Propietarios que explotan directamente sus tierras
En todas las localidades ha habido familias que han trabajado directamente las tierras y otras que las han tenido arrendadas. No siempre es fácil saber cuál ha sido el sistema dominante, pues han coexistido los propietarios que explotaban sus tierras y los arrendatarios, además la situación ha ido cambiando a lo largo del tiempo. Los datos recogidos en nuestras encuestas arrojan el resultado que se describe a continuación. Un sistema particular que se ha consignado en Navarra y en Álava es el procedimiento de arrendar las tierras a los llamados medieros y repartir los productos a medias. En Gipuzkoa a los propietarios se les denominaba millaristas.
En Abezia, Ribera Alta (A), Ajangiz, Ajuria (B), Izurdiaga, Améscoa, Obanos y Valle de Roncal (Ustárroz, Isaba y Urzainqui-N) la mayoría de los vecinos han sido y siguen siendo propietarios de las tierras que explotan. También en Bernedo y en Valderejo (A), tradicionalmente cada familia ha trabajado su propiedad. En Apodaka (A) señalan que los propietarios han explotado directamente la tierra hasta los años setenta en que ha cambiado el signo. La propiedad en el pueblo está muy repartida, no había grandes diferencias en las tierras que labraba cada uno. En Donazaharre (BN) el sistema más común de explotación se conocía como nagusia y el 80 % de las casas eran trabajadas directamente por los propietarios, etxeko nagusiak.
En Aoiz (N) las tierras de labor pertenecen a propietarios particulares, bien miembros de la aristocracia que tienen en sus señoríos a una familia dedicada al cuidado y laboreo de los terrenos, bien pequeños propietarios que trabajan sus tierras o si tienen otra ocupación las dejan en arrendamiento a un agricultor de la zona (Aoiz y Valle de Arce). Existió una tendencia a mantener la propiedad de la tierra, de modo que en documentación del siglo XIX se observa que algunos de ellos que partieron de Aoiz dejaron sus campos en arrendamiento a propietarios locales que se fueron haciendo poco a poco con estas fincas hasta conseguir un importante patrimonio. Así, se va formando en el pueblo un grupo de unos seis o siete grandes hacendados, cambiando el régimen que había sido habitual de muchos pequeños propietarios. Especialmente sucedió esto con terrenos destinados al cultivo de la vid.
En Pipaón (A) indican que el número de propietarios y de arrendatarios está equilibrado y en Abadiño (B) había quienes eran propietarios, etxagunak, pero eran los menos.
En Zamudio (B) hoy día los vecinos son propietarios de los caseríos. En tiempos pasados también lo fueron muchos pero otros pertenecían a poderosas familias que los tenían arrendados. A finales del decenio de 1940 muchas de estas casas fueron adquiridas por la Caja de Ahorros Vizcaína que mantuvo a los antiguos inquilinos y en los años 1980 los arrendatarios accedieron a la propiedad.