Clases de lino y época de siembra, ereitea

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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En el área encuestada predominan dos variedades de lino[1].

En Ataun (G), así como en el Goierri guipuzcoano, una variedad era conocida con el nombre de axamea (azal mehea, corteza delgada) o lino txikie, o bien lino berdea. Era una planta corta, delgada y muy fina. Dentro de esta variedad había dos clases. Una muy fina que se sembraba en el mes de mayo, después de arrancar el nabo, y crecía con mucha rapidez; la otra denominada martxo-linoa era algo más ordinaria; se sembraba en el mes de marzo y se recogía en septiembre.

Pero el lino que más abundaba era el conocido con el nombre de agorlinoa, llamado así, porque se sembraba hacia la segunda mitad del mes de septiembre. Recibía también el nombre de negu-linoa o naparlinoa (lino de Navarra), por ser, según parece, importado del reino de Navarra. Era grande, flojo y algo ordinario[2]. En tiempos pasados tenía fama el lino de la Barranca de Navarra; desde varias localidades de Gipuzkoa se acudía en su búsqueda a la feria de Alsasua (N).

También en Zerain (G) al lino corto y fino, le denominaban lino txikie o axamea; se sembraba en mayo y se recogía en septiembre. Otro más basto y más abundante se llamaba naparlinoa o agorlinoa; se sembraba en septiembre en la festividad de san Lino y se recogía por Santiago en julio. La siembra del lino se hacía de igual modo que la del trigo. Se daba vueltas a la tierra con las layas y se pasaba por encima el rastrillo, area. Una vez sembrado no requería ulteriores trabajos.

En Urdiain (N) se conocían también dos clases de lino: lijo gogorra, lino duro de fibra basta. Se tenía por tal el lino de la Burunda. En cambio el lino de Gipuzkoa al que llamaban aximia era considerado como de mejor calidad. El ciclo del lino era similar al del trigo si bien se adelantaba el de este algunas fechas, tanto en la siembra como en la recolección. Popularmente se decía que el lino debía sembrarse el día de su homónimo san Lino (23 de septiembre). Otros creían que eran más propias para la siembra las témporas de septiembre. Calculaban la puesta a punto de la cosecha del lino alrededor de las fiestas de santa Marina (18 de julio).

Arrancando el lino. Aramaio (A), 1987. Fuente: Gerardo López de Guereñu, Grupos Etniker Euskalerria.

En Améscoa (N) sembraban el lino alrededor de san Miguel (29 de septiembre). En Cárcar (N) lo hacían en noviembre y lo recogían en julio.

En la Sakana o Barranca de Navarra el lino maduraba para san Fermín (7 de julio). En Gipuzkoa para santa Marina (18 de julio).

En el Valle de Carranza (B) se sembraba en el mes de octubre o noviembre.

En Dima (B) el sembrado se hacía generalmente en septiembre, alrededor de san Miguel. Una vez preparada la tierra se sembraba la simiente del lino al igual que el trigo, a voleo. La recogida tenía lugar hacia finales de junio o principios de julio, alrededor de la festividad de san Cristóbal (10 de julio). La superficie sembrada raramente pasaba de los cincuenta metros cuadrados.

Una anciana de Azkoitia (G) según testimonio de Alustiza[3], (en el monte Martite) conoció tres épocas de siembra del lino en marzo, en julio y en septiembre.

El lino una vez crecido ofrecía una flor muy azul a una altura aproximada de 60 cm. Era cosa de ver el espectacular paisaje de los linares en flor durante la primavera combinando sus tonos azulados con el verdor de los trigales. En Zeanuri (B) los más ancianos recordaban los cambios de tonalidad que ofrecían los linos en flor cuando el viento acamaba el sembrado durante los días de primavera[4]. Algunos asemejaban los sembrados de lino al espectáculo que ofrecía el mar azul[5].

Cuando llega a su madurez, la flor del lino, de corta vida, da lugar a una cápsula llena de semillas aplastadas y picudas; entonces los campos del lino ofrecían un color amarillento parecido a los trigales. Los pájaros acudían entonces a comer estas semillas y por ello se colocaban espantapájaros, txorimailoak, katamailoak, kukusoak en los bordes de las heredades. Los sembrados de lino se protegían también creencialmente colocando en ellos ramas bendecidas el día de san Juan adornadas con las flores de su día. En algunas zonas de Navarra se clavaba en el sembrado de lino una rama sacada de la hoguera de san Juan con el tizón hacia arriba, no solo como protección, sino también para indicar que se quería un lino que fuera de la altura de esta rama o palo[6].


 
  1. J. M. de TOLOSA. “Euskalerriko Langintzak. Liñuaz” in Euskal Esnalea, XIII (1923) pp. 173-174.
  2. En el testamento de Antonio de Auzmendi, de la casa solariega de Ataun, se dice el año 1686: “en las heredades de esta casa de Auzmendi tierra para sembrar una cuarta de linaza de tiempo de verano y cuarta y media de invierno”. Vide: Juan ARIN. “Industrias rurales en Ataun: la del lino y la del carbón" in AEF, XVIII (1961) p. 80.
  3. Julián ALUSTIZA. Lihoaren penak eta nekeak. Oñati: 1981, pp. 22-23.
  4. Testimonio de Gerardo Lejarza, nacido en 1888.
  5. Dicen que dos recién casados del Goierri guipuzcoano fueron a Zarautz (G). Allí vieron el mar por primera vez y la mujer le dijo al marido: Manuel ese sí que es un buen sembrado de lino (liñasoro) ¡si lo tuviéramos cerca de casa!...Vide: Julián ALUSTIZA. Lihoaren penak eta nekeak. Oñati: 1981, p. 26.
  6. Julián ALUSTIZA. Lihoaren penak eta nekeak. Oñati: 1981, pp. 23-24.