Golpeo en la agramadera, trankaketa
Para obtener propiamente la fibra se hacían dos operaciones preparatorias: una era el tranquear y espadillar las plantas para que perdieran la corteza externa, dura y quebradiza y obtener la parte interna fina, pero flexible y fuerte. Más tarde sufriría una nueva operación: el peinado de las fibras, que consistía en hacer pasar los manojos tras espadillarlos por un fuerte peine de púas de hierro (Valle de Carranza-B).
La separación de la fibra del lino de su corteza exterior se hacía con la agramadera. En Améscoa (N) este aparato recibía el nombre de tranquia y consistía en un caballete formado por dos pies tiesos de roble enlazados y sujetos en su parte superior por un travesaño plano. Sobre este se sujetan dos tablas paralelas; en la abertura que forman estas dos tablas se introduce otra más delgada que gira sobre un eje lateral y a modo de guillotina quebranta las plantas de lino colocadas sobre la abertura, despojándolas de la cobertura o paja y dejando la fibra limpia.
En Ataun (G) la agramadera, trankea, llevaba dos maderas de base, tranka-oñek, y sobre ellas una tabla, tranka-ola, provista de dos ranuras largas en las que se introducían dos listones, tranka-baldik. Colocado el manojo sobre los listones paralelos se retorcía el lino al descender sobre ellos una tabla giratoria a modo de tijera. Así conseguían ablandar el lino, linoa beratu. En esta labor, llamada trankaketa, el lino se desprendía de la cobertura o corteza exterior, llamada aaztarra y de la médula o muñe, quedando la fibra interior, erdiko muñe. Al manojo curado en la tranca llamaban pasea. Con 20 manojos o pasek, retorcidos en dos cuerdas, se hacía lo que llamaban loturea (el atado).
En Urdiain (N) la agramadera, trankia, garba, venía a ser una especie de guillotina manual que servía para deshilachar el lino majado. El conjunto de diez manojos pasados por la agramadera formaban el haz llamado gaimena; diez de estos fajos mayores sumaban, a su vez, troxila.
En Zeanuri (B) se pasaban los manojos de lino por la agramadera, trangea, para que soltaran la corteza externa, azalekoa kendu, y quedaran las fibras interiores, barruko mamie. La agramadera se guardaba delante del horno de cocer pan; “trangea lababaurrean gordetan zan”. Pero aparte de pasar el lino por la agramadera había que frotar mucho y muchas veces los tallos unos contra otros o sobre los muslos; “igurdi egin behar zan asko eta askotan liñu-bedarrak”. Cuatro o cinco mujeres dedicaban varias horas de la tarde a esta tarea de frotar con las manos los tallos del lino.
En Amorebieta-Etxano (B) el lino se pasaba por dos agramaderas: la primera era más grande y más gruesa, y la segunda más pequeña y más fina que le quitaba las puntas que habían quedado.
En Bernedo (A) una vez seco el lino, se majaba en la tranquia, agramadera, formada por dos tablas paralelas sobre las que se colocaba transversalmente a ellas el manojo de lino. Una tercera tabla caía sobre el lino introduciéndolo entre las tablas paralelas para hacerle soltar la paja.
En Treviño y La Puebla de Arganzón (A) una vez oreado el lino lo pasaban por la tranquea para romper la paja y dejar la fibra.
En Urdiain (N) los residuos desprendidos del tranqueado recibían el nombre de aresta y también agezta. Al igual que la cascarilla llamada kirrixkia, sólo servía para el fuego. Dada su luminosidad les ahorraba el encender otra luz. Una persona se encargaba de avivar la llama para que pudiera trabajar el grupo de hilanderas reunidas en una casa.
En Améscoa (N) la paja y residuos que quedaban al tranquear, los guardaban para encender el fuego; le llamaban ariesta.