Horcón. Bieldo
En el Valle de Carranza (B), una herramienta similar a la descrita en el apartado anterior estaba destinada al trigo; era de mayor fortaleza dado el trabajo que había que realizar con la misma, recibía el nombre de horcón.
Era más fuerte y más ancha que la horca, con mango más grueso y algo curvado. A las púas se les procuraba una cierta curvatura hacia arriba como la que muestran las gangas o púas de las horquillas. Se empleaba en la era para mover el trigo. Los informantes creen que se usaban horcones en vez de horquillas para reducir el riesgo de clavar sus púas y herir a las yeguas que corrían en círculo en la trilla.
En Valderejo (A) describen el horcón como un útil de madera, de una sola pieza, con dos púas en uno de los extremos y un mango. Se empleaba para pasar las gavillas del suelo de las fincas al cargador que estaba en el carro y para tender la mies en la era. Esta misma herramienta se constata en varias localidades para el trabajo del cereal.
En Viana (N) la horca era una herramienta de dos o cuatro púas en el extremo de un mango largo. Se obtenía de una rama seleccionada, generalmente de boj, de tal modo que antes de secarse se le curvaban las púas. Se utilizaba para pinchar y trasladar los haces de mies a los carros en el acarreo y para mover y extender los fajos en las parvas de las eras.
En Ustárroz, Isaba y Urzainqui (Valle de Roncal-N) han utilizado el bieldo denominado, bigoa, matxardea o sardea. Era una horca de madera de dos púas. También en Ugar (Valle de Yerri) y Obanos (N) denominaban bigoa a esta horca de madera de dos púas usada para remover la paja y la mies en las eras.
En Donazaharre (BN) para extender el heno utilizaban una horca de dos púas, furtxa bi hor tzekoa. También se conocían la de tres púas, hiru hortzekoa, y la de cuatro, lau hortzekoa, que tenía un mango más corto.
En Aoiz (N) anotan que la horca u horquilla estaba hecha por el propio agricultor y era totalmente de madera.
En Berganzo y Bernedo (A) el mango de los horquillos lo elaboraban con madera de fresno; tenía metro y medio de largo con tres guías a modo de púas. Servían para abieldar y recoger la mies una vez que estaba triturada. Ustes eran horquillos de cuatro púas que se adquirían en la feria de Santiago, en Vitoria; eran más anchos que el horquillo.
También de madera, pero con estructuras algo más complejas que la anterior de rama bifurcada, se han constado otras herramientas que tenían igual función. En la primera de las descripciones que siguen distinguen entre ambos modelos.
En Cárcar (N) el bieldo u horca está formado por un largo mango en uno de cuyos extremos se inserta transversalmente otro tablero con dientes o púas. Sirve para aventar el grano y separarlo de la paja. En esta misma localidad le llaman horcaja a un apero en forma de Y que se utiliza para la mies.
En Viana (N) el ablentón era un horquillo grande de madera con mango largo y travesaño con seis o siete púas cilíndricas con las puntas afiladas. Se usaba para mover la mies y cargar la paja desde el suelo hasta el carro. En otras partes le llaman bieldo.
En Obanos (N) han utilizado una horca de madera con cuatro dientes para extender paja limpia como cama y comida del ganado y para aventar en la era.
En Moreda (A) el bieldo se usa para aventar o abieldar al aire las mieses trilladas con el fin de separar la paja del grano. Está formado por un palo largo que lleva otro pequeño, atravesado en un extremo, provisto de cuatro dientes o púas.
En Abezia (A) los bieldos son de dos, tres o más púas, de madera; los de seis se emplean para almacenar la paja en el pajar.
Una horquilla de madera de púas largas y de mango de casi un metro que se empleaba para empujar y apoyar los retoños de árgoma mientras eran cortados con hoz por su base recibe en Sara (L) el nombre de urtxila.