Los componentes de un molino harinero

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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Los componentes básicos de un molino hidráulico tradicional han sido los siguientes[1]:

La presa, presea

Es un muro construido sobre el lecho del río. Mediante esta represión el nivel del agua se eleva en varios metros, produciendo así el salto de agua que determina la potencia o la fuerza motriz del molino. Generalmente este muro está levantado con grandes piedras de sillería y se asienta sobre base de roca firme. En el centro del muro se abre un vano cuadrado por donde mana el agua que filtra del lecho del río represado.

Todavía se retiene entre los informantes más ancianos el recuerdo de antiguas presas, más modestas, construidas con grandes postes verticales y travesaños inclinados de madera calafateada (Elgoibar-G).

El cauce o canal, kaltzea

El agua del río una vez elevada es desviada a través de una compuerta lateral, konportia (Amorebieta-B), que puede abrirse o cerrarse a un canal o cauce artificial que conduce el agua hasta un gran depósito o embalse donde queda estancada. Este canal que en su recorrido ha de guardar la inclinación requerida para que corra el agua puede tener una longitud variable según sea la distancia en la que se sitúa, desde el río, el edificio del molino.

El embalse. Andaparea (Zeanuri, Amorebieta-B), adapia (Elgoibar-G)

La cantidad de agua embalsada en este depósito excavado en tierra o roca y cerrado por muros laterales determina la capacidad de ejecución del molino. El agua excedente sale por un rebosadero lateral, albatea (Zeanuri-B).

En su parte inferior, a ras de su base, este depósito tiene una o varias salidas de agua, según sea el número de los rodetes o turbinas del molino. Estas salidas de agua están encañonadas mediante sifones cónicos, txifoiak, de cuya extremidad más estrecha sale el agua que cae a gran presión sobre las cazoletas interiores, katilluak (Zeanuri-B), de una turbina horizontal, imprimiéndole a esta un giro continuado sobre sí misma. En tiempos pasados los sifones de salida de agua así como la misma turbina eran de madera de haya, pagoa. Este sifón o tubo cónico, actualmente de hierro, se cierra mediante una pieza ajustada a su boca de salida, txifloitapea. Su apertura o cierre se acciona desde la planta superior mediante una barra metálica, paletia (Amorebieta-B), o mediante una cadena, poniendo así en funcionamiento o parando el giro de la turbina.

La turbina, turtukia (Elgoibar-G), turtajoia (Zeanuri-B)

La turbina o rodete es de hierro colado y tiene 1.35 m de diámetro y 20 cm de grosor. Entre dos llantas concéntricas se sitúan las aletas en forma de cazos, katilluak (Zeanuri-B), sobre las que cae a presión el chorro de agua que viene del depósito de agua.

La llanta interior está unida mediante cuatro radios de hierro a una cuadrícula central también de hierro en que se ajusta un largo poste de madera de roble y sección cuadrada, ardatza, que transmite el giro de la turbina a la piedra cimera del molino que está en una planta superior.

Para hacer posible el giro, este eje de madera, ardatza, tiene en su base un quicio, txoria, de bronce campanil que se asienta a su vez en una pieza hueca, opila, también de bronce que está incrustada en un tablón liso, maia, situado sobre el suelo, a ras de tierra. Estas piezas de bronce que forman el quicio del eje se desgastan por su continuado rodamiento y se han de cambiar por otras nuevas cuando se hacen romas.

En su parte superior el eje de madera cuadriculado se prolonga en una pieza metálica delgada, ezpatea, que posibilita atravesar por su centro la piedra bajera, azpiko harria, que permanece inmóvil y llegar a la piedra volandera, ganeko harria, que es la que gira a unas 60 revoluciones por minuto (Elgoibar-G). Este ajuste del eje, ezpatea, a la piedra cimera se hace mediante un cojinete de madera, muserea, que se acopla al orificio central de la piedra. El ajuste se refuerza con cuñas de madera, ziek.

La mayor o menor holgura entre ambas piedras, que es de gran importancia en la calidad de la molienda, se gradúa por medio de una palanca, altza-bajea, que hace subir o bajar el tablón del fondo donde está incrustado el quicio del eje que transmite el movimiento rotatorio de la turbina.

El recinto donde se sitúan las turbinas, así como los elementos que componen la maquinaria hidráulica, está en la planta inferior del molino y se denomina estolda y en euskera errotapea.

En la maquinaria tradicional de los molinos era notorio el predominio de la madera en su composición. Las piezas de hierro o de otros metales eran muy escasas y se limitaban a quicios, abrazaderas o cadenas. Los molineros se veían obligados a realizar labores de carpintería para mantener en funcionamiento el molino. Por esta razón conocían las cualidades de la madera de cada especie de árbol. Según decían el roble, haretxa, debido a su consistencia, era el más apropiado para hacer ejes, ardatzak.

La madera de haya, pagoa, era apropiada para las piezas que debían estar sumergidas en el agua: compuertas, sifones, tablón de base, etc. Aducen el dicho: "pago berdea uretan beti barra" (la madera de haya recién cortada no envejece en el agua). Las piezas fabricadas con madera de tejo, hagine, eran las más propias para soportar rozamientos y pesos. La madera de abedul, urkia, por su blandura, servía bien para labrar cuencos o paletas para recoger la harina; la de castaño, gaztañea, para el mobiliario: arcas, tolvas, etc. La sustitución más reciente de algunas de las piezas que antes eran de madera por otras de hierro, como es el caso de los rodetes o de los sifones, no alteró sustancialmente la estructura tradicional del molino.


 
  1. Esta descripción de los elementos y funcionamiento del molino se basa principalmente en lo aportado en el trabajo de Ander MANTEROLA. "Industrias tradicionales en Zeanuri (Bizkaia) I. Molinos Harineros" in Etniker-Bizkaia. Núm. 4 (1979) pp. 21-50.