Trillos

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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En Valderejo (A) hasta mediados del siglo XX existían tres tipos de trillo:

1. De pedernal: Con pequeñas yescas de pedernal incrustadas en la parte inferior del trillo, que servían para desgranar el cereal y cortar la paja. Estos trillos estaban formados por tres o más tablones gruesos que en su tercio delantero se elevaban ligeramente hacia arriba para evitar que se acumulase en su frontal la mies. Los tablones estaban armados con dos travesaños, uno próximo a la parte trasera y otro a la delantera; en este se fijaba un enganche de madera o de hierro al que se enlazaba el tiro de las caballerías. Este trillo se empleaba para trillar el cereal.
2. De sierra: Estaban formados por varios listones de madera separados unos 3 cm entre sí y con tres tablas transversales. En las caras internas de los listones se fijaban láminas metálicas que en su parte inferior terminaban en sierra y sobresalían ligeramente de los listones. Estos trillos se empleaban, generalmente, para trillar la remolacha para semilla.
3. Mixtos: Morfológicamente tenían la mismaestructura que los de sierra pero incluían además lascas de pedernal en la parte baja de los listones. Se empleaban para trillar las menucias y el cereal.

En Moreda (A) el trillo consistía en un tablón ancho, trapecial, armado por abajo con trozos de pedernal, cotes o cuchillitas de acero. Los había también mixtos de piedras y cuchillas. Las cuchillas servían para cortar la mies y las piedras para desgranar las espigas.

Con los trillos (y posteriormente con las trilladoras) se separaba el grano de la paja en las eras junto a los pajares. Los trillos eran tirados por una caballería. Esta daba incontables vueltas por encima de la parva, separando en parte el grano de la paja.

En Bernedo (A) anotan que los trillos tirados por caballerías eran de menor tamaño que los que arrastraban los bueyes. En los trillos se ha dado una evolución: los más antiguos llevaban en la parte de abajo lascas de pedernal incrustadas en la madera. Estaban construidos de maderas blandas como chopo y pino. Los trilleros que arreglaban estos trillos venían de Segovia. Estos artesanos reponían las piedras de sílex o pedernal tomándolas en canteras de la comarca que ya conocían por tradición. A los trillos se les agregaron posteriormente sierras de hierro con los dientes a favor de la marcha del trillo para que no arrastrara la parva.

En los trillos de caballos se colocaba en su travesaño trasero una paleta de hierro, durante los últimos momentos de la trilla, para que removiera la parva y se triturara mejor.

Estas piezas cayeron en el olvido desde los años sesenta del siglo XX y han sido sustituidas por la maquinaria moderna: primero la trilladora y más tarde la cosechadora. Hoy cuando se ha madurado el cereal vienen contratadas cosechadoras de Navarra o Rioja y en pocos días se hace la recolección.

Trillo. Álava. Fuente: Carlos Campo, Grupos Etniker Euskalerria.

En Abezia, Agurain, Berganzo y Ribera Alta (A) todavía se recuerda la antigua utilización de trillos de piedras y de sierra y de aquellos que tenían ambos elementos. Consistían en varios tablones unidos con travesaños. Cada diez centímetros tenían incrustadas piedras cortantes o bien una sierra alargada. Se empleaba para desgranar el trigo, separándolo de la paja y para cortar la paja. Señalan los informantes que con este apero se obtenía paja de mayor calidad que con las actuales cosechadoras.

En la zona de Apodaka (A) en la época que se trillaba en la era, el trillo era de madera de chopo; la parte delantera levantaba como un trineo. Unos trillos eran para caballerías y otros para bueyes. El de los bueyes era más grande, de 1.20 a 1.50 metros de ancho, por 1.80 de largo. Los de las yeguas eran de 0.50 cm de ancho por 1.60 de largo. Los trillos iban provistos de piedra de pedernal (piedra de Treviño). Otros eran de hoja de sierra y algunos mixtos. Por mayo o junio los trilleros, provenientes de Castilla, venían a reparar los trillos.

En Treviño y La Puebla de Arganzón (A) el trillo que arrastraban las parejas de bueyes era de 2 metros de ancho por 1.80 de largo y el de las caballerías de 0.60 de ancho por 1.80 de largo. Eran de madera de chopo y estaban provistos con puntas de pedernal. Algunos llevaban hojas de sierra intercaladas con las piedras de pedernal; para ello aprovechaban las viejas cintas de sierra de los aserraderos.

A principios del siglo XX salieron al mercado unos trillos que venían a ser cajones de madera con discos de sierra. Cada trillo llevaba tres o cuatro cilindros y en cada cilindro 8 o 10 discos de sierra. No dieron buen resultado, se embozaban cuando la mies estaba correosa. En este trillo tirado por bueyes, aparte de la persona que lo guiaba, se subían los niños. A los trillos les ponían en la parte de atrás la volvedera, que era una barra de hierro, curvada, con una pala en un extremo. Su finalidad era remover la paja para triturarla.

En el Valle de Carranza (B) el trillo era arrastrado por la pareja de bueyes y consistía en una base de tablas con la parte delantera curvada hacia arriba para facilitar el avance. En la cara inferior llevaba insertas a lo largo de toda su longitud hileras de piedras de pedernal afiladas o bien una especie de tiras metálicas con dientes que recordaban sierras.

En Elgoibar (G) el trillo tenía las mismas características arriba descritas y era tirado por bueyes que hacían constantes círculos sobre las espigas depositadas en la era. En ocasiones se utilizaban dos parejas de bueyes, girando simultáneamente en sentido contrario, según fueran las dimensiones de la era. Encima del trillo se solía colocar un niño o joven con una cazuela con mango largo para ir recogiendo los excrementos de los animales. Desde los años sesenta del siglo XX no se utiliza el trillo en la comarca del Alto Deba.

En Berastegi (G) el trillo era un tablón en forma de trineo que en su cara inferior, la que contactaba con la mies, llevaba o bien cuchillas de acero o bien pedazos de piedra muy abrasiva.

Algunos ancianos de Viana (N) justamente recuerdan el uso del trillo de pedernal, con pequeñas piedras de sílex, o pedernales, incrustadas en una plataforma realizada con maderas duras, curvada hacia arriba por delante para deslizarse mejor y cuatro ruedecillas, dos a cada lado.

Vino después el de plataforma también de madera, donde iban introducidas unas sierras de hierro bien dentadas, colocadas horizontalmente a lo largo del eje mayor, también con cuatro ruedecillas metálicas en los extremos. Se uncían al collarón de una caballería mediante dos largos tirantes sujetos a argollas de hierro del trillo, y para mejorar su efectividad iba montada una persona sobre el trillo, a la vez que, con las bridas, conducía el animal de tiro dando vueltas a la parva.

Luego vinieron unos trillos metálicos, tipo cajón de hierro, y parte superior de madera, de cuatro ruedas, casi cuadrados y altos, con discos interiores metálicos cortantes y con un asiento para desde allí dirigir, mediante unas bridas, a la caballería.

En Cárcar (N) describen los trillos como unas tablas, ligeramente combadas, con unas medidas aproximadas de metro y medio de largo por 80 cm de ancho. En su parte inferior llevaban incrustadas piedras de sílex que con el paso del tiempo fueron sustituidas por unas láminas metálicas, en forma de sierra. Una persona, muchas veces dos niños, se subían a la plataforma, y el ganado tiraba de él. La parva era extendida en la era y con el trillo se separaba el grano de la parva. Este método se empleó de forma generalizada hasta los años 1950.

En los años treinta del siglo XX llegaron las primeras trilladoras, en ocasiones adquiridas por un solo agricultor, otras veces corporativamente por varios. En los años 1950 se llevaba la mies a la era, donde estaba la trilladora y se descargaba en ella. En los años 1960 empezaron a utilizarse las cosechadoras, conviviendo durante un tiempo con las trilladoras.

En Aoiz (N) antaño los trillos se elaboraban mediante la aplicación de esquirlas de pedernal bajo un tablón de madera de forma rectangular o, más generalmente, fabricado con varios tableros. En uno de sus extremos contaba con una anilla que servía para que tirara de él la yunta. Más tarde en la parte inferior, en lugar del pedernal, se situaban rodillos con púas. Se emplearon en el segundo tercio del siglo XX.

En Valtierra (N) describen los trillos como plataformas de madera, de cuatro o cinco tablas gruesas y bien ensambladas, que por debajo tenían incrustados, en hileras longitudinales, cantos o pequeñas cuchillas de hierro en la chapa que serraba la madera. Las maderas, por su parte delantera, estaban curvadas hacia arriba y a los lados y en el medio ponían unas argollas en las que ataban o enganchaban los arreos de las caballerías.

En los años 1950 aparecieron las trilladoras y arrinconaron los trillos en poco tiempo. Actualmente el trabajo de la trilla lo realizan las cosechadoras. Estas máquinas hacen todos los trabajos de recolección de los cereales al mismo tiempo. En el mismo campo de mies, la siega, la trilla, llena los sacos con el grano y empaca la paja en grandes fardos que va dejando a lo largo de su recorrido por la parcela.

En San Martín de Unx (N) ya a finales de la década de los años setenta del siglo XX los más ancianos no habían conocido en el pueblo el trillo de pedernal. En esta localidad se recordaba por entonces tan solo el trillo de hierro dentado. El modelo más antiguo y sencillo consistía en una plataforma de madera, lisa por un lado y con raíles por el otro, donde iban incrustadas unas tiras de hierro, bien dentadas, que arañaban el suelo cuando eran arrastradas por la caballería o la vaca. Sobre ella, para conseguir una mayor efectividad se ponía de pie un hombre, con las piernas abiertas para mayor estabilidad, que al mismo tiempo conducía con las bridas al animal de tiro. Este trillo se llevaba a la era en hombros, sobre “carricos de brabán” o vueltos sobre la parte lisa a lomo de caballería. Otro modelo, algo posterior y complicado, pero contemporáneo del anterior, era la trilladora rodable, formada por unos cilindros con chapas cortantes que se engranaban entre sí, para facilitar la separación del grano de la espiga.

En Obanos (N) los últimos trillos conocidos llegaron hasta la década de 1950. Eran trillos con fondo de madera y ruedas y dientes metálicos. Los trillos de dientes de pedernal no son recordados por los informantes. Con una gran piedra encima para que no volcara, pasaba una y otra vez sobre el cereal o las leguminosas para separar la paja del grano. El cereal había que voltear con el sarde para que al volver a pasar el trillo lo desgranara bien.