Introducción

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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La obra que presentamos está dedicada al estudio de la agricultura tradicional y de las transformaciones que han tenido lugar a lo largo del siglo XX. El volumen se encuadra en el conjunto de los que componen el Atlas Etnográfico de Vasconia, cuya finalidad y objetivo es el registro sistemático de los hechos que configuran la cultura tradicional. Dentro de este proyecto se han publicado anteriormente los dedicados a La alimentación doméstica (1990, reedición 1999), Juegos infantiles (1993, reedición 2005), Ritos funerarios (1995), Ritos del nacimiento al matrimonio (1998), Ganadería y Pastoreo (2000), Medicina popular (2004) y Casa y Familia (2011).

En cada uno de los volúmenes se describe la planificación del Atlas y la metodología aplicada en la investigación de campo y en la elaboración de los materiales recogidos. Teniendo en cuenta que cada tomo constituye una unidad, se desarrollan algunos de los conceptos.

La propuesta de un Atlas Etnográfico

José Miguel de Barandiaran (1889-1991), creador, mentor e impulsor de este Atlas etnográfico, inició en los primeros decenios del siglo XX las labores etnográficas vascas. En el año 1968, en Zaragoza, se celebró el I Congreso Nacional de Artes y Costumbres Populares y su aportación a esa reunión de científicos fue la comunicación titulada Bosquejo de un atlas etnográfico del pueblo vasco[1]. Se trataba de un inventario de las investigaciones etnográficas llevadas a cabo hasta entonces en el área vasca, junto a un balance crítico de las mismas.

Un año más tarde, 1969, en la misma ciudad, dentro de las V Jornadas de Estudios Folklóricos Aragoneses presentó una nueva ponencia titulada Criterios generales para una investigación etnográfica de los Pueblos Pirenaicos[2]. Le acompañaba un cuestionario etnográfico, remodelado conforme al plan que la Conferencia de Etnología Europea formuló en 1965.

Los puntos programáticos de estas dos comunicaciones, sucintamente expuestos son los siguientes:

1. El material etnográfico que recojamos no debe ceñirse a las tradiciones populares que han llegado hasta nosotros sino que debe extenderse y comprender las nuevas vivencias y experiencias que nos llegan de todas las partes del mundo y que son incorporadas y aceptadas por la comunidad vasca.
2. Muchos de los estudios e investigaciones publicados hasta entonces se reducían a descripciones estáticas y morfológicas de los hechos. Alertó de los riesgos de sustantivarlos y objetivarlos, aislándolos del contexto humano privándoles de esta forma de su auténtica realidad.
3. Para aprehender debidamente la cultura no basta observar los símbolos sino que hay que vivir la realidad a la que estos se refieren. “En etnología no es adecuadamente inteligible lo que no ha sido vivido”.
4. Por consiguiente, la descripción del objeto no debe ser puramente estática, cada elemento tiene una significación social, se halla humanizado y conlleva una significación cultural. En los estudios etnológicos, como en los históricos, no debe perderse de vista la primacía de lo invisible como criterio de interpretación.
5. Las publicaciones de las investigaciones deben consignar el índice de vitalidad del material registrado o el grado de aceptación que tiene en el pueblo e indicar el área de aplicación que los elementos de cultura cubren dentro del país o más allá.
6. Dentro de Vasconia existen todavía muchas zonas necesitadas de estudio. Las nuevas tecnologías están acabando con los modos de vida tradicionales. Sin olvidar aquellas, no hay que descuidar las fases anteriores.
7. Para completar el conocimiento de un pueblo interesa entender cómo los elementos de su cultura han ido modelando aquellas personas cuyo comportamiento personal las acusa marcadamente.
8. Como corolario, Barandiaran veía urgente realizar una labor metódica de rebusca de datos mediante equipos formados en la investigación etnográfica. El trabajo debe llevarse a cabo en localidades de todas las comarcas hasta lograr que cada una de ellas cuente con una monografía comprensiva de los aspectos fundamentales de la vida cultural de sus habitantes.

El proyecto Etniker

La puesta en marcha del proyecto del Atlas etnográfico exigía en primer lugar formar un equipo de personas distribuidas por toda el área de Vasconia o Euskal Herria. Para abarcar un área tan extensa se creyó conveniente contar con una estructura regional de los territorios. El propio Barandiaran comenzó por Navarra, en cuya Universidad regentaba la cátedra de Etnología Vasca. Así en 1969 surgió el grupo Etniker Navarra, vinculado al Departamento de Arqueología de dicha Univesidad. Etniker es un término que acuñó don José Miguel cuya significación es “investigación etnográfica”. Se creyó conveniente que los grupos quedaran adscritos a instituciones asentadas en los distintos territorios.

A partir de ese primer grupo fueron surgiendo los demás. En 1972 nació Etniker Gipuzkoa adscrito a la Sociedad de Ciencias Aranzadi de San Sebastián. Un año más tarde, en 1973, al amparo del Departamento de Etnografía de Labayru Fundazioa, surgió Etniker Bizkaia. El mismo año también se creó Etniker Álava, al principio en torno a la Sociedad Iradier de Vitoria-Gasteiz y luego al Seminario Alavés de Etnografía. Vinculado a la Association Lauburu de Baiona se formó en 1986 Etniker Iparralde, que comprende el territorio vasco del Departamento francés de los Pirineos Atlánticos.

Los grupos están compuestos por personas, mayoritariamente de formación universitaria, con preparación metodológica para la investigación de campo. Los investigadores de cada grupo están coordinados por un responsable regional.

Barandiaran en la primera reunión general conjunta de los grupos Etniker que tuvo lugar en el santuario de Aralar (N) en 1976 definió en qué iba a consistir el proyecto Etniker. Se trataba del estudio de la cultura tradicional del pueblo vasco y su evolución. La tarea se había iniciado en el segundo decenio del siglo XX, pero con el nombre actual y la nueva metodología se retomó en el año 1964, como complemento de la cátedra de Etnología Vasca de la Universidad de Navarra, al amparo de la Institución Príncipe de Viana.

Estrategia etnográfica

La estrategia seguida por los Grupos Etniker en sus investigaciones etnográficas se ajusta al siguiente esquema:

1. La labor es realizada por un investigador nacido o residente en la propia localidad. Esta circunstancia facilita la investigación ya que muchas de las experiencias recogidas han sido vividas por él mismo y conoce las preguntas y la forma en que debe formularlas.
2. Todos los investigadores se ajustan a la misma metodología y cuestionario.
3. El conocimiento de la lengua de la localidad y su variante dialectal facilitan la aproximación a los testigos y la recta interpretación de los datos consignados, en los que además de la recogida material es preciso buscar e interpretar su significación cultural.
4. Los datos registrados alcanzan hasta donde llega la memoria de los informantes con lo que se retrotraen a un par de generaciones anteriores a los testigos de más edad. Se consignan asimismo las transiciones y modificaciones que se han producido recientemente o se están produciendo en el momento de llevarse a cabo la investigación de campo.
5. En las reuniones de los grupos regionales se realiza una puesta en común de los datos para contrastarlos y comprobar si el enfoque dado es el correcto.

El cuestionario etnográfico

Uno de los aspectos importantes de la investigación llevada a cabo en el Proyecto Etniker es que quienes trabajan en él utilizan el mismo modelo de encuesta con la que formular sus preguntas a las personas encuestadas.

El cuestionario, elaborado por Barandiaran, lleva por título Guía para una encuesta etnográfica, ha sido objeto de varias ediciones y utilizado incluso por investigadores ajenos al Proyecto Etniker en otros territorios.

Comprende 850 cuestiones o preguntas, agrupadas en nueve grandes capítulos, a saber.

0. Datos geográficos de los municipios o localidades.
1. El grupo doméstico: La casa. La alimentación doméstica. La indumentaria. La familia. Relaciones entre los esposos.
2. Usos del grupo doméstico: Equipo mobiliar. Reposo y aseo. Juegos de adultos y juegos infantiles. Enfermedades y medicinas. Vida religiosa. Ritos de pasaje: nacimiento y bautizo, noviazgo, matrimonio y boda, muerte.
3, 4, 5 y 6. Grupos de actividad: Ganadería y pastoreo; Navegación y pesca; Explotación agrícola; Artesanía y profesiones varias, respectivamente.
7. Grupo territorial: Vecindad y pueblo. Derecho y constituciones populares.
8. Culturización: Casa. Escuela. Religión. Culto. Fiestas. Calendario popular. Artes. Supersticiones. Leyendas y cuentos.
9. Biografías etnográficas: Datos personales. Formación. Nivel de vida. Contactos sociales. Estatus del biografiado. Cambio cultural.

Planificación de las investigaciones

Los Grupos Etniker Euskalerria comenzaron a trabajar coordinadamente en el Atlas etnográfico de Vasconia en 1976 y en 1987 reformularon el plan de trabajo y se reorganizaron. A tal fin crearon una Secretaría Técnica que es la encargada de coordinar las investigaciones de campo y de redactar los volúmenes de la obra. De la Secretaría se ocupa el Departamento de Etnografía de Labayru Fundazioa, que tiene su sede en Derio (Bizkaia) y cuenta con personal cualificado para ello. Como apoyatura dispone de una gran biblioteca general de temática vasca, de alrededor de 66 000 títulos y una segunda biblioteca, con cerca de 3500 títulos, especializada en antropología y etnografía.

Los Grupos Etniker celebran anualmente una asamblea general, en rotación en los cinco territorios, en la que entre otras cosas fijan el plan de investigación que van a abordar, que se corresponde con un tema del cuestionario general anteriormente mencionado.

El programa de investigaciones se ha venido cumpliendo puntualmente: En 1988 se trabajó en la alimentación doméstica, en 1989 en los juegos y canciones infantiles, entre los años 1990 y 1993 se abordaron los ritos de pasaje agrupados en dos grandes apartados: los ritos de la vida que van del nacimiento al matrimonio, y los ritos funerarios. La medicina popular ocupó el año 1994.

Finalizado ese proyecto septenal, se acordó una nueva planificación de temas pendientes, que quedó estructurada de acuerdo a la siguiente programación: El año 1995 se trabajaría en la indumentaria, los años 1996-97 en ganadería y pastoreo, en 1998 en la casa, en 1999 en el mobiliario y el ajuar doméstico, a la familia y el parentesco estarían dedicados los años 2000 y 2001. En el modo de vida agrícola se trabajaría en los años 2002-03 y en la navegación y pesca el año 2004.

En 2004 y 2005 se han llevado a cabo investigaciones de campo en las artesanías y otras profesiones; el período 2006-07 ha estado dedicado a la vecindad; el 2008 al derecho y las constituciones populares; y el 2009 a la culturización. Los años 2010 y 2011 se ha estado trabajando en el calendario popular tradicional dentro del apartado de costumbres y tradiciones religiosas y civiles.

El plan general de la obra que compondrá el Atlas Etnográfico de Vasconia es el siguiente:

1. Casa y equipo mobiliar. Familia y parentesco (publicado en 2011).
2. La alimentación doméstica. (editado en 1990; reedición corregida y aumentada en 1999).
3. La indumentaria.
4. Medicina popular (editado en 1994).
5. Juegos y canciones infantiles (editado en 1993; reedición 2005).
6. Ganadería y pastoreo (editado en 2001).
7. Ritos del nacimiento al matrimonio (editado en 1998).
8. Ritos funerarios (editado en 1995).
9. Agricultura (editado en 2016).
10. Veterinaria popular.
11. Profesiones y artesanías.
12. Vecindad, pueblo, derecho e instituciones consuetudinarias.
13. Religión popular y calendario festivo.
14. Leyendas, cuentos y mitología.
15. Cartografía. Glosarios. Índices varios.

Las encuestas de campo y el contenido de la obra

El resultado de las obras que componen el Atlas etnográfico procede fundamentalmente de las encuestas de campo llevadas a cabo en las alrededor de sesenta localidades en que se investiga cada materia. Esta aportación es la que confiere originalidad a la publicación.

El grueso de este volumen está dedicado a la agricultura tradicional que se ha venido practicando en el territorio objeto de estudio a lo largo del siglo XX, sin excluir la mecanización de las tierras y los cultivos introducidos desde los años 1960 y las novedosas técnicas aplicadas a la agricultura en los últimos tiempos, sobre todo en la vertiente mediterránea que es la agrícola por antonomasia.

En la obra se recogen numerosos saberes que a lo largo de décadas se han ido transmitiendo de padres a hijos, principalmente fruto de la experiencia. Como en los restantes trabajos de investigación que hemos llevado a cabo a lo largo de los años, en la obra se establece una distinción entre las vertientes atlántica y mediterránea del territorio. La primera de ellas más propicia al cultivo de la hierba y los forrajes que sirven de alimento a la cabaña ganadera y a determinados cultivos hortícolas, y la segunda propiamente cerealística y dedicada intensamente al cultivo de la vid y del olivo y hoy día gracias al regadío a gran cantidad de productos para el envasado y su posterior distribución.

Este volumen que lleva por título Agricultura en Vasconia comprende la información recogida en 56 localidades distribuidas por todo el territorio objeto de la investigación, de las que 14 corresponden a Álava, 13 a Bizkaia, 7 a Gipuzkoa, 16 a Navarra y 6 a Vasconia continental.

Existe una representación de las diferentes regiones de Vasconia, así como dentro de cada una de ellas se ha procurado atender a las particularidades de las distintas comarcas: montaña, llanada, costa. En el capítulo segundo se ofrece una visión de conjunto de los distintos paisajes agrarios de Vasconia y en el siguiente, las distintas clases de tierras con que cuentan para los cultivos.

Las geografías física y humana de los lugares donde se ha trabajado se incluyen en el apartado que trata del medio natural y humano, que se completa con el apartado que lleva por título Datos geográficos de las localidades encuestadas, que figura a continuación del último capítulo. En este mismo capítulo introductorio se dispone del mapa donde se ubican las poblaciones donde se han realizado las investigaciones de campo.

La investigación ha seguido el modelo de encuesta descrito en la Guía para una encuesta etnográfica, que para la elaboración del presente volumen corresponde a los datos recogidos como respuesta de las preguntas 1 a 35 del apartado quinto Explotación agrícola; respondiendo al requerimiento que en la misma Guía señala Barandiaran para la realización del trabajo, en el sentido de que este modo de vida se desarrolla ligado a los demás elementos de la economía popular, como también a los medios técnicos, a los conocimientos geológicos y botánicos, a las aspiraciones del agricultor, a su plan de vida y a su concepción del mundo y del hombre.

El cuestionario indica la pauta a seguir pero el encuestador tiene que ir más allá del mero enunciado de las preguntas. Debe observar la vida de la localidad, relacionarse con los informantes, ponderar y contrastar los datos recogidos. Con ellos y con su propia experiencia ha de redactar la memoria etnográfica, que para su mejor utilización por los redactores de la obra requiere seguir el orden numérico de las preguntas del cuestionario. Barandiaran insistía en que los hechos no pueden encerrarse en cuestionarios prefijados; la realidad humana tiene una dimensión mayor que nuestras interpelaciones.

Como contrapartida, la información así obtenida complica la elaboración de los textos que componen la obra; pero también enriquece su contenido con aportaciones personales que amplían el campo de visión.

La materia investigada y las transformaciones operadas

Nuestra investigación está centrada en la agricultura tradicional y las profundas transformaciones que ha sufrido a partir de los últimos decenios del siglo XX que han desembocado en una profunda mecanización de la misma. Este volumen (2016) complementa en cierta manera otro que dedicamos a la ganadería y el pastoreo (2001) y al más reciente que se ocupa de la casa y la familia (2011), ya que el conjunto de los tres volúmenes ofrece una mirada a los modos de vida de la sociedad de antaño y las profundas transformaciones que ella ha sufrido.

A lo largo del texto de la obra se da cuenta de los cambios operados en el modo de vida agrícola y el capítulo 17 está específicamente dedicado a la mecanización de la agricultura.

Ya desde comienzos del siglo XX la casa rural fue perdiendo su condición de unidad productiva que en gran medida se autoabastecía. En los años siguientes a la Guerra Civil (1936-1939), debido a la escasez de alimentos adquirió nuevo auge la producción que se obtenía en el trabajo agrícola-ganadero. De los años cincuenta a los ochenta se produjo una reducción de la gente que se quedó a vivir y a trabajar en el campo, con todo las ventas de lo que producían estaban aseguradas debido a la demanda de las zonas urbanas e industriales cercanas.

El Estado español entró en 1986 a formar parte de la Comunidad Económica Europea (fundada en 1958) y que en 1993 pasaría a llamarse Unión Europea, situación que trajo consigo numerosos cambios en el mundo rural que ya se atisbaban y que se han agudizado con el más cercano en el tiempo proceso globalizador de los mercados, y que han conducido a la desaparición paulatina de la mayoría de las unidades de producción de pequeño formato al no ser rentable su forma de trabajo ni interesantes para las actuales clases de comercio sus producciones. Este fenómeno ha sido común en el ámbito europeo.

Los que han sido capaces de sortear las dificultades han tenido que optar por la especialización y el incremento del tamaño de sus explotaciones. Tanto en unos casos como en otros la casa ya no cumple las funciones de antaño, en el primer caso porque sus moradores ya no se dedican a la actividad agraria, en el segundo porque se han visto obligados a sacar de la casa los animales y otros elementos de trabajo, y construir naves de mayores dimensiones.

En las primeras décadas del siglo XX, el geógrafo francés Theodore Lefèbvre hablaba de las dos revoluciones agrícolas acaecidas en nuestra tierra en los siguientes términos:

“Si l’époque moderne a eu sa révolution agricole, causée par l’apparition du maïs, l’epoque contemporaine, elle-aussi, connaît, en ce moment la sienne. Cette seconde révolution, qui commença avant la fin de l’epoque moderne elle-même, est issue de l’importance de premier ordre que les prés ont acquise et accroissent chaque jour dans l’ensemble du territoire cultivé, au point que c’est à eux que le mode de vie agricole doit d’être actuellement en progression, malgré le recul des céréales et de la vigne.
Cette deuxième révolution agricole apparaît plus profonde encore quand on constate que toute l’étendue des terres labourables, qui a pourtant généralment diminué, est loin d’être destinée entièrement aux cultures alimentaires: une portion importante en est maintenant réservée aux prairies artificielles et aux plantes fourragères, c’est-a-dire aux besoins du bétail” [3].

De nuestras investigaciones de campo y de la lectura de esta obra, se puede concluir que se está produciendo, si es que no se ha producido ya, una tercera revolución agrícola como consecuencia de las profundas transformaciones en la maquinaria utilizada, los métodos de abono y riego de las tierras, la globalización de los mercados y el creciente abandono por parte de las nuevas generaciones del modo de vida agrícola junto a la despoblación de los pequeños pueblos rurales que ha llevado consigo.

A ello debemos añadir el hecho de formar parte de la Unión Europea, que es la que por encima de los estados marca la política agrícola a seguir y ha incrementado y complejizado la labor burocrática existente ya con las diputaciones y gobiernos regionales.

La obra se compone de 20 capítulos. En el capítulo introductorio se exponen unas consideraciones generales sobre la agricultura en Vasconia. A continuación se describen los distintos paisajes agrarios existentes en los territorios; la calidad de las tierras para el cultivo y su situación respecto a las casas; el calendario agrícola; la forma de preparar la tierra para el cultivo; la siembra y los cuidados que precisan tanto los cultivos para consumo humano como animal. Toda la cultura desarrollada respecto a la hierba y los otros forrajes y su modo de conservación, sobre todo en la vertiente atlántica donde la ganadería ha desempeñado un lugar preeminente; los árboles frutales; el cultivo y la producción del olivo y la vid, tan importantes en la vertiente mediterránea. Un apartado está dedicado a los antiguos cultivos del lino y cáñamo. Los aperos y útiles para trabajar la tierra, para la siega y para las restantes labores agrícolas son objeto de un extenso capítulo. Las unidades de medida, la mano de obra humana y animal empleada, el carro y otros sistemas de transporte, la mecanización, el aprovechamiento propio y el comercio agrícola, el régimen de propiedad y las creencias y ritos vinculados a la agricultura completan el grueso de la obra.

Los materiales para la elaboración de la obra

La mayor aportación de la obra proviene de los materiales recogidos en las investigaciones de campo que se realizaron en las campañas de los años 2002 y 2003, que se corresponden con el modo de vida agrícola, respondiendo, como se ha señalado, a las preguntas del apartado quinto “Explotación agrícola” del cuestionario de Barandiaran.

La investigación por tanto está referida a una actividad humana, articulada con unos equipos materiales, lo que desemboca en una cultura que entendíamos era importante recoger antes de que se perdiera o quedara desvinculada al contexto en que se ha producido. Los informantes han sido el valor más preciado que luego hemos completado con la bibliografía existente, que por lo que respecta a la agricultura en Vasconia es más bien escasa.

Las investigaciones parciales del Proyecto Etniker se van publicando en los distintos territorios con anterioridad a la edición de la obra de conjunto de cada volumen del Atlas. Las revistas en que se dan a conocer son: Cuadernos de Etnología y Etnografía de Navarra, Anuario de Eusko-Folklore, Etniker Bizkaia, Ohitura y el Bulletin de Musée Basque de Bayonne.

Algunos de los investigadores han publicado las monografías etnográficas completas de las localidades encuestadas. Así en 1980 los hermanos Francisco Javier y José Ángel Zubiaur dieron a conocer la monografía correspondiente a San Martín de Unx (N), que ha sido reeditada en 2007; la obra Las Améscoas, de la que es autor Luciano Lapuente, apareció en 1990; el estudio etnográfico de Agurain (A) de Jesús Ruiz de Larramendi se publicó en 1994; en el año 1998 la relativa a Beasain (G) de José Zufiaurre y en los años 2002 y 2003 la de Anton Erkoreka relativa a Bermeo (B).

Dentro del plan inicial de aportación de materiales etnográficos para la elaboración de un Atlas Etnográfico de Vasconia, los Grupos Etniker llevaron a cabo entre 1983 y 1987 investigaciones conjuntadas que obtuvieron las Becas José Miguel de Barandiaran promovidas por la Sociedad de Estudios Vascos-Eusko-Ikaskuntza. Estas investigaciones dieron como resultado las publicaciones siguientes: Contribución al Atlas Etnográfico de Euskalerria. Investigaciones en Bizkaia y Gipuzkoa (1987), Contribución al Atlas Etnográfico de Vasconia. Investigaciones en Álava y Navarra (1990) y Contribution à l étude ethnographique de la mort en Pays Basque Nord (1997).

Para la redacción de este volumen, así como de los anteriores, se han tenido en cuenta las aportaciones que figuran en todos estos trabajos de campo llevados a cabo dentro del proyecto Etniker y que han seguido el cuestionario etnográfico de Barandiaran.

Los materiales etnográficos de otros autores que, fuera del proyecto Etniker, se han consultado y utilizado como complemento de esta publicación se citan en las notas a pie de página, además de figurar consignados en la bibliografía.

Para Vasconia continental, además de las encuestas de campo, dentro del proyecto hemos recurrido a las llevadas a cabo por Barandiaran durante los años 1940 y 1950 en las localidades de Sara (Lapurdi), Donoztiri, Heleta, Uhartehiri (Baja Navarra) y Liginaga (Zuberoa). Estas investigaciones se publicaron en las revistas Ikuska y Anuario de Eusko-Folklore. En el año 2000 la Fundación Barandiaran publicó la monografía Bosquejo etnográfico de Sara.

Existen abundantes estudios geográficos del territorio, pero aparte de lo mencionado, son escasos los trabajos etnográficos sistemáticos sobre la agricultura tanto en la Vasconia peninsular como en la continental. No obstante, queremos mencionar aquellos trabajos publicados en distintas revistas que han seguido el cuestionario de Barandiaran o se aproximan a nuestra metodología y que hemos tenido en cuenta en la redacción de este volumen.

Así Telesforo de Aranzadi tanto en el Quinto Congreso de Estudios Vascos, dedicado al Arte popular Vasco, celebrado en Bergara en 1930, como en el Tomo I de Folklore y costumbres de España y en la Geografía General del País Vasco-Navarro, publicaciones ambas dirigidas por F. Carreras y Candi, hizo numerosas aportaciones sobre los aperos de labranza. Especial mención merece su contribución al conocimiento del yugo vasco comparado con los de otros territorios.

La obra Eusko Lurra de Iñigo Agirre da una información general sobre la distribución de la superficie agrícola, las técnicas y cultivos en las vertientes atlántica y mediterránea.

Julio Caro Baroja publicó en 1944, siguiendo el cuestionario de Barandiaran, La vida rural vasca en Vera de Bidasoa (Navarra), algunos de cuyos contenidos amplió en ediciones posteriores y ha dedicado varios trabajos en revistas y obras independientes al estudio de la tecnología rural vasca.

Juan Arin Dorronsoro en el Anuario de Eusko-Folklore nº 17 (1957-1960) publicó un trabajo sobre La labranza y otras labores complementarias en Ataun.

Fermín Leizaola hizo una aportación a la agricultura en la obra colectiva titulada Euskaldunak, bajo la dirección de José Miguel de Barandiaran.

José Cruchaga y Purroy ofrece información agrícola sobre una localidad navarra en su obra: La vida en el Valle de Orba.

Ricardo Ros Galbete publicó en Cuadernos de Etnología y Etnografía de Navarra (CEEN) un trabajo sobre las labores agrícolas en la localidad navarra de Allo.

El libro Historia de Mendaro coordinado por Joseba Agirreazkuenaga proporciona algunos datos sobre la actividad agrícola en esta localidad gipuzcoana. Otro tanto ocurre con el libro de Pedro M.ª Aranegui sobre Gatzaga: una aproximación a la vida de Salinas de Leniz a comienzos del siglo XX.

Juan Garmendia Larrañaga cuenta con varias publicaciones sobre Artesanía Vasca.

* * *
 

Las fotografías que ilustran el texto han sido aportadas en su mayoría por los propios investigadores. Algunas proceden del Fondo Felipe Manterola y del Archivo Fotográfico de Labayru Fundazioa, y unas pocas han sido solicitadas a diversas instituciones o rescatadas de publicaciones.

Redacción

La formulación del plan general de esta obra ha estado al cuidado del Comité de Redacción, cuyos integrantes pertenecen a los distintos Grupos Etniker regionales y sus nombres figuran en las páginas iniciales del volumen.

Entre los miembros del Comité de Redacción merece una mención particular la cualificada intervención de Luis Manuel Peña, Segundo Oar-Arteta, Gurutzi Arregi y Ander Manterola, miembros de Etniker Bizkaia (Departamento de Etnografía de Labayru Fundazioa). A ellos ha correspondido la difícil tarea de vertebrar esta obra. Para ello han tenido que clasificar el material obtenido en campo, revisarlo y, en ocasiones, reelaborar los textos. Además les ha correspondido indagar en la bibliografía pertinente, proceder a los ajustes lexicales, seleccionar las ilustraciones y ejecutar todo lo relacionado con la preparación y puesta a punto de la edición. También han tenido una participación destacada en la redacción de los cultivos mediterráneos de la vid y el olivo, Francisco Javier Zubiaur de Etniker Navarra (Universidad de Navarra) y José Ángel Chasco de Etniker Álava (Seminario Alavés de Etnografía). Juan José Galdos de Etniker Álava ha aportado la información relativa a la mecanización y técnicas de cultivo actuales.

En cuanto a la realización de la publicación debemos mencionar las continuadas aportaciones que bajo la dirección de Gurutzi Arregi han prestado otros colaboradores de Labayru Fundazioa. Eli Zallo, Akaitze Kamiruaga, Igone Etxebarria y Jabier Kalzakorta han llevado a cabo la homologación del léxico y de los textos en euskera; Izaskun Agirre ha tenido a su cargo la informatización y el tratamiento de textos; José Ignacio García Muñoz ha redactado y actualizado las descripciones geográficas y la demografía de cada municipio y Jon Elorriaga se ha responsabilizado de las búsquedas y las prestaciones bibliográficas.

Criterios para la transcripción de los términos en euskera

Esta obra no persigue una finalidad filológica o lingüística. Por ello, el tratamiento de las expresiones en lengua vasca o de términos populares en las diferentes variedades locales del castellano se ha hecho procurando que el grado de comprensión sea el más amplio posible para el lector medio.

En cuanto a la transcripción de los términos en euskera, hemos tratado de aplicarles un criterio común en toda la obra. Debido a que los encuestadores no utilizan criterios semejantes en este punto, los materiales con los que hemos elaborado el trabajo son muy dispares. Hemos tratado de homogeneizar la forma de presentarlos, respetando lo más posible la información recogida. En este sentido, hemos dado a los términos una expresión lo más cercana posible a la forma escrita estándar, separando las palabras, y utilizando la grafía normalizada. Aún así, las variantes recogidas las hemos plasmado, sobre todo en lo que refiere a abreviaciones orales y rasgos morfológicos y sintácticos locales.

A pesar de ello hemos tratado de organizar el material de las encuestas y de las diversas fuentes bibliográficas actualizándolo en la medida de lo posible, si bien no hasta el punto de arriesgarnos a falsear los datos genuinos de las memorias remitidas.

Por último hay que indicar que nos hemos atenido al resultado de materiales de campo concretos, y que el hecho de que no figuren en el texto todas las designaciones de una práctica no indica que se hayan descartado sino que simplemente no se han consignado entre nuestros materiales de información.

Advertencias al lector

La mención de una localidad en el texto va acompañada de la abreviatura del territorio en el que se emplaza, a saber: (A) Álava, (B) Bizkaia, (G) Gipuzkoa, (N) Navarra, (BN) Baja Navarra, (L) Lapurdi y (Z) Zuberoa. En algún caso se ha utilizado (Ip) Iparralde para hacer referencia a Vasconia continental. Para ubicar las poblaciones, en este mismo capítulo introductorio se dispone de un mapa de localización geográfica de las poblaciones encuestadas.

Los datos se han consignado en las localidades en que se han verificado, pero, evidentemente, su existencia no se limita a ellas sino que la referencia tiene un carácter indicativo pues el área de su implantación es más extensa.

A lo largo de la publicación se indica la vigencia o el desuso de las informaciones y costumbres recogidas. En ocasiones se hace una aproximación cronológica si bien, como es sabido, tanto el inicio como la desaparición de los hechos y procesos culturales suele carecer de fecha exacta.

Esta obra es de carácter etnográfico y no histórico, y los datos relativos al modo de vida agrícola, a la propia agricultura como a los útiles y herramientas utilizados y las costumbres y creencias recogidas están referidos fundamentalmente a todo el pasado siglo XX y la primera década del actual siglo XXI. En ella se han recogido los hechos pasados sin descuidar las transformaciones más importantes ya operadas o que se observa que se están produciendo y que se desconoce la durabilidad que vayan a tener.

Agradecimientos

Esta obra ha contado con la ayuda y el patrocinio del Gobierno Vasco, del Gobierno de Navarra y de la Diputación Foral de Bizkaia.

En nombre de los Grupos Etniker Euskalerria queremos expresar aquí nuestro agradecimiento a D. Bingen Zupiria, consejero de Cultura y Política Lingüística; a D. José Ángel Muñoz, viceconsejero de Cultura, Juventud y Deportes; y al director de Patrimonio Cultural del mismo Departamento, D. Imanol Agote. Hacemos extensible el agradecimiento a D.ª Ana Herrera, consejera del Departamento de Cultura, Deporte y Juventud del Gobierno de Navarra y a D. Fernando Pérez Gómez, director general de Cultura-Institución Príncipe de Viana.

Queremos agradecer de manera especial a la Diputada de Euskera y Cultura de la Diputación Foral de Bizkaia D.ª Lorea Bilbao por su decidido apoyo a este proyecto y al Director General de Cultura D. Gonzalo Olabarria. Asimismo expresamos nuestra gratitud a la Fundación BBK en la persona de D. Gorka Martínez y a la Viceconsejería de Agricultura, Pesca y Política Alimentaria del Gobierno Vasco en la persona de su Viceconsejero D. Bittor Oroz por sus aportaciones económicas a Labayru Fundazioa para la publicación de este volumen. Por último, dentro de estos agradecimientos, es obligado mencionar a nuestro entrañable benefactor Kepa Rekakoetxea, por su eficaz intervención en la financiación de esta publicación.

Han pasado muchos años desde que D. José Miguel de Barandiaran propusiera la realización de un Atlas Etnográfico de Vasconia. Sus discípulos y continuadores de su obra estamos persuadidos de la importancia cultural de este proyecto.

Con el patrocinio institucional con el que esperamos seguir contando y con nuestro empeño y dedicación, los Grupos Etniker Euskalerria estamos haciendo realidad aquel ambicioso proyecto que, como legado de su larga y fecunda vida de investigador, nos dejó nuestro maestro: la elaboración del Atlas Etnográfico de Vasconia que “posibilitará un conocimiento en profundidad de la cultura tradicional de nuestro pueblo y de las transiciones que se están produciendo y será, a la vez, un seguro punto de vista para integrar la etnografía de los vascos en un estudio comparativo de las culturas”.

Ander Manterola
Derio, diciembre de 2016

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  1. José Miguel de BARANDIARAN. “Bosquejo de un atlas etnográfico del pueblo vasco. Trabajos preliminares” in Etnología y Tradiciones Populares. I Congreso Nacional de Artes y Costumbres Populares. Zaragoza: 1969, pp. 53-57. Véase también: Ander MANTEROLA; Gurutzi ARREGI. “El Atlas Etnográfico de Vasconia. Génesis y desarrollo de un proyecto de investigación” in Homenaje a Jesús Altuna. Munibe. Núm. 57/3 (2005-2006) pp.401-413.
  2. José Miguel de BARANDIARAN. Actas de V Jornadas de Estudios Folklóricos Aragoneses. Zaragoza: 1969.
  3. Th. LEFÈBVRE. Les modes de vie dans les Pyrénées Atlantiques Orientales. Paris: Librairie Armand Colin, 1933, pp. 393-394.