Diversidad de cultivos

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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En este apartado hacemos un repaso somero de los cultivos de distintas poblaciones para apreciar la diversidad ocasionada fundamentalmente por las diferentes condiciones climáticas entre la vertiente atlántica y la mediterránea, además de por los distintos tipos de tierras.

En Agurain (A) en la época fría se siembran escarolas, puerros, berzas y grandes cantidades de habas. En primavera se cultivan para recoger en verano lechugas, tomates, además de patatas de temporada. También guisantes, zanahorias, ajos, pimientos verdes y rojos, cebollas, pepinos, calabacines, calabazas, acelgas o tencas, berzas, guindillas o piparras, tomate para ensalada y para hacer; se pone además perejil. Asimismo, alcachofas y algunos años cardos, que se comen en Navidad. Se cultiva la alubia, tanto para vainas como para secas y se siembran algunas en huertas y otras en piezas.

En esta población se da un predominio del cultivo extensivo de cereal: cebada y trigo; tienen bastante importancia las patatas y los demás cultivos se dan en pequeña cantidad. En ocasiones se han cultivado grandes extensiones de habas y alubias pero previo contrato con alguna entidad.

Porcentualmente la cebada y el trigo constituyen el 60 %, dependiendo del año y de la cosecha anterior; las patatas ocupan un 30 % y el 10 % restante se dedica a los demás cultivos.

Entre los desaparecidos o que apenas se siembran están la alolba, el yero, maíz, lino, esparceta, nabo, centeno, guisante y veza. Algunos de estos productos como el maíz, alolba y yero, son sembrados esporádicamente por algún agricultor. En cuanto a la siembra de varios de ellos es muy significativo el dicho popular: “La siembra antes de san Martín, si no siembra ruin”.

Argandoña (A) es principalmente cerealista de secano, alternando con algunas plantas forrajeras, maíz, alubias, habas, patatas y remolacha. Con la introducción del regadío en las piezas se ha multiplicado la siembra de patatas, remolacha, alubias y otras leguminosas. En la última década del siglo XX y comienzos del XXI, algunos agricultores se han iniciado en el cultivo intensivo y a gran escala de verduras. Por el contrario, han desaparecido totalmente los cultivos tradicionales como el lino, la alholva, la arveja, etc., reservando algunas parcelas para alfalfa o forrajes similares, destinados a la alimentación del ganado. Estos prados de hierba se dan en mayor medida cuanto más nos acercamos al norte de la Llanada Alavesa, en los valles de Zigoitia, Barrundia, Asparrena, etc.

Junto a las casas no faltan las huertas con una oferta relativamente variada de productos hortofrutícolas, normalmente suficiente para su autoabastecimiento. Lo normal era y sigue siendo sembrar judías verdes, alubias, garbanzos o guisantes en pequeñas parcelas, generalmente en reines o en huertas. En casi todos los casos se cultivan para consumo propio. Últimamente, gracias a la diversificación de cultivos, se están sembrando mayores extensiones de legumbres, como los guisantes que se cultivan con métodos similares a los de los cereales, o como las alubias para las que es necesario el regadío.

Otras plantas se siembran directamente, sin trasplante, como el perejil, las alubias, las habas, etc. En las huertas también se plantan árboles frutales.

En Apodaka (A) antes se sembraban garbanzos en tierra de cascajo; lentejas, habas, alubia blanca y caparrón. Hoy solo alubia pinta (caparrón).

Entre los cereales: trigo de cabeza mocho, trigo normal, cebada cervecera, avena negra y blanca. El centeno desapareció hace años; hace años también se sembraba centeno industrial.

En las huertas se cultiva lechuga, tomate, pimientos cuerno cabra, de freír y choriceros; pepinos, patata, calabacín, espinaca, borraja, ajos, cebollas, habas, guisantes. De pepinos y calabacines se ponen tres o cuatro plantas. Zanahoria, borraja, espinaca y perejil.

Hoy (2006) se siembra mucha remolacha azucarera, cerca de ochocientas toneladas. El maíz de grano ha desaparecido, solo queda como forraje para casas de pienso. La alubia, el maíz, la patata y la remolacha se siembran con una máquina de varios surcos.

En Moreda (A) el cultivo por excelencia sembrado en los campos siempre ha sido y es el cereal: trigo, cebada, avena y centeno. Algunas veces también se siembran plantas forrajeras como la alfalfa, arbejana y alolva. Los campos de cereal van disminuyendo cada año en favor de los viñedos. El olivar, cultivado en pequeñas extensiones, se mantiene aunque paulatinamente disminuye.

Las huertas familiares, en torno a las vegas de los ríos, se continúan cultivando con toda clase de productos hortícolas: patata, lechuga, escarola, ajo, cebolla, alubia, judía, pocha, caparrón, pimiento, guindilla, tomate, pepino, haba, garbanzo, puerro, borraja, cardo, acelga, berza, alcachofa, guisante, calabaza, calabacín, espárrago, apio, espinaca, endivia, berenjena, soja, zanahoria, melón, sandía, fresa, etc.

Vides y olivos en Moreda (A), 2014. Fuente: José Ángel Chasco, Grupos Etniker Euskalerria.

En Valderejo (A) en los campos hasta finales de los años setenta del pasado siglo XX se sembraba cebada, trigo, avena, centeno, alholva, yeros, riclas, arvejas y patatas. Los cereales en las tierras de mayor calidad; de las menucias, los yeros en tierras de peor calidad y las alholvas en tierras sueltas. Desde los años setenta trigo, cebada y avena.

En las heredades hasta los años sesenta maíz y remolacha, de esta una para alimento del ganado y otra para simiente. También se sembraban lentejas, garbanzos y titos. A partir de esos años todo ello se dejó de cultivar.

En las huertas, en Lahoz, alubias, unas para fresco y otras para secas, patatas, berzas, nabos, lechugas, pepinos y cebollas. No se plantaban tomates ni pimientos ya que el clima no era propicio para su desarrollo; hubo algún intento de cultivarlos pero con escaso éxito. En Lalastra los mismos productos que en Lahoz, pero en este caso a la dureza del clima había que añadir la escasez de agua. En Villamardones idénticos cultivos que en los casos anteriores pero al disponer de agua los productos de mayor calidad y más cuantiosos. En Ribera al ser clima más benigno y disponer de abundante agua se cultivaba lo mismo pero en este caso sí se recogían tomates y pimientos.

En Pipaón (A) para uso familiar se han cultivado alubias y garbanzos. En cuanto a los cereales: trigo, cebada, avena, yeros y centeno. En la huerta se plantan acelgas, zanahorias, ajos, cebollas, lechugas, achicoria, berzas, pellas, espinacas, vainas, tomates, borraja y pepinos.

En Ribera Alta (A) la legumbre más importante ha sido y es la alubia pinta alavesa. Además se han sembrado habas y en menor grado algún garbanzo. Con respecto a los cereales, el trigo y la cebada han sido y son los mayoritariamente sembrados y en menor grado, la avena, alholva, minucia y yeros. En cuanto al tardío, tal y como lo llaman, la patata para consumo (no la de siembra) y la remolacha azucarera.

En las huertas se han cultivado además los siguientes productos: cebollas, puerros, coliflores, berzas, lechugas, tomates, pimientos verdes, vainas, pepinos, calabacines y patatas.

En Bernedo (A) las legumbres que se cultivaban eran variadas, sobre todo alubia pinta y blanca. También alubias para comer verdes en vaina, caparrones. En algunas cabeceras de las piezas más escurridas sembraban garbanzos.

Los cereales que se han sembrado han sido trigo, cebada, avena, centeno y menuncias para el ganado. El disminuir la ganadería y el comprar piensos compuestos ha hecho que se hayan abandonado muchos cultivos de antaño y hoy se reducen al trigo y la cebada. Otros cultivos han sido la patata, maíz, remolacha, nabos, zanahorias forrajeras y últimamente el girasol.

Los tradicionales de la huerta han sido: habas, guisantes, zanahorias de mesa, lechugas, acelgas, borrajas, caparrones (alubias para vainas), patatas tempranas, ajos, espinacas, colletas (berza), pimientos, tomates, etc. La planta de cebolla se compraba en las ferias; lo mismo se hacía con el tomate y pimiento, que tenían más dificultad para madurar en esta zona.

En Valtierra (N) además de los cereales, a los que han dedicado las mayores extensiones y han producido la mayor rentabilidad, los grandes cultivos han sido: la remolacha azucarera, el tomate-pera para conserva y el espárrago blanco con la misma finalidad. Después pasó a ser prioritario el pimiento con sus variedades: piquillo, morrón, verde, seco o choricero, etc. Una familia podía cosechar cuatro o cinco mil kilos que llevaban a vender a lugares como Mendavia o Peralta, donde tenían fábricas de conservas. En Alfaro los vendían a subasta: el pimiento de piquillo se vendía a 25 ptas/kg hacia 1980 y a unas 75 ptas/kg en 2005.

El motivo por el que adquirían tanta importancia estos productos y después pasaban a segunda fila venía determinado por la demanda del mercado y sus precios.

En Elorz (N) las tierras de pan llevar son las de Valdelorz, pero en ellas se siembran además de los cereales, patatas, remolacha forrajera y hortalizas en general.

Las legumbres que se cultivan son habas, alubias y guisantes. Se siembra y planta en las huertas: tomate, pimiento, lechuga, zanahoria, puerro, cebolla, cardo, alcachofa, achicoria, borraja, remolacha de mesa (aunque se la tiene en poca estima), perejil, espinaca, bróculi y berza. Algunas de estas se siembran pero casi todas son trasplantadas de semilleros o de plantas compradas en Pamplona. No faltan los árboles frutales.

En San Martín de Unx (N) siembran cereal: cebada, avena y trigo, y se planta vid, olivo, almendro, espárrago, champiñón, frutales y hortalizas.

En Obanos (N) desde siglos pasados se han decantado por el cereal y por la vid, complementados con algunos olivos y almendros. Los escasos huertos han sido para autoconsumo, aunque a finales del siglo XX hubo un intento de explotación en invernaderos de productos de huerta para la venta en el mercado de Pamplona.

Huertos de Obanos (N), 2005. Fuente: M.ª Amor Beguiristain, Grupos Etniker Euskalerria.

Por los libros parroquiales sabemos que se han producido algunos cambios, ya que entre lo recolectado por la Iglesia en concepto de primicia a principios del siglo XX figuraban productos que hoy nadie cultiva (aiscoles, arbejas...).

Lo que se ha sembrado principalmente es trigo, cebada y avena. En las huertas: patatas, tomate, pimiento verde, algo de remolacha (ahora se pone variedad roja, de mesa, antes era para alimento de cerdos, caballerías...), cebolla, puerro, zanahoria, alubia verde, acelga, pella (coliflor), berza, alcachofa, etc. También lechuga, achicoria, ajo, bróquil, calabaza, pepino, melón, pimiento verde y de otras clases (morrones, para poner en vinagre, etc.) y cardos para Navidad.

Las legumbres que se han cultivado tradicionalmente para consumo familiar son alubia roja y blanca, garbanzo, guisante y habas. No se conoce el cultivo de la lenteja. Entre las legumbres tradicionalmente producidas y consumidas en el pueblo destaca el garbanzo. Este era muy importante junto con las patatas y las distintas variedades de alubias en la alimentación doméstica.

Entre los tubérculos o raíces de consumo familiar destacaban y destacan las patatas, las zanahorias, etc. Para los cerdos y caballos se plantaba remolacha forrajera y algún nabo. En algún caso también se plantó remolacha azucarera.

En plan extensivo, con fines comerciales, además de los citados: girasol (poco); colza, planta oleaginosa cultivada en secano y regadío, que destaca por el color amarillo vivo de los campos; espárragos, que se recolectan en primavera; champiñón y setas cultivadas.

En tiempos recientes (2010) con la puesta en uso del Canal de Navarra, que afecta a parte del término municipal, se cultivan con fines comerciales alubia verde, guisante y haba. Tanto la siembra como la recolección se hace con maquinaria. En el caso de las habas se cosechan en varias veces, ya que cambia el precio según su categoría, que la determina el tamaño; las más pequeñas son de primera, un poco mayores de segunda y más grandes de tercera. Se destinan a fábricas conserveras. También se produce pimiento rojo para embotar.

Para las huertas y huertos de consumo familiar normalmente se compra la planta en Puente la Reina, en Estella o en Pamplona.

En Muez y Ugar (N) el tipo de tierra varía de una región a otra de cada valle de forma considerable. Cada uno de los valles ha tenido un uso diferenciado del suelo. Así en Yerri el 80 % de su población se dedica a la agricultura, en concreto a los cultivos de secano, siendo muy escasa la tierra destinada a regadío (menos de un 1 %). Entre los cultivos leñosos podemos ver la vid, el olivo, el almendro y el manzano. La vid sufrió en 1891 de forma severa la filoxera y actualmente solo unas 10 ha se dedican a su plantación. Entre los herbáceos destacan los cereales como la cebada, el trigo, la avena y el maíz (para el engorde de los cerdos), los forrajes (alholva, veza, yero y alfalfa), las leguminosas (haba seca, arveja y arvejuela), la patata “de media estación” y la de tipo “bola”, el espárrago como hortaliza y cultivos de tipo industrial recientemente implantados (girasol y colza). El haba y la alubia de Abárzuza cobraron fama en toda Tierra Estella.

En Guesálaz es el 75 % de la población el que se dedica a la agricultura de forma exclusiva o parcial. Predomina, al igual que en Yerri, el secano estando a la cabeza el cereal (cebada, trigo y avena). Las leguminosas también están representadas por las habas y los tubérculos por el mismo tipo de patatas. Los forrajes suelen ser de veza, alholva, haba, remolacha babosa (para alimentar a los cerdos) y alfalfa. Las hortalizas o colletas se dan en las huertas, con un incremento notable en los últimos años del espárrago. Los garbanzos se plantaron de forma ocasional en los campos cercanos a las eras del pueblo y a la ermita de san Miguel. Los puerros y berzas se plantaban más en este valle que en el vecino Yerri. Entre los cultivos leñosos son pocos los frutales y se suelen encontrar diseminados, se trata de melocotones y ciruelos. A la vid se dedican unas 5 ha, al olivo 2 ha y a los campos conjuntos de vid y olivo otras 2 ha. Al igual que en Yerri, aquí tras la concentración parcelaria el cultivo de olivos y viñas decayó, sobre todo en Arguiñano, Esténoz, Arzoz, Muzqui, Muez, Muniain, Irujo y Viguria. En Garisoain e Irurre, situados en la parte meridional del valle de Guesálaz, predominan ambos cultivos leñosos en el carasol de Arradia. Entre los cultivos modernos implantados con un destino industrial están el girasol y la colza. Según un informante, cultivos como el del girasol se han debido más a las ayudas que por ellos se recibían de Europa que a la comercialización de su producción. En el Valle 2734 ha están destinadas a pasto y a yermos, 2590 ha a cultivo y 2396 a arbolado.

Los frutales solían ser manzanos, melocotoneros, perales, cerezos, ciruelos, nogales, almendros, membrillos e higueras. Antiguamente no se realizaban injertos, pero posteriormente se comenzaron a hacer. Normalmente los frutales estaban diseminados en los márgenes de los campos o en los huertos. Ya no se cultivan tantos árboles debido a que su cuidado, al igual que el de las viñas y olivos, es más laborioso y pesado que la siembra de los campos de secano.

En Aoiz (N) en los campos de mayor superficie se cultivó cereal, sobre todo trigo, centeno y cebada. Por dicha razón, estos productos estuvieron más presentes en las llanuras de la mayor parte de los pueblos del Valle de Lónguida, en Aoiz y en algunos municipios situados en la parte más meridional del Valle de Arce (Gurpegui, Zandueta, Uli Alto) que en las poblaciones situadas en latitudes más altas.

En parcelas de menor tamaño se sembraron patatas, alubias y otras leguminosas. Hay que mencionar que la parte más septentrional del ámbito que nos ocupa (Valle de Arce) es una tierra especialmente buena para el cultivo de la patata y que, aunque ha ido descendiendo la producción en los últimos años en beneficio de las praderas, fue un importante recurso económico en Oroz-Betelu y en pueblos norteños del Valle de Arce (Azparren, Gorraiz, Imízcoz y partes altas de Artozki). Estas parcelas, de menor superficie, han solido estar cercanas a regatas o cauces de agua.

En la parte más meridional, Aoiz y Lónguida, también se plantaron en terrenos de menor extensión productos destinados a la alimentación de los animales, especialmente maíz y forraje, es decir, lo que denominan prado: paja, hierba, avena, avenilla, aizkoles, veza, gerón o girón[1]. En el Valle de Lónguida se cultivó mucha remolacha (Aós, Ayanz, Meoz, Villaveta, Zuasti). En Aós se recuerda el cultivo de lentejas en algunas de sus piezas y también en las de Ayanz, hasta mediados del siglo XX. En Artajo se ha documentado el topónimo Chingirriar que puede significar lenteja o arveja. Sin embargo, eran los campos de cereal los que suponían la mayor parte de la superficie cultivada, y también el viñedo.

Por tanto, se trata de un cultivo que se va acercando al de la Navarra Media, algo más mediterráneo, que combinaba: trigo, cebada y avena, para el consumo de personas; y la beza y el gerón o girón para los animales.

Los productos cultivados en las huertas ofrecían menor diferencia entre la parte norte y la más meridional de este ámbito. Eran huertas trabajadas con el objetivo de abastecer la alimentación familiar, al igual que ahora, por lo que las siembras eran variadas. En las mismas se produjeron verduras y hortalizas, pero también maíz (en Aós / Valle de Lónguida e Imízcoz / Valle de Arce).

Entre las verduras y hortalizas se plantaban lechugas, cebollas, calabacines, puerros, tomates para ensalada y para embotar (aunque para embotar se prefiere el aplastado antes que el pe-ruco), pimientos (verdes y rojos para asar y embotar; pimientos achatados para poner en vinagre), zanahorias, guindillas, alubias verdes y también para pochas y secas, habas, guisantes, achicoria, borraja, berza, pella (coliflor) y acelga. Aunque se ha probado a poner cardo, el producto obtenido no es de buena calidad.

En las huertas casi siempre se ha dejado un sitio para las flores, tanto en las que estaban cerca de la casa como en las alejadas. También era habitual plantar algún árbol frutal: manzano o peral, para consumo familiar.

En cuanto a las hierbas y prados, se siembra avenilla, veza, gerón (o girón), alholva. Uno de los pastos que consideraban más gustosos y alimenticios era la esparceta que mezclaban con simiente de trébol. En la actualidad se ha abandonado la siembra de esparceta.

En el Valle de Roncal (N) actualmente se pueden encontrar en medio del bosque los cimientos de bordas y de eras que desde mitad del siglo XX fueron abandonadas al dejarse de sembrar los campos. Entonces se sembraba trigo: garia, garilumea –el que crece poco–, garizakarra o galandia –el barbudo–, galbekulkoa –trigo sucio que no pasa bien por el harnero–, toseta –trigo chamorro–, además en el valle, según la cosecha que les hubiese precedido, estaba el larratz o el estoilarra; cebada, garagarra; avena, oloa; ordio, escaso maíz, artoa; forraje, zurrapa; lino, luna o lua; arveja, aixkola o axkola, baineta (tanto en campo como en huerta) y patata tardía.

En las huertas se cultivaba baineta, cebolla tupla; tomate, lechuga, escarola, puerro; berza, aza; pella, azalilia; acelga, zerba o beta; borraja, borraina o borroina; espinaca, asuntxua; cardo, kardabera; pimiento verde, remolacha, calabaza, guisante, llamado bisalto o ilarra; haba, baba; achicoria, pepino, calabacín, zanahoria; lombarda, azaiorra; perejil, perraxila; cebollino, tuplinoa; alubia (ya fuera pocha o kaparrona). El ajo se daba mal y casi no crecía, pero había uno silvestre que llamaban baratxuriazpia, que estando de trabajo en el campo se recogía para el almuerzo.

En Sartaguda (N) cuando los encuestados de mayor edad eran jóvenes, abundaban la remolacha y el cereal en el secano y la patata y el pimiento de bola en el regadío. En zonas de secano también se cultivaba lino, que servía para hacer las cuerdas para engavillar. Se plantaban alubias y habas para casa y para vender y en algunos terrenos más arcillosos se llegó a cultivar arroz. La alfalfa se sembraba para las caballerías de la casa. Se han cultivado y se cultivan muchos tipos de pimientos.

La vid se ha mantenido a pesar de las transformaciones sufridas en los últimos tiempos.

Hoy en día la fruta de hueso (melocotón, paraguayo, nectarina, cereza) y de pepita (pera, manzana), son con mucho los cultivos más importantes del regadío de Sartaguda y el principal sustento económico del pueblo.

En Abadiño (B) los productos de la huerta son alubia (babie) (roja y blanca), guisante (iderra), vaina (bañie) y haba (baba baltza), puerro (porrue), pimiento (pipera) (rojo grande, choricero) y guindilla (pipermiñe), tomate (tomatie), lechuga (letxugie), ajo (berakatza), cebolla (kipulie), berza (azie), coliflor (koniflorra) y perejil (perejille). Más tarde se introdujeron otros productos como acelga (azelgie) y zanahoria (zanahorije). En algunas casas además de estos también plantan alcachofa (alkatxofie), escarola (eskarolie) y espinaca (espinaka).

Se producen asimismo otras plantas utilizadas como forraje: maíz (artue), alfalfa (alfafie), trébol (sekulabedarra), nabo (nabue o arbije) y remolacha (erremalitxie).

El trigo se abandonó hacia 1960.

Ortuak. Ajangiz (B), 2011. Fuente: Segundo Oar-Arteta, Grupos Etniker Euskalerria.

En Amorebieta-Etxano (B) en las huertas se sembraba trigo, maíz, patatas y alubias, además de habas, pero estas no se usaban en alimentación humana sino únicamente para el ganado, tanto verdes como secas. Para el ganado también se solía sembrar remolacha y nabo. En las huertas cercanas a la casa se cultivaban diversas hortalizas como tomate, lechuga, acelga, cebolla, ajo, pimiento choricero y morrón.

En algunos campos se plantaban árboles frutales, generalmente manzanos, ciruelos, perales o nogales. También había cerezos o melocotones, pero estos solían estar a la vista del caserío para evitar que se comieran todos los frutos los chavales del vecindario. Unos pocos caseríos contaban con algún níspero. Los había que plantaban fresas entre el arbolado de pinos e incluso entre algún otro arbolado y en piezas para destinarlas a la venta.

Entre los forrajes que se sembraban: la alfalfa, la alholva, el trébol común y frantsesa o trébol silvestre. El trébol común y la alfalfa se sembraban en agosto, al hacer la última escarda del maíz y se recogían o cortaban en primavera.

En Elgoibar y Berastegi (G) el trigo, garia, desapareció totalmente. En la huerta se plantan hortalizas, berdurak, y por este orden cuantitativo: porruak, tipulak, letxuk, zanganoriak, azelgak y azak; también perejil, perejilla.

En Sara (L) las plantas tradicionales que se cultivaban en la huerta eran: forrua, puerro; aza, berza; tipula, cebolla; baatxuria, ajo; baztanarria, zanahoria; illarra, alubia; etxillarra, arveja; y baba, haba.

Las landas o tierras labrantías solían estar próximas a sus respectivas casas y recibían diversos nombres particulares, así, atendiendo a sus cultivos se denominaban arto-lurra (el maizal), ogilurra (el trigal), arbi-lurra (el sembrado de nabo), patata-lurra (el patatal), pauxa-lurra (campo de trébol), etc.

En Heleta (BN) en las heredades se cultivaba trigo, maíz, alubia, centeno, nabo, trébol, alfalfa, alholva y calabaza. En la huerta puerros, zanahorias, berzas, coliflores, cebollas, acelgas, ajos, tomates, pimientos, patatas, alubias, arvejas, habas, perejil y tomillo.

En Liginaga (Z) en los campos, alhorra, se sembraba trigo, ogia; maíz, artua; trébol, ferrua; centeno, zekalea; cebada, gagarra; patata, pomdeterra; remolacha, beterraba; nabo, ñabua y haba, baba.

En la huerta, baatza, se cultivaban: haba, arveja, ilharbibila; berza, aza; puerro, porrua; cebolla, oñua; ajo, batxuia; espinaca, espinaga; alcachofa, artixauta; nabo y melón, melua.

El maíz se sembraba en primavera y cuando en otoño se recogía, se sembraba el trigo. Cuando se cosechaba este en verano se sembraba el nabo o el trébol y detrás del nabo se volvía a poner el maíz, y así sucesivamente.

Las piezas o terrenos de cultivo reciben estos nombres: ogi-alhorra, pieza de trigo, arto-alhorra, pieza de maíz; pomdeterra-herria, el rincón o sitio de las patatas.


 
  1. Voz: “Gerón, jerón o girón”. Es el nombre con el que en la zona sur de la Montaña navarra es conocido el yero. José María IRIBARREN. Vocabulario navarro. Pamplona: 1977.