Hoy día

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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Con carácter general podemos señalar que en la actualidad son pocos los agricultores que guardan sus semillas para la nueva plantación, algo más frecuente es el caso de algunas hortalizas que se obtienen en los invernaderos para su posterior trasplante o venta. Así en Cárcar (N) se ha consignado que hoy día son pocos los agricultores que crían sus propios semilleros. También en Ajangiz y en Ajuria (B) se señala que las plantas de algunas hortalizas se encargan en los caseríos que disponen de semilleros o invernaderos donde las cultivan y los clientes acuden directamente a recogerlas para plantarlas en sus huertos. En Bedarona (B) dicen que si se necesita poca cantidad, se pone el semillero en casa.

Lo más común hoy día, tal y como lo acreditan las investigaciones de campo, es que las semillas, las plantas, los abonos y los productos fitosanitarios se adquieran en cooperativas o en casas especializadas.

Así en Agurain (A) se ha recogido que para la compra de plantas, semillas y abonos, muchos de los agricultores de la zona han formado cooperativas con las que consiguen mejores precios, así como el disponer en cualquier momento de semillas y plantas. Hasta hace unos años también existió una cooperativa promovida por la Caja de Ahorros que conseguía buenas patatas de siembra de otros países. Hoy los agricultores las traen sobre todo de Canadá y Holanda.

En Ribera Alta (A), tanto la semilla de cereal como los abonos, herbicidas y pesticidas, se adquieren en la Cooperativa del cereal de Pobes. Cuando ocho o diez cooperativas de Álava decidieron unirse y formar la actual cooperativa del cereal GARLAN, aprovecharon las antiguas instalaciones del Servicio Nacional de Cereales, sitas en Pobes, las ampliaron y prácticamente todos los agricultores de Ribera Alta pertenecen a la misma.

En Argandoña (A) desde hace varias décadas los agricultores adquieren las semillas en los almacenes y cooperativas agrícolas donde entregan la cosecha. El agricultor solicita las semillas con antelación, y en el momento de la siembra acude al proveedor con el tractor y el remolque o la furgoneta. Las semillas de patata se conservan en cámaras frigoríficas que poseen los almacenes especializados y, unos días antes de la siembra, el agricultor las transporta a su casa para que vayan cogiendo temperatura y proceder a la siembra. En algunos casos se formaliza un contrato de compra y entrega de semillas, según el cual el agricultor se compromete a cumplir las condiciones impuestas por el vendedor, que normalmente son las mismas cooperativas o asociaciones de agricultores que controlan los cultivos comprometidos. Contratan a administrativos y técnicos agrónomos para formalizar las compraventas y asesorar a los socios sobre semillas y tratamientos fitosanitarios.

En Viana (N) indican que hoy día las plantas de las hortalizas se traen en grandes cantidades del mercado de Logroño, sobre todo de las huertas de Varea, junto a esta capital. Muchas semillas se compran en el comercio. La planta de viña, los injertos de viura, tempranillo, garnacha, etc. se traen de Azagra, Berbinzana, Larraga, etc. La zarpa o raíz de espárrago casi toda viene de Sesma. Las patatas para sembrar normalmente se adquieren en Álava. Los árboles frutales proceden de los viveros de Varea, los facilitan también los viveros del Gobierno de Navarra.

En Moreda (A) hoy día los agricultores se nutren de semillas, abonos, herbicidas y productos fitosanitarios en la vecina localidad de Viana (N), también los adquieren en Oyón (A) y en Logroño. Las plantas se compran en el barrio logroñés de Varea, en la margen derecha del Ebro y otro tanto ocurre con las plantas de vides que se traen de la comarca de Larraga y Berbinzana (N).

En Cárcar (N) en 1980 se creó la Agrupación Hortícola de Cárcar y desde entonces es ella la encargada de la venta y compra de semillas, productos, abonos, etc. Durante mucho tiempo la planta de alcachofa se ha vendido a Murcia y a Cataluña.

En Abadiño (B) las semillas se adquieren en la cooperativa agrícola o en establecimientos especializados. Las plantas se compran en el mercado sabatino de Durango o en algún caserío que se dedica a venderlas. En Bedarona (B) las plantas de puerro, de pimientos, etc. se compran en el mercado de Gernika o en un caserío de Gautegiz Arteaga. Las semillas de las hortalizas se adquieren en comercios.

En Ajangiz, Ajuria y Gautegiz Arteaga (B) se ha consignado que de un tiempo a esta parte ha adquirido importancia la Cooperativa San Isidro de Gernika, que comercializa toda clase de semillas. Una informante de Ajangiz indica que hay que adquirir las semillas donde compra mucha gente porque es señal de que dan buen resultado. Las plantas se compran en los mercados de Gernika o de Amorebieta.

En el Valle de Carranza (B) se considera que adquirir planta en un mercado implica el riesgo de que no sea buena y ese año parte de lo plantado se arruine o bien produzca un fruto defectuoso, por ejemplo, si se trata de pimientos que los proporcione pequeños o retorcidos.

En caso de no hacer semillero, la planta de pimiento se compraba y se compra en las vecinas localidades de Zalla (B) y también en Ampuero (Cantabria). Se dice que la planta de estas procedencias pinta muy bien en Carranza. Algunos productores de Balmaseda (B) –recuerda uno de los informantes– que en tiempos pasados acudían con un vehículo a vender planta por las casas. También se compraba en el mercado que se celebraba en Concha, capital del Valle, hoy en día también, pero se trata de revendedores. Obviamente en la actualidad son muchos más los mercados donde se vende planta y cada uno tiene sus preferencias.

En el caso de las cebollas cuya planta se ha comprado para trasplantar uno de los mayores problemas es que se suban demasiado pronto una vez almacenadas y por lo tanto que no se puedan aprovechar. En ocasiones, con planta especialmente mala, se llegan a subir en la tierra, antes de arrancarlas. Se suele atribuir a que quien hizo el semillero para producir esa planta no respetó la menguante correspondiente y lo preparó “en mala luna”. También se atribuye a una mala semilla.

El único recurso con que cuenta el comprador para obviar estos inconvenientes es comprársela a alguien de confianza, a quien siempre se la adquiere y que a menudo se dedica a este trabajo heredado de padres y abuelos, de tal modo que compradores y vendedores establecen una especie de alianza basada en la confianza que se transmite de generación en generación. Estos productores utilizan siempre buena semilla ya que no les interesa perder la clientela y al comprador no le importa pagar un poco más por la planta ya que sabe que el resultado va a ser bueno.

En Donazaharre (BN) las semillas se compraban a los particulares hasta que comenzaron a suministrarlas las cooperativas, una de estas se localizaba en Donibane Garazi. Al principio solo servían a los socios, después a todo el que quisiera. En un primer momento, las plantas se ponían en semilleros propios, también se adquirían en el mercado y después en las cooperativas.

En Bernedo (A) se ha indicado que hoy nadie siembra su propia semilla, se compra a las casas especializadas[1]; también en Elgoibar (G) se ha consignado que hoy día las semillas se compran. En Berastegi (G) señalan que las semillas y abonos minerales se adquieren en la Cooperativa del Campo de la vecina localidad de Tolosa. En Valtierra (N) para la adquisición de semillas y plantas existe en la localidad una empresa dedicada a esta labor. En Obanos (N) es el Instituto Técnico de Gestión Agrícola (ITGA) quien recomienda a los agricultores acerca de lo que conviene sembrar. En el Valle de Elorz (N) los instrumentos, semillas, plantas y abonos minerales se adquieren en Pamplona.


 
  1. Hay que tener en cuenta que quien controla las semillas controla igualmente la producción y la industria alimentaria.