada con ambas manos y sirve para realizar trabajos que exigen más esfuerzo. Al talar un árbol con el tronzador, servía para cortar las ramas gruesas nacidas del tronco. Se utilizó también para labrar madera a fin de preparar cabrios, vigas y similares. Cuando un tronco se serraba en segmentos o toletes, con el hacha se partían para dar lugar a las estillas con las que alimentar el fuego del hogar. En euskera a esta operación se llama egurrek txikertu (Zeanuri-B).

Labrando madera a hacha, 1914. Fuente: Novedades. Núm. 242. San Sebastián, 1914 (foto Tort).

En Viana (N) las hachas mayores se han empleado para podar ramas grandes, hacer leña o cortar árboles. Ha sido común su empleo, para podar las ramas de los árboles y para la preparación de aperos.

En todas las localidades encuestadas ha sido común utilizar hachas de diversos tamaños y cortes, para manejarlas con una mano o con las dos. En San Martín de Unx (N) a las hachas grandes les llaman segur y a las pequeñas segureta. En Moreda (A) a estas últimas les llaman hachillas y las emplean para podar olivos y quitarles los berguizos. En Ustárroz, Isaba y Urzainqui (Valle de Roncal-N) las hachas grandes se llamaban astral y aizkora y las pequeñas aizkolta y astraleta.

Con el hacha también se talaban árboles si no eran demasiado gruesos; lo común era utilizar el tronzador, si bien en este caso se requería la colaboración de dos personas. En tiempos pasados se utilizó el hacha para podar los árboles. El perfil de su filo podía ser recto o bien presentar una leve curvatura. El mango se hacía normalmente en la propia casa y era de madera de fresno o de encina.

En euskera el filo del hacha se denomina comúnmente agoa o ahoa. Al orificio donde se inserta el mango begia; al mango giderra (Sara-L), kirtena (Zeanuri-B). En Ustárroz, Isaba y Urzainqui (Valle de Roncal-N) al filo del hacha le denominaban aba o aizkoraba, al ojo por donde se introduce el mango aizkora-begia y a la parte posterior aizkora-burua.

El saliente o anillo que tienen el hacha y la azada en la parte contraria al filo se llama dorue y servía para romper los tronchos; la leña se hacía en octubre (Gautegiz Arteaga-B).

En tiempos pasados las hachas eran fabricadas por los herreros locales. Había hachas que servían expresamente para labrar la madera, en Sara (L) su nombre es zuriantzeko aizkora.

Se ha constatado el dato de la fama de las hachas fabricadas en Errexil (G).

Hacha de dos bocas, aho biko aizkora

Este tipo de hacha recibía tal nombre por tener dos filos opuestos, como si se tratase de dos hachas unidas por un ojo común en el que se introducía un mango recto. Se empleaba para labrar la madera utilizada en la construcción de una casa. Una de las bocas era amplia y contaba con un perfil en V y debía estar muy bien afilada; la otra boca era de dimensiones más reducidas, no necesitaba que estuviese tan afilada y el perfil era tendente a la U.

Para labrar una madera se trabajaba con la boca amplia. Cuando se llegaba a la altura de un nudo se golpeaba este con la otra boca de menor tamaño, que era más resistente al ser en forma de U (Valle de Carranza-B).

En Zerain (G) a la azuela que se utiliza para desbastar la madera se le conoce como opatxurre.

Afilamiento

Las hachas se afilaban antaño con una piedra de arena de buenas dimensiones y que fuese plana. Quien realizaba el trabajo desplazaba el filo a lo largo de la piedra, previamente humedecida, realizando un movimiento prolongado, “en largo”, para evitar desgastar su superficie formando una oquedad.

Posteriormente se utilizaron piedras de afilar circulares que iban dispuestas verticalmente sobre un armazón de madera y provistas de un dispositivo acoplado que permitía hacerlas girar pedaleando con un pie. En estas también era necesario humedecer la piedra; esta se humedecía porque al girarla su parte inferior se sumergía en un recipiente de madera lleno de agua situado debajo de la piedra.

Las hachas deben afilarse bien asentadas y no inclinadas hacia el filo. De esta forma se consigue adelgazar la parte situada por detrás del filo; de tal modo que vista de perfil adquiera forma de V.

Cuña, ziria

Al igual que en otros pueblos de habla vasca en Sara (L) con los nombres de ziria y ernalziria se designa la cuña que se empleaba para hender o partir las maderas. Es una pieza sólida y corta de madera o de hierro que consta de un cabezal y de un filo. Al filo se le llama ahoa, agoa y al cabezal burua. Introducido su filo en una grieta de madera, se le martilleaba en la cabeza con una maza o una porra de hierro de buen peso. A principios del pasado siglo XX este mazo solía ser de madera.

En Beasain (G) y Donazaharre (BN) le llaman burdin ziria a la cuña de hierro utilizada para rajar los troncos y astillarlos.

Para partir el tronco con la cuña había que saber encontrar la veta por la que podía ser rajado el tronco (San Martín de Unx-N).