Hoz, igitaia, zerra
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Ha sido el apero utilizado comúnmente para la siega hasta los inicios del siglo XX. Con ella se segaba el trigo, la cebada, el centeno, la avena, el forraje, el helecho y el árgoma. Todavía se emplea para algunos trabajos como la limpieza de nabos o remolacha (Abadiño, Bedarona-B; Elgoibar-G), para limpiar regajos y orillos, despuntar los sarmientos de las cepas tiernas (Obanos, Cárcar-N; Abezia, Moreda-A).
La descripción de la hoz es similar en todas las localidades encuestadas. Se compone de una lámina curva de acero con un mango de madera. Se han utilizado hoces con filo liso, que actualmente son las más comunes y también hoces de filo dentado. Se ha constatado que las hoces dentadas se empleaban para la siega del trigo (Abadiño, Bedarona, Zamudio-B; Elgoibar, Hondarribia-G; Aoiz, Cárcar, Muez (Valle de Guesálaz), Ugar (Valle de Yerri), Obanos y San Martín de Unx-N).
Según señalan los informantes de Moreda (A) las hoces gallegas, de hoja fina sin dentar, fueron introducidas en la posguerra por jornaleros gallegos, que todos los años acudían a segar por el mes de junio. También en Cárcar (N) y Viana (N) se constata la denominación hoz gallega.
Denominaciones
Si bien en castellano se emplea comúnmente la voz hoz para designar este instrumento en euskera recibe denominaciones dialectales como: idetaia (Sara-L), igateia (Liginaga-Z), ihitaia (Uhartehiri, Donoztiri-BN), ihitia (Donazaharre-BN) inteije (Abadiño-B), zerrie (Bedarona, Gautegiz Arteaga-B), zerrie (Nabarniz, Ajangiz y Ajuria-B), igitia (Zeanuri-B), itaie (Zerain-B), iteia (Elgoibar-G), ittaie o igitagie (Beasain-G), jitaia o itaia (Hondarribia-G), itaia (Berastegi-G), igitaia (Telleriarte-G), egitai (Ustárroz, Isaba, Urzainqui (Valle de Roncal-N).
En Sara (L) a la parte cóncava que es el filo liso se le denomina ahoa o agoa, a la parte convexa aingira y al mango giderra. Antaño se fabricaban las hoces en el mismo pueblo, posteriormente se adquirían en otras localidades cercanas o en Baiona. La hoz dentada era desconocida tanto en Sara como en Uhartehiri (BN) y en Donoztiri (BN). Barandiaran señalaba en los años cuarenta del siglo XX que el empleo de la hoz en estas localidades era cada vez más limitado. A finales del siglo XIX se segaban con ella el trigo y el helecho. En la siega del trigo fue suplantada por la guadaña; en la del helecho, por el instrumento llamado beloia. Este, a su vez, fue sustituido hacia el año 1900 por la guadaña y esta fue dejando paso a la máquina segadora en la mitad del siglo XX.
En Viana (N) describen la hoz como un instrumento con hoja curva, larga y estrecha, de acero, con el filo en el lado cóncavo y mango corto de madera para manejarla con una sola mano. Las había de dos clases: las gallegas con filo liso y otras más pequeñas con filo dentado. Eran utilizadas para la siega del cereal, para despuntar las viñas, para quitar las malezas, etc.
En el Valle de Carranza (B) la hoz se ha utilizado para cortar la borona, los palitroques o tallos secos de esta planta, sobre todo cuando en décadas más recientes este cultivo estaba destinado directamente para el ganado. En tiempos pasados se usaba para cortar los palitroques una vez aprovechadas todas las demás partes de la misma y a fin de dejar libre la pieza para el siguiente cultivo. También se utilizaba para cortar la pajilla o maíz que se sembraba más espesamente y que se cortaba en verde. Asimismo para cortar la farusa, un antiguo cultivo hoy desaparecido que crecía entrelazado y densamente.
Zoquetas
Cuando se segaba la mies con la hoz, la persona que la manejaba se colocaba en su mano izquierda, a modo de protección, la zoqueta o dedil. Se trataba de una pieza de madera hueca, de forma triangular con una abertura ancha donde el segador introducía los cuatro primeros dedos de la mano izquierda, protegiendo el pulgar con un dedil; en su parte más estrecha, la zoqueta disponía de un orificio y quedaba sujeta a la muñeca con una cinta o una cuerda. (Abezia, Berganzo, Bernedo, Moreda, Valderejo-A; Aoiz, Viana, San Martín de Unx, Muez (Valle de Guesálaz), Ugar (Valle de Yerri), Sartaguda, Valtierra, Ustárroz, Isaba, Urzainqui (Valle de Roncal)-N; Hondarribia-G). En Améscoa (N) describen la zoqueta como una especie de guante de madera al que llamaban cazoleta.
En San Martín de Unx (N) además de la zoqueta el segador de mies iba provisto de unas mangas de badana en los brazos y de un delantal o mandarra de cuero que preservaba la camisa del roce de las espigas, que podía estropear la ropa. En Valderejo (A) señalan que la mujer que ayudaba al segador iba también ataviada con manguitos y delantal y cubría su cabeza con un pañuelo anudado en la nuca y sobre él se colocaba un sombrero de paja para evitar que los rayos de sol quemaran su piel. También en Abezia (A) y en Berganzo (A) se colocaban las mujeres trozos de tela a modo de manga para evitar rozaduras en los brazos durante la cosecha.