Terrenos de cultivo

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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El lino requería para su siembra tierra buena pero dura, arcillosa, buztin-lurra. En las tierras blandas crecía demasiado y la planta tendía a tumbarse. Eran preferibles las tierras de primera roturación, luberriak.

Al nuevo terreno destinado a la siembra del lino se le denominaba también labakia e izetea. Se trabajaba a azada (izeta-atxurra) quitándole las hierbas y quemándolas después de apiladas. Luego se roturaba volteando la tierra con azadón de dos dientes. La nueva roturación necesitaba generalmente dos pasadas de azada; había que triturar la tierra y desmenuzarla y esperar al buen tiempo para la siembra. Después se abonaba extendiendo por encima un estiércol desmenuzado[1].

En Ataun (G) su cultivo tenía lugar preferentemente en zonas elevadas[2], tierras costaneras y nuevas roturaciones, “leku gose ta luberritan” (en tierras hambrientas y nuevas rozaduras); porque en terrenos fértiles la planta adquiría demasiado desarrollo y constituía un material flojo. Hay un dicho relacionado con la calidad de la cosecha “zenbat eta gorago lihoa, hobeago” / cuanto más altura (del terreno), mejor es el lino. En las nuevas rozaduras o labakik, primeramente se recogía una cosecha de trigo y se sembraba a continuación el lino sin darle abono alguno. Para sembrar removían la tierra con el instrumento llamado besarea, echaban a mano la semilla de igual forma que la de trigo y la cubrían pasando el arado o la grada (arrea).

Antiguamente el derecho de gorozeta posibilitaba que una casa de Ataun pudiera cultivar una parcela de lino en los montes o terrenos comunales del pueblo.

Topónimos como Liñotzaandi en Aretxabaleta (G) confirman la práctica de sembrar lino en laderas altas del monte; el lino recogido en altura tenía mayor estima.

En Urdiain (N) se reservaba para el lino las tierras que en la campaña anterior acababan de producir alholva. Araban primero para extirpar la hierba utilizando para ello la rastra. Más tarde removían la tierra con el arado romano; y finalmente se procedía a la siembra con ayuda del mismo arado.

En Elgoibar (G) el lino se sembraba en tierra de peor calidad ya que si se sembraba en buena tierra, crecía mucho pero su tallo carecía de fibra; por esta razón se le reservaba la tierra más pobre del caserío.

En Zeanuri (B) el lino, liñua, se sembraba en heredades marginales y un poco apartadas de la casa. Las piezas de terreno principales estaban destinadas al cultivo de trigo y del maíz. “Liñoa inportantzi gitxiko soloetan eta bazterrekoetan ereiten zan”.

En Dima (B) los terrenos preferidos para el lino eran aquellos que estaban mejor soleados, eguzki-begiak, siendo mejor tierra la ligera o suelta, lur gardela. Si el terreno era nuevo, volteaban la tierra, mediante layas, laiak. En casos utilizaban el arado sin ruedas, goldea, pero preferían las layas porque con ellas se profundizaba más y las tierras quedaban más aireadas[3].

En el Valle de Carranza (B) en los terrenos que habían estado sembrados de maíz o patata, después de bien limpios, se procedía a la siembra del lino (Vicario de la Peña).


 
  1. Juan Antonio MOGUEL. Peru Abarca. Bilbao: 1978, p. 94.
  2. El año 1961 se decía que, habiendo llegado el alguacil a la casa de Larburu para notificar el auto a Lucia de Auzmendi, le dijeron que la dicha Lucía había salido aquella mañana a la montaña a arrancar el lino. Vide: Juan de ARIN. “Industrias rurales en Ataun: la del lino y la del carbón” in AEF, XVIII (1961) p. 79.
  3. Abel ARIZNABARRETA et alii. Los trabajos del lino y las mujeres de Dima. Bilbao: 2001, p. 13.