Cultivador
En Valderejo (A) el cultivador es un apero compuesto por dos pequeñas y estrechas rejas laterales y una reja central trasera de mayor tamaño, todas ellas desmontables. En la parte delantera tenía una pequeña rueda y el enganche para fijar el tiro. De su parte central salían dos listones de madera formando una uve que acababan en su extremo más alto en dos piezas curvas que servían de empuñadura. Disponía de un mecanismo llamado punto que permitía dar más o menos profundidad a la labor.
Este apero era arrastrado por caballerías y se empleaba para aporcar las patatas. Su transporte fuera de la heredad se hacía aprovechando la rueda delantera mientras una persona lo sujetaba por las empuñaduras en la parte trasera.
En Berganzo (A) el cultivador servía para hacer el surco y limpiar la hierba en las patatas y remolachas. Lo arrastraba un solo ganado, tenía una rueda delante y se podía graduar para hundirla más o menos; se sujetaba con dos manillas. Se le podía aplicar cinco cuchillas y con una manivela podía estrecharse o ensancharse.
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En Abezia (A) se ha utilizado un apero denominado maquinilla que se emplea fundamentalmente para escardar y, en ocasiones, para hacer surcos.
En Moreda (A) al cultivador también le llaman destripador. Este apero actualmente se engancha al tractor por sus dos brazos laterales traseros y por el tercer punto de en medio. Se emplean cultivadores de siete y de nueve brazos, según las dimensiones de los tractores y de las fincas. Cada brazo suele llevar una ballesta con su muelle que hace que suba y salga de la tierra en caso de que encuentre piedra. En la parte inferior de los brazos van las cuchillas que son las que se introducen en la tierra para removerla. El destripador o cultivador se emplea en viñedos, olivares, almendrucares u otras fincas de árboles frutales. Le denominan chisel a un apero parecido al cultivador o destripador de mayores dimensiones. Se emplea para preparar tierras que no necesitan labrarse para la siembra.
En Aoiz (N) el cultivador se introdujo después de la rastra y otros aperos descritos anteriormente. En Cárcar (N) señalan que se trata de un apero introducido en el proceso de mecanización. Entre otras funciones tiene la de romper los tormos de la tierra –sustituye en esta labor al molón–.
